Nootrópicos: las drogas inteligentes de moda en Silicon Valley

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Foto: Thinstock / BBC

Imagínese que cada mañana, antes de ir al trabajo, pudiera tomar una pastilla que le ayudara a estar alerta, mantener la concentración, mejorar su memoria e incrementar su creatividad y productividad.

Eso es precisamente lo que están haciendo cada vez más personas en lugares como Silicon Valley -la capital mundial de la industria de la tecnología situada en el norte de California- donde en los últimos años han ganado popularidad los llamados nootrópicos.

Estas sustancias -cuyo nombre se deriva del griego “nóos” (mente) y “tropo” (dirección)- supuestamente tienen la capacidad de ayudarnos a mejorar nuestro desempeño mental, sin producir efectos secundarios negativos.

Pese al escepticismo que existe entre la comunidad científica sobre su eficacia, estos “potenciadores cognitivos” son cada vez más usados en ambientes laborales competitivos en los que el intelecto prima sobre cualquier otra cualidad.

Bajo el paraguas de los nootrópicos se incluyen, por ejemplo, compuestos químicos de la familia de los racetamos -como el piracetam o el pramiracetam- y sustancias como las vitaminas o los aminoácidos que se encuentran en numerosos alimentos y plantas, y pueden adquirirse en tiendas de suplementos nutricionales o herbolarios.

Algunos son fármacos usados para tratar a personas de edad avanzada que presentan una alteración en sus mecanismos cognitivos y que padecen enfermedades como la demencia o el Alzheimer.

Sus defensores aseguran que ayudan, por ejemplo, a mejorar la memoria, la capacidad de aprendizaje y la concentración.

A menudo se incluyen medicamentos como el Adderall, que se prescribe para tratar trastornos como la hiperactividad y la narcolepsia, pero que son utilizados también por los estudiantes como potenciadores cognitivos, pese a producir efectos secundarios como arritmia o ansiedad.

Cada vez más populares

En el caso de los nootrópicos, el doctor rumano Corneliu E. Giurgea estableció en los años 70 que para ser coniderados como tales, además de potenciar las capacidades cognitivas, no deben ser tóxicos, adictivos o tener efectos secundarios significativos.

No existe consenso sobre cómo funcionan muchas de las sustancias consideradas nootrópicos, aunque los que las utilizan creen que mejoran el metabolismo cerebral.

Pese a que no hay cifras oficiales, en países como EE.UU. su uso ha ido en aumento en los últimos años, proliferando en internet los blogs y foros en los que se discute qué sustancias se han de consumir y en qué cantidades.

Ante el incremento de la demanda, también se han multiplicado las compañías que se dedican a comercializar pastillas que contienen diversas sustancias consideradas nootrópicos, como la cafeína o los ácidos omega 3.

Algunas de esas empresas, como Nootroo y Nootrobox, son startups de Silicon Valley que aseguran contar entre sus inversores con nombres importantes de la industria de la tecnología.

Una de las cosas que preocupa a algunos expertos en salud es el que muchos usuarios están comprando los nootropicos a través de internet, sin poder verificar su procedencia y calidad.

Además, señalan que los efectos de los nootrópicos dependen de las cantidades que se tomen y del metabolismo de quien los esté consumiendo, sin que existan estudios que hayan determinado sus efectos a largo plazo.

“Efectos fisiológicos beneficiosos”

Hace unos años que Jesse Lawler, un programador informático residente en Los Ángeles, empezó a interesarse por los nootrópicos y otras drogas inteligentes.

“Cuando descubrí las drogas inteligentes me di cuenta de que podían ser útiles para el tipo de tareas mentales que tenía que hacer en mi trabajo diario”, explica Lawler, quien produce y presenta el podcast Smart Drug Smarts.

“A mi me han resultado muy útiles para, por ejemplo, mantener periodos de concentración largos. Las utilizo como herramientas para mejorar mi estado mental”, explica Lawler en conversación con BBC Mundo.

Lawler asegura que “en nuestra sociedad la palabra droga tiene connotaciones negativas” y señala que las drogas que él toma “tienen efectos fisiológicos beneficiosos”.

“Además, trato de seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio. Nunca tomaría nada que pudiera tener un efecto negativo sobre mi cuerpo y en particular sobre mi cerebro”, asegura Lawler, quien señala que los nootrópicos son especialemnte populares entre los trabajadores de Silicon Valley y Wall Street.

“Con las drogas inteligentes existe la idea de que si las tomas para potenciar tu inteligencia estás haciendo trampas. (…) No creo que haya nada malo en querer que tu cerebro funcione mejor”.

Lawler reconoce que entre los usuarios de los nootropicos existe “confusión sobre qué sustancias hay que tomar y cómo hay que tomarlas” y que hay mucha gente que está aprovechando para hacer dinero”.

“Si piensas comprar algo en internet hay que tener mucho cuidado”, advierte.

“Mejor hacer ejercicio”

Lucien Thomson, profesor de neurociencia de la Universidad de Texas en Dallas, pone en duda la eficacia de muchos de los nootrópicos “ya que los estudios llevados a cabo no son concluyentes”.

“Muchos de los sistemas de neurotransmisores que conocemos y que están involucrados en la memoria también participan en otros procesos, así que si se toma algo para mejorar la memoria se estarán afectando otras funciones cerebrales, con efectos impredecibles”, asegura Thomson en conversación con BBC Mundo.

“Además, no se pueden controlar las cantidades de estas sustancias que la gente está tomando. (…) No contar con la supervisión adecuada y no tener en cuenta los posibles efectos secundarios puede tener consecuencias peligrosas”, apunta el experto.

“La mejor estrategia para mejorar las funciones cognitivas es mantener una buena salud física. Sabemos que la plasticidad del cerebro mejora con el ejercicio. La gente desafortunadamente lleva un estilo de vida sedentario y esperan solucionarlo con una pastilla, lo que es absurdo”.

“Además, hay que estar mentalmente activo -haciendo crucigramas por ejemplo- y mantener interacciones sociales -y no me refiero a las redes sociales- sino hablar con otras personas. Todo eso tiene beneficios para la memoria”.

Thomson no niega que haya algunos fármacos que puedan tener efectos positivos para la memoria, aunque señala que “la mayoría de los que se comercializan como nootrópicos no han mostrado efectos beneficiosos en los estudios que se han llevado a cabo”.