Petrolera venezolana donó medio millón de dólares para la investidura de Trump

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Donald Trump recaudó un récord de 106,7 millones de dólares para las fiestas de celebración de su toma de posesión en enero como presidente de Estados Unidos, más del doble que el anterior máximo de Barack Obama en 2009. Las donaciones de empresas y multimillonarios permiten intuir qué colectivos tratan de causar una buena impresión en la toma de decisiones del mandatario republicano. La cifra récord contradice la promesa de Trump de “drenar la ciénaga” de Washington en alusión a la maquinaria financiera que influye en la política estadounidense.

El más generoso fue Sheldon Adelson, el magnate de casinos que es un actor clave en el universo conservador, que donó 5 millones de dólares a Trump, según las estadísticas oficiales difundidas este miércoles. También abonaron algunas de las principales multinacionales estadounidenses, pero hubo sorpresas. Pese a las estrecheces económicas de Venezuela, Citgo, la filial estadounidense de la compañía pública petrolera venezolana PDVSA, escribió un cheque de 500.000 dólares para la investidura de Trump.

El regalo superó el de grandes compañías norteamericanas como Pepsi (250.000 dólares) o Walmart (150.000) e igualó el de JP Morgan Chase y Exxon. La donación de Caracas parece ser una muestra de buena voluntad hacia la nueva Administración, que por ahora ha servido de poco. El Gobierno de Trump ha elevado en las últimas semanas el tono ante el de Nicolás Maduro por la crisis que sacude el país caribeño.

Cada presidente impone las condiciones del sistema de donaciones. Trump no impuso ningún límite. En 2009, Obama solo aceptó regalos de hasta 50.000 dólares y prohibió las donaciones de empresas y lobistas. Cuatro años después, el demócrata sí aceptó cheques de empresas (de hasta un millón de dólares) y elevó el límite a individuos hasta 250.000 dólares cada uno.

Muchas de las compañías que donaron a Trump ya lo hicieron a Obama en el pasado. Ahora, como entonces, tienen grandes intereses en juego que dependen de las decisiones del hombre más poderoso del planeta.

Por ejemplo, Boeing y Lockheed Martin dieron un millón de dólares respectivamente a la investidura de Trump. Es la misma cifra que entregó Boeing en 2013 a Obama, según la agencia Reuters. Antes de su toma de posesión, el 20 de enero, el republicano Trump criticó duramente el coste de los aviones que venden ambos fabricantes al Gobierno estadounidense.

En el sector financiero, hubo donaciones de un millón de dólares de Charles Schwab o Bank of America Corp. La banca confía en que el Gobierno Trump suavice las regulaciones impuestas por Obama tras la crisis financiera de 2008.

Otra de las compañías más generosas fue AT&T, que donó 2,1 millones de dólares. El gigante de telecomunicaciones está a la espera de que el Gobierno decida si aprueba o no su fusión con Time Warner. A la investidura de Obama en 2013, la empresa entregó 4,6 millones.