No pueden con Donald

Es casi cantada una victoria de la oposición republicana en las elecciones de mitad de mandato en EEUU en la Cámara de Representantes. La disputa electoral por el Senado presenta una división perfecta de 50-50.

Muchos pensaban que Donald Trump estaba derrotado, pero no es así. Está más fuerte que nunca a pesar de tres investigaciones que pesan en su contra que lo han dejado sin respiro al de jopo amarillo, a saber: la invasión al Capitolio en la que se lo acusa por instigar a sus simpatizantes a entorpecer la sesión del Congreso que ese día debía reunirse para validar el resultado de las elecciones; dos: el desastre de la pandemia por la negativa del entonces presidente a uso de mascarillas e inducir a sus conciudadanos a trabajar para evitar el paro de la economía y tres: la invasión abierta por la justicia tras haber hallado indicios de traición a la patria por los documentos confidenciales que se llevó en cajas de cartón a su mansión Mar-a-Lago en Florida.

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Las tres investigaciones han tratado deliberadamente de frenarle su paso de retorno a la Casa Blanca, con todo, ha resistido y sigue siendo fuerte. Ha declarado que jamás se habría desatado la guerra en Ucrania de haber permanecido al mando de EEUU y acusa a la administración demócrata de intolerante e incapaz de enfrentar la crisis económica con ajustes constantes de la FED que han encarecido el costo de vida de los norteamericanos. Ayer mismo dispuso subir los tipos 0,75 puntos por cuarta vez consecutiva, con lo que pretende frenar el ritmo del ascenso del precio del dinero, pero la inflación no cesa.

En cuanto a los pronósticos de las elecciones de medio mandato, la atención de los comicios del próximo martes está centrada en la disputa por el Senado. Todos los pronósticos señalan que los dos años que le quedan al presidente Biden serán más difíciles que los dos anteriores. La combinación matemática de todos los factores que se deben contar predicen una victoria más o menos clara de los republicanos en la Cámara de Representantes y una disputa muy cerrada por el Senado. Se habla de un perfecto 50-50 con voto decisorio y definitorio de la presidenta de ese cuerpo legislativo, la vice de Joe, Kamala Harris.