Primera Parte
El periodista argentino Jorge Lanata, denunció que en los viajes programados en el Tango 01, el avión presidencial de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, hacía una parada obligatoria en Seychelles, un conjunto de islas en el océano Índico al noroeste de África, el paraíso fiscal preferido por los Kirchner. Lo que a Lanata no le gustó, es que un estudiante de la carrera de periodismo haya denunciado que entrevistado por el diario panameño La Estrella, Ramón Fonseca Mora, director del estudio de abogados Mossack Fonseca, denunció que el periodista viajó varias veces a Panamá y Nevada auspiciado por el Fondo NML de Paul Singer, otro oscuro personaje vinculado a la oscura trama.
Se trata de una desventura ideológica probablemente más que de una traición a sus valores y principios como de hecho quedó comprobado tras conocerse la filtración de los archivos confidenciales develados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), y el gran interés que ha generado el modus operandi de personalidades mundiales por ocultar sus fortunas en paraísos fiscales evadiendo normas impositivas en sus países de origen.
El escándalo de las filtraciones de ICIJ, la mayor conocida al momento; se habla de 11.5 millones de archivos, más de la mitad de las efectuadas por Wikileaks del australiano Julian Assange, demuestra el alcance del poder e influencia de las familias, instituciones y empresas más ricas del planeta en un nuevo capítulo de la guerra sórdida por el control y la vigilancia de la humanidad. Devela, también, la sorprendente evolución de la tecnología de la que nadie puede escapar. A no ser unos pocos, claro.
En este escenario, muy desafortunadas han sido las declaraciones de la ministra de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción Leny Valdivia que ingenuamente pidió al Consorcio de Periodistas un informe para conocer si en la lista figuraban registros de bolivianos con fortunas mal habidas y, por lo tanto, escondidas en paraísos fiscales. La respuesta que le curso la ICIJ a la autoridad boliviana podría entrar en los récords Guinness a otra de las metidas de pata de la dignataria del Estado Plurinacional.
La impaciencia es una muy mala consejera cuando se desconoce la increíble relación que existe en esta lucha de poderes en el mundo del dinero. ¿Le interesará a un Gobierno que se hace llamar socialista saber quiénes ocupan lugar en esas listas? Probablemente sí, no solo por mera casualidad, sino porque el apetito de intrigas que se tejen alrededor de la historia podría convertirse en otro motivo para aplicar el apriete contra quienes aparecen en la relación offshore. Lo que parece muy poco probable. Los paraísos fiscales existen desde que Jesús hablo y dijo “dad al Cesar lo que es del Cesar”. Nadie quiere dar al Cesar la mitad de su fortuna y se abrió el debate. Pero para intranquilidad de la ministra, las filtraciones del consorcio pretenden afectar a grupos entre los que podrían aparecer también organizaciones indígenas que son incómodas a quienes promueven la investigación para manchar su reputación, imagen y prestigio.
La historia de la primera parte
Al caso Panamá Papers lo hemos dividido en tres partes. En esta primera le presentamos los antecedentes y motivos, en la segunda a los afectados y en la tercera el objetivo y lo que se oculta detrás de la investigación.
Los peces gordos son tan gordos, podríamos imaginar decidan filtrar cierta arista de la información para distraer la atención mundial acerca de un probable divorcio, intrigas para devaluar a Donald Trump o a otros o simplemente para encubrir el más grande envió de drogas de una parte a otra del mundo.
Por ahora no se sabe, o no se dijo, que detrás de la movida de semejante filtración se encuentra el poderoso grupo Rothschild que compite con otras fortunas por el control de toda actividad económica del planeta a través de actividades absolutamente lícitas: alimentación, medicina, ciencia, tecnología; seguridad y defensa, además de otras de comercio ilícitas Una explosiva combinación donde se encubre todo lo que nadie se ha podido imaginar.
Es obvio que siempre habrá quien esté dispuesto a ocultar fortunas mal habidas a cambio de seguir lavando fortunas mal habidas. Este parece ser el caso del turbio buffett de abogados Mossack Fonseca, radicado en Ciudad de Panamá, que se ha pasado los últimos 40 años tendiendo oscuros puentes para esconder las obscenas cuentas de su clientela. Tras la filtración, los multimillonarios interesados han puesto al descubierto los nombres de cientos de otros también multimillonarios, no tan multimillonarios como los primeros; sus abrumadores contactos. De momento son ya 72 los actuales y retirados jefes de estado vinculados con sociedades opacas en paraísos fiscales, sociedades que Mossack Fonseca se encargaba de articular.
“Hoy Mossack Fonseca se ha convertido en uno de los mayores proveedores al por mayor de paraísos fiscales secretos”, ha escrito el ICIJ. “Dispone de una red de más de 500 empleados y colaboradores repartidos en más de 40 oficinas por todo el mundo, entre las que destacan tres en Suiza y ocho en China. En 2013 la firma facturó más de US $42 millones”. Así es cómo funciona la trama: digamos que usted dispone de un yate en el exclusivo puerto de St. Tropez, en la Costa Azul. Así que tiene un yate divino pero no quiere que nadie sepa que te pertenece, ni el yate ni nada de lo que contiene. Y no quiere porque es un político corrupto, alguien que no podría permitirse, ni remotamente, viajar en semejante palacio flotante. Así que en lugar de declarar que es el propietario del yate, acude a Mossack Fonseca y lo registra bajo el impersonal nombre de una sociedad secreta que la firma panameña se encarga de tramitar. Basta con suscribir la transacción para que se convierta virtualmente imposible de localizar: nadie podrá averiguar quién es el dueño del palacio. La misma artimaña puede emplearse para ocultar del conocimiento público la titularidad de una isla privada, de 10 millones o de cualquier número sustancial de bienes o de fondos.
En México, el semanario Proceso y Aristegui Noticias -medios que tuvieron acceso a la filtración- publicaron que el empresario Juan Armando Hinojosa Cantú esconde por lo menos US $100 millones en distintos paraísos fiscales para evitar las leyes mexicanas. El empresario es conocido por haber construido la casa de Angélica Rivera, esposa del presidente Enrique Peña Nieto, al tiempo que sus empresas recibían concesiones gubernamentales en materia de construcción.
Otro caso al que hacen referencia los medios mexicanos, es el de Alfonso de Angoitia, vicepresidente de Televisa -la televisora mexicana más importante- quien habría creado una empresa fantasma en las Islas Bahamas. De igual forma, Ricardo Salinas Pliego, presidente de TV Azteca, estaría involucrado en la trama; y a la lista se agrega Ramiro Garza Cantú, contratista de Pemex.
Es probable que se descubra algún día que una de las 97 fortunas que figurarían en la lista estén a nombre de bolivianos; alguna relación con narcotraficantes que alguna vez negociaron envíos de droga con la mafia internacional, aunque también sabemos hace años que el negocio está articulado precisamente para ser una transacción comercial global. Lo que la ministra de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción quería descubrir es si la fortuna del empresario y jefe político Samuel Doria Medina está escondida en los registros de Mossack Fonseca. Finalmente la ministra tuvo que reconocer que la venta de las acciones de la mayor industria cementera al Grupo peruano Gloria fue absolutamente legal y tan transparentemente posible en la BBV, entidad que hace pie y que al Gobierno del presidente Morales no le interesa dañar.
Panamá Papers: Segunda Parte
El periódico bávaro SZ ha relatado que una fuente anónima contactó a sus periodistas hace como un año. La fuente les habría suministrado 2,6 terabites de información de la firma Mossack Fonseca, que se dedica a vender compañías opacas por todo el mundo. “Estas compañías opacas habrían permitido ocultar a sus titulares todas sus transacciones, sin perjuicio de lo turbias que estas pudieran llegar a ser”, ha informado SZ, que también ha denunciado que entre los clientes proverbiales del despacho panameño se contarían “miembros de distintas organizaciones criminales”, además de la mareante cantidad de miembros de la élite política, sus familiares y de sus acólitos.
Objetivamente nadie cree que un empresario o político boliviano a no ser para indagar en el morbo popular, como se ocupa la prensa del caso Zapata, tenga estrecha relación con los grupos mundiales de poder capaces de generar u obligar a una deserción. “La filtración ha descubierto las fortunas de 12 líderes mundiales en activo y ha destapado cómo miembros del círculo del presidente ruso Vladimir Putin han amasado secretamente fortunas de hasta US $2000 millones a través de bancos y sociedades opacas”. La pregunta es a quién le interesa desprestigiar al líder ruso, de hecho un serio dolor de cabeza para los poderosos intereses del mundo capitalista de Occidente.
Los documentos contienen detalles muy reveladores sobre escándalos que van desde la apropiación de oro en Inglaterra, a un obsceno caso de lavado de dinero de la política brasileña, o a las acusaciones de soborno que recaen de nuevo sobre la FIFA, el putrefacto organismo que regula el fútbol internacional.
Los offshore y los afectados
“En términos generales tener una sociedad opaca no es ilegal en sí misma. De hecho, fundar una empresa fantasma podría ser un movimiento lógico para una amplia variedad de transacciones”, explican desde SZ. “Sin embargo, un rápido vistazo a los Panamá Papers nos descubre enseguida que, en la mayoría de los casos, estas sociedades se habrían fundado con el propósito exclusivo de encubrir las identidades de sus propietarios”.
El primer ministro islandés Sigmundur Davîo Gunnlaugsson se vio obligado a dimitir tras descubrirse su implicación en la trama. Tanto Gunnlaugsson como varios miembros de su gabinete habrían acudido a una sociedad opaca para esconder su dinero. Los documentos han descubierto que Gunnlaugsson y su Anna Sigurlaug Palsdottis, su mujer y socia, fundaron una sociedad offshore en las islas Vírgenes británicas, de la mano de Mossack Fonseca. El pueblo islandés exigió elecciones anticipadas y responsabilidades. Gunnlaugsson asumió la presidencia del país después de la hecatombe financiera de 2008. Entonces prometió defender al país de sus acreedores internacionales, a quienes tachó de “buitres”. Algo similar con el caso de la expresidenta argentina Cristina Fernández.
La filtración también descubre las sociedades opacas empleadas por un elevado número de miembros de la cúpula política rusa. Si bien el nombre de Putin no aparece en ningún documento, lo cierto es que decenas de sus amigos y de sus familiares estarían seriamente implicadas. Los documentos han destapado el caso de Sergey Roldugin, un reputado violoncelista y uno de los amigos más viejos de Putin. Roldugin es titular de tres sociedades opacas valoradas en más de US $100 millones: Sonette Overeas, International Media Overseas y Raytar Limited. Las dos primeras fueron creadas por el banco Rossiya, radicado en San Petersburgo, y que las autoridades estadounidenses ya han descrito como el “banco amigo” de Putin. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó en 2014 una orden ejecutiva en la que imponía sanciones económicas al banco Rossiya, por la anexión de Crimea.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, también aparece mencionado en los documentos. El oligarca ascendió al poder en 2014 después de que un levantamiento popular derrocara al régimen de su corrupto antecesor, Viktor Yanukovych. Poroshenko se reivindicó entonces como un político distinto. Hasta que los Panamá Papers han descubierto que “el rey del chocolate” -como se le conoce debido a una famosa empresa de golosinas que forma parte de su imperio corporativo- estaba repartiendo los beneficios de sus inversiones en paraísos fiscales.
El presidente de Siria, el dictador Bashar al-Assad, y sus dos primos, Rami y Hafez Makhlouf, también aparecen mencionados en los documentos. Rami ha sido el responsable de los sectores del petróleo y de las telecomunicaciones en Siria. Hafez, por su parte, ha dirigido el aparato de inteligencia y seguridad del implacable régimen. En 2012 la comunidad internacional empezó a castigar a algunos de los hombres de confianza del régimen de Assad con importantes sanciones económicas. El departamento del Tesoro de Estados Unidos descubrió entonces la existencia de una empresa llamada Drex Technologies, una sociedad limitada con domicilio en las islas Vírgenes británicas. Los hermanos Makhlouf habían acudido las sociedades opacas para encubrir sus fortunas financieras y eludir las sanciones. Para cuando los Makhlouf fueron vinculados con la compañía, los hermanos ya habían trasladado sus bienes a otro paraíso fiscal.
Los datos recabados también descubren cómo el rey Salmán de Arabia Saudí, habría utilizado el dinero de una empresa con domicilio en las islas Vírgenes británicas para pagar las hipotecas y sus propiedades de lujo en Londres, además del yate que tiene atracado en Marbella. La embarcación cuenta con su propio salón de banquetes y dispone de espacio suficiente como para acoger a 30 invitados.
El caso francés
El rotativo francés Le Monde anunció que algunos amigos cercanos de Marine Le Pen, la líder del partido de ultraderecha francés Frente Nacional, y de su padre, el retrógrado fundador de la xenófoba formación, Jean Marie Le Pen, estarían contemplados en los Panamá Papers. La divulgación de nombres de implicados estrechamente vinculados al Frente Nacional, podría afectar negativamente a la creciente popularidad del partido. La formación comandada por los Le Pen ha crecido de manera exponencial en el país galo apuntalada sobre un discurso anti-migratorio y populista que propone la limpieza étnica como solución para combatir al terrorismo y preservar los valores tradicionales franceses.
Los Panamá Papers podrían, además, arrojar más luz sobre la investigación por “blanqueo de capitales y defraudación fiscal”, a la que se enfrentan Le Pen padre y su esposa Jeanine. Los investigadores trabajan para determinar si el exmayordomo del neofascista, Gérald Gérin, habría ayudado a la pareja a transferir grandes cantidades de dinero dentro y fuera del país.
Según Le Monde, Mossack Fonseca podría haber ayudado a esconder parte de la fortuna de Le Pen en un paraíso fiscal domiciliado en el año 2000 en una isla caribeña. Se estima que el político xenófobo galo habría escondido 2,2 millones de euros en facturas, lingotes y monedas de oro. La Hacienda francesa se habría interesado por el origen de las transacciones, después de observar las sospechosas operaciones bancarias del mayordomo.
Latinoamericanos implicados en las filtraciones
Uno de los implicados latinoamericanos es el actual presidente de Argentina, Mauricio Macri. Los papeles revelan que Macri tenía entonces varios bienes registrados en un paraíso fiscal familiar domiciliado en las Bahamas. Sin duda, el implicado, ha sido un hombre que aprendió a hacer todo eso antes de ser elegido. El conservador exalcalde de Buenos Aires y expresidente del club de fútbol Boca Juniors, es uno de los integrantes de los “doce del patíbulo”, la plana mayor de líderes salpicados por la porquería que han ventilado los 11,5 millones de documentos que se han filtrado del despacho de Mossack Fonseca.
Macri aparece como director de la empresa Fleg Trading fundada en 1998 en las Bahamas y disuelta en 2009. De tal forma, la primera pregunta que ha afluido es por qué el presidente no incluyó a su empresa en su declaración fiscal de bienes durante los dos años que fue alcalde de Buenos Aires, en 2007 y 2008. El despacho del presidente salió al paso de las preguntas y las denuncias populares. Según su gabinete, Macri no estaba obligado a declarar nada relacionado con Fleg Trading porque no tenía ninguna participación en la empresa. “Solo fue director circunstancial, designado en el marco de la confianza que exigía la dinámica de los negocios del grupo familiar en aquella época”, reza un comunicado emitido por Presidencia. “El señor Mauricio Macri nunca tuvo, ni tiene una participación en el capital de esa sociedad”.
Existe un gran desprecio por Macri desde un sector de la Argentina dada que su vocación empresarial pareciera encubrir a un personaje apátrida, elitista y avaricioso. Pero otra porción de la población, sin embargo, votó y apoyó su candidatura en 2015 seducida por una de sus promesas electorales más potentes ante una sociedad cansada de mentiras y robos de su clase política: ser implacable con la corrupción. La aparición de su nombre en las filtraciones de los papeles de Panamá promete dejar secuelas en la opinión pública con respecto a su persona.
Como no es de extrañar, el partido de la oposición ha sido el primero en señalar a Macri y su falta de escrúpulos. Claro que el partido de la oposición también cuenta con su propio embajador en el escándalo, nada menos que Daniel Muñoz, el que fuera secretario personal tanto de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Daniel Muñoz aparece como principal accionista de una empresa fundada en las Islas Vírgenes Británicas en 2010.
“La familia Kirchner no figura en ninguna investigación de esta lamentable estafa en la que se desprestigia al país”, reza un comunicado. Luego añade que Fernández de Kirchner lleva tiempo siendo criticada por haber procurado paraísos fiscales para los ricos. “Quien sí está mencionado y con protagonismo central en las revelaciones de hoy, lamentablemente para nuestro país es nada menos que el presidente Macri”.
Claro que más allá de los improbables desmentidos de la clase política argentina, lo cierto que el otro ilustre ciudadano del país implicado en el escándalo no es otro que Lionel Messi. El astro argentino se está acostumbrando a aparecer en las páginas de Economía tanto como en las de Deportes. Su familia, una vez más, está implicada en un paraíso fiscal, un negocio en el que se habría embarcado, apenas cinco días después de que Messi pagara su astronómica deuda con la hacienda española, a la que defraudó durante dos años consecutivos.
Por su parte, en Brasil, donde la corrupción se ha convertido en el grotesco desfile de carnaval de la élite política y económica, la erupción de los Panamá Papers ha añadido todavía más leña al fuego del peor escándalo político y económico de la historia reciente del país, el escándalo Petrobras. Entre los políticos mencionados en los documentos se cuenta el congresista Eduardo Cunha, individuo que se encuentra bajo investigación por presunta corrupción y que, curiosamente, es el promotor del juicio político a Dilma Rousseff.
“En comparación con los rusos, los árabes, los chinos y con los islandeses, los brasileños todavía están lejos de adjudicarse el título olímpico por corrupción. Ni siquiera podrían aspirar a ocupar un lugar en el pódium del blanqueo de capitales, y se quedarían lejos del bronce en malversación de fondos”, opina Roberto Toledo, columnista del periódico Estado de São Paulo, uno de los periódicos del país que ha participado en las investigaciones que fueron filtradas, inicialmente, a la redacción del periódico alemán SZ, y cuya exploración y difusión han sido coordinadas por ICIJ.
La alusión a César Rosenthal, un hondureño perteneciente a una influyente familia de políticos y empresarios, entre quienes se contaría su padre, actualmente investigado por un caso de lavado de dinero en Estados Unidos, apenas ha sido mencionada en los medios de su país. Rosenthal aparece como máximo accionista en una compañía fundada en 2014. La empresa en cuestión adquirió un avión que fue confiscado en octubre por las autoridades guatemaltecas, a pesar de que no se descubrió ninguna ilegalidad.
Otros implicados
Pilar de Borbón, hermana del rey Juan Carlos, el director de cine Pedro Almodóvar y su hermano, o miembros de la familia Domecq son algunos de los españoles cuyo nombre ha trascendido. El Confidencial, medio que junto a La Sexta está divulgando en España estas informaciones, cifra en al menos 1.200 sociedades, 558 accionistas, 166 clientes intermediarios y 89 beneficiarios las referencias con dirección postal en España, aunque matizan que la cifra puede ser mayor si se han utilizado direcciones en el extranjero.
Las filtraciones también detallan los paraísos fiscales de que disponen los familiares y los socios del expresidente chino Li Peng, del primer ministro británico, David Cameron, y del ex dictador libio, el fallecido Muammar Gaddafi, entre otros.
Gerard Ryle, director del ICIJ ha señalado a la BBC que los documentos filtrados recorren los últimos 40 años de las transacciones diarias de Mossack Fonseca. “Creo que este descubrimiento se convertirá en el mayor golpe jamás asestado a la existencia de los paraísos fiscales. Especialmente, por la cantidad de documentos de los que disponemos”.
Panamá Papers: Tercera Parte
Una de las primeras conclusiones a la que llegaron los expertos en paraísos fiscales es la notoria ausencia de clientes norteamericanos del bufete Mossack Fonseca. Salvo mejor afán al desprestigio, al menos en la primera parte de la filtración, no aparecen clientes norteamericanos. La versión digital del periódico Zerohedge da cuenta que las primeras filtraciones hablan de unos 400 clientes norteamericanos, aunque ninguno puede considerarse de “alto perfil”. De hecho, mucha gente se está empezando a preguntar por qué razón, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) no hace público el listado completo de los archivos filtrados para material de consulta libre, como ha hecho Wikileaks. En eso debió haber estado pensando la ministra de Transparencia de Bolivia cuando solicitó a ICIJ la lista completa de la investigación. Al respecto, el director del ICIJ, Gerard Ryle, dijo que los medios de comunicación no tienen planes para liberar el conjunto de datos completo, como hace Wikileaks, argumentando que al hacerlo expondría la información sensible de particulares inocentes, junto con la información de figuras públicas que es en las que el grupo de periodistas ha centrado su atención.
Ryle afirma que aconsejó a los reporteros de todos los medios de comunicación participantes en el asunto que “actuaran en función del interés público de su país”. Esta declaración expone inadvertidamente muchos de los factores sospechosos que rodean al asunto. Ryle acusó a Wikileaks de “ser irresponsable”, mientras defendió a los periodistas de ICIJ como “auténticos periodistas responsables”. La respuesta de Julian Assange fundador de Wikileaks, no ha podido ser más acertada y demoledora. A través de su cuenta de Twitter, acusó a ICIJ de haber sido financiada por diversas fundaciones que se dedican, exclusivamente, a defender los intereses norteamericanos en todo el mundo.
Y citó al multimillonario y especulador George Soros (a través de su fundación Open Society), la Fundación Ford y a USAID, (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), organismo aparentemente independiente que sigue las directrices estratégicas del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Una de las conclusiones es que las filtraciones poco tendrían que ver con “perseguir a los poderosos”, “acabar sus privilegios elitistas” o “sentar las bases de un mundo mucho mejor y más transparente”. La maniobra mediática a escala masiva, parecería obedecer a los intereses de determinadas élites, en detrimento de otras que quizás no son tan “élites”.
Análisis del asunto
El ICIJ se ha negado hacer públicos todos los datos de la filtración. Quienes tienen acceso a la información que generó revuelo internacional son los periodistas que trabajan para el ICIJ, sólo ellos con el argumento de “no exponer información sensible de particulares inocentes”. Los críticos de la investigación han advertido que ICIJ está encubriendo a grupos influyentes para ocultar lo que están haciendo. Además, la filtración dispara contra todos los paraísos fiscales que hacen la competencia a los paraísos fiscales norteamericanos, radicados en los estados de Nevada, Wyoming y Dakota del Sur, que son promovidos por el conocido clan de banqueros Rotshchild. De ser así estaríamos frente a una maniobra de manipulación a gran escala y a múltiples niveles.
Los Rothschild y las élites financieras norteamericanas
No sería la primera vez que dat0s denuncia al clan Rothschild en su estrategia de reconfigurar el mundo a nivel económico, político y social y sentar las bases de un nuevo paradigma global; aquello que en determinados círculos alternativos se conoce como Nuevo Orden Mundial. A este nivel, la persecución de los paraísos fiscales tendría como objetivo promover la creación de organismos globales que se encarguen del control bajo el pretexto de luchar contra el “fraude fiscal global”.
Una clave de esta presunta lucha contra el fraude fiscal global sería impulsar la eliminación del dinero físico, sustituyéndolo por dinero electrónico para evitar el fraude; el resultado: mayor control sobre el estado financiero de particulares y grupos. Una vez creados los organismos de control global, el siguiente paso sería la conformación de un Gobierno de élite global encabezado por corporaciones transnacionales y gobiernos particularmente afines.
Es lo que oculta el escándalo de los Panamá Papers.
El caso y sus implicaciones
• El propio director del ICIJ, expone que la información completa sobre los clientes del bufete Mossack Fonseca, no se hará pública y que serán unos pocos periodistas afiliados que decidirán quiénes son expuestos a la luz pública y quiénes no.
• Esa información puede ser utilizada como arma política para atacar a determinadas figuras contrarias a los intereses de los medios de comunicación que publiquen la investigación y de los poderes políticos que representan.
• La investigación podría servir de venganza o manipulación para alentar intereses políticos y económicos de un grupo en detrimento de otro.
• También pueden ser enemigos ideológicos, religiosos, étnicos, culturales, deportivos e incluso personales.
• Puesto que los interesados pueden ser muchos y muy variados, e incluso contradictorios ideológicamente, se puede deducir que desde un principio la información podría haber sido vendida o subastada, utilizando como intermediarios a los principales medios con acceso a la investigación.
• La información puede ser usada como arma de chantaje, manipulación o dar pie a campañas de desprestigio en periodos clave, por ejemplo en tiempos de elecciones.
• Se trataría de un negocio redondo para los grupos que la promueven. Se sabe que el multimillonario George Soros pone dinero en especulaciones para generar inestabilidad.
Los intereses que se ocultan tras los “Panamá Papers”
Cuando se inicia una operación de esta magnitud, nunca se hace con un solo y simple objetivo, se plantea para alcanzar diferentes metas. Estos algunos de los niveles:
a) En el nivel más bajo, está la población que responde a estas filtraciones con gran indignación, desconociendo los intereses que entran en juego.
b) En un nivel superior, tenemos a grupos, empresas, organizaciones o individuos con poder de compra para atacar con ella a sus enemigos políticos, ideológicos, étnicos y religiosos. Determinados poderes que utilizan la investigación de forma discrecional, obedeciendo a factores de interés local. Es decir el objetivo es generar pequeñas guerras locales, así como “conflictos indígenas”.
c) Por encima de este nivel, estarían los gobiernos que ven en la filtración la oportunidad de perseguir la evasión fiscal para conseguir ingresos adicionales en un momento de “vacas flacas” y justificar además un aumento de la presión y el control fiscal sobre los ciudadanos.
d) En el nivel superior a los gobiernos, se ubicarían núcleos multinacionales de poder que manipularían de acuerdo a sus intereses geoestratégicos.
e) Aún por encima de ellos, el interés de perseguir y acabar con los paraísos fiscales que hagan la competencia a los paraísos fiscales norteamericanos.