Netanyahu al Líbano: “Expulsen a Hezbolá y eviten una destrucción como la de Gaza”

BBC News Mundo
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líbano atacada por Israel 2024
Foto: EFE/EPA/WAEL HAMZEH

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, instó al pueblo libanés a expulsar a Hezbolá y evitar así “la destrucción y el sufrimiento como los que se ven en Gaza”.

El llamamiento de Netanyahu este martes se produjo mientras Israel ampliaba su invasión terrestre contra Hezbolá, enviando miles de soldados más a una nueva zona en el suroeste de Líbano.

El mandatario también afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mataron al sucesor de Hassan Nasrallah, exlíder de Hezbolá, aunque estas aclararon más tarde que no podían confirmar la muerte de Hashem Safieddine.

Por otra parte, los combatientes de Hezbolá lanzaron varias tandas de cohetes a la ciudad portuaria israelí de Haifa por tercer día consecutivo, hiriendo a 12 personas.

Y agregó: “les digo a ustedes, pueblo de Líbano: liberen a su país de Hezbolá para que esta guerra pueda terminar”.

Hezbolá no se ha rendido pese a tres semanas de intensos ataques israelíes y otras operaciones que, según los funcionarios libaneses, han matado a más de 1.400 personas y desplazado a 1,2 millones.

El martes Naim Qassem, exnúmero dos del recientemente asesinado Hassan Nasrallah, insistió en que Hezbolá superó los recientes “dolorosos golpes” de Israel y que sus capacidades son “buenas”.

Israel ha pasado a la ofensiva después de casi un año de combates transfronterizos provocados por la guerra en Gaza, bajo la premisa de garantizar el regreso seguro de decenas de miles de residentes de las áreas fronterizas israelíes desplazados por los ataques con cohetes, misiles y aviones no tripulados de Hezbolá.

Las hostilidades han aumentado de forma constante desde que Hezbolá comenzó a disparar cohetes hacia el norte de Israel en apoyo de los palestinos el 8 de octubre de 2023, un día después del ataque mortal de su aliado Hamás en el sur israelí.

Aumenta la ofensiva en Líbano

La mañana del martes las FDI anunciaron que los reservistas de su División 146 iniciaron “actividades operativas limitadas, localizadas y específicas” en el suroeste de Líbano.

Estos se unieron a tres divisiones del ejército permanente que han estado operando en las áreas central y oriental del sur de Líbano desde que comenzó la invasión terrestre el 30 de septiembre, lo que elevaría el número total de soldados desplegados a más de 15.000.

Las FDI anunciaron que sus tropas tomaron el control de lo que llamaron un “complejo de combate” de Hezbolá en la aldea fronteriza de Maroun al Ras y publicaron fotos que mostraban lo que definieron como un lanzacohetes cargado en un olivar, así como armas y equipos dentro de un edificio residencial.

Mientras, imágenes de drones mostraron una destrucción generalizada en la cercana aldea de Yaroun, que fue un objetivo inicial de la invasión.

Por su parte, el coordinador especial para Líbano y el jefe de la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU advirtieron en una declaración conjunta que el impacto humanitario del conflicto es “catastrófico”.

El gobierno de Líbano afirmó que 1,2 millones de personas han huido de sus hogares el último año, de las que casi 180.000 están en centros para desplazados.

Además, más de 400.000 personas han huido a Siria, país devastado por la guerra, entre ellas más de 200.000 refugiados sirios, una situación que el jefe de la agencia de refugiados de la ONU describió como una “absurda tragedia”.

El Programa Mundial de Alimentos anunció que existe “una preocupación extraordinaria sobre la capacidad de Líbano para seguir produciendo alimentos” porque miles de hectáreas de tierras agrícolas han sido quemadas o abandonadas.

Otras dos figuras clave

Las FDI también indicaron que sus aviones llevaron a cabo una nueva ronda de ataques contra objetivos de Hezbolá el martes en los suburbios del sur de Beirut, donde el grupo tiene una fuerte presencia, y otras áreas de Líbano.

Anteriormente, Israel había anunciado que mató al comandante del cuartel general de Hezbolá, Suhail Husseini, en un ataque en la capital el lunes

Hezbolá no se pronunció sobre esto pero, de confirmarlo, sería el último de una serie de severos golpes que Israel ha asestado al grupo, causando la muerte de Hassan Nasrallah y la mayoría de sus comandantes militares.

Se desconoce el destino de Hashem Safieddine, un alto funcionario de Hezbolá que se posicionaba como sucesor de su primo Nasrallah como líder, desde que un ataque aéreo israelí supuestamente lo marcó como objetivo el pasado jueves en Beirut.

El portavoz de las FDI, Daniel Hagari, afirmó la noche del martes que el ejército no puede confirmar las afirmaciones de Netanyahu y el ministro de Defensa de Israel de que Safieddine murió en el ataque, y agregó que las FDI están investigando los resultados de la operación.

Hezbolá mantiene su desafío

El líder adjunto de Hezbolá proclamó en un desafiante discurso en televisión desde un lugar no revelado el martes que su comando y control es “sólido” y que no tiene “posiciones vacantes”, mencionando sus ataques a Israel en los últimos días.

“Les estamos haciendo daño y lo prolongaremos en el tiempo. Decenas de ciudades están dentro del alcance de los misiles de la resistencia. Les aseguramos que nuestras capacidades están bien”, afirmó Naim Qassem.

Pero, por primera vez, no mencionó el fin de la guerra en Gaza como condición previa, pese a que anteriormente Hezbolá había dicho que no dejaría de atacar a Israel hasta que terminara el conflicto en la franja.

“Apoyamos los esfuerzos políticos que Nabih Berri (el presidente del Parlamento libanés) está realizando para lograr un alto el fuego”, expresó Qassem en un discurso televisado.

Y propuso que “una vez que se logre un alto el fuego, la diplomacia pueda examinar todos los demás detalles”.

No está claro si esto significa un cambio en la posición de Hezbolá.

El discurso coincidió con el lanzamiento de más de 100 cohetes hacia la bahía de Haifa, así como hacia las regiones de la Baja, Central y Alta Galilea.

Las FDI indicaron que la mayoría de los cohetes fueron interceptados y no hubo víctimas graves.

El domingo por la noche se produjo un impacto directo en Haifa, algo que no había sucedido desde la última guerra entre Israel y Hezbolá en 2006.