Popularidad de Marina Silva amenaza reelección de Dilma Rousseff
El regreso de Marina Silva a la disputa presidencial del próximo mes de octubre en Brasil, tras la muerte del candidato Eduardo Campos (Partido Socialista Brasileño, PSB) el pasado miércoles, 13 de agosto, ha cambiado el escenario electoral. El instituto Datafolha divulgó este lunes una encuesta, la primera tras el accidente de avión que mató a Campos, en la que Silva, de ser candidata del PSB, obtendría un 21% de los votos en la primera vuelta. El candidato Aécio Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña, PSDB) lograría un 20%, mientras la presidenta Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores, PT) se mantendría en el liderazgo con el 36% del electorado. Sin embargo, si Silva logra ir a la segunda vuelta con Rousseff, lograría el 47% de los votos, mientras la presidenta obtendría un 43%. Las dos estarían técnicamente empatadas por el margen de error de dos puntos porcentuales.
Rousseff y Neves han mantenido el mismo resultado de la encuesta realizada hace un mes por el Datafolha. En esa ocasión, Campos obtuvo un 8% de las preferencias de voto, un 13% menos que tiene ahora Silva, quien hasta la semana pasada era su candidata a la vicepresidencia. Es decir, que su éxito en este último sondeo se debe a que ella recibiría el voto de muchos que no tenían claro a cuál candidato iban a votar. En la encuesta de hace un mes, las intenciones de voto nulo o en blanco eran de un 13%; con Silva como candidata, ese porcentual ha bajado al 8%. Los indecisos, que eran el 14% de los electores, hoy son el 9%. El PSB se reunirá el próximo miércoles en Brasilia para oficializar la candidatura de Silva.
Por su parte, si se disputan la segunda vuelta Rousseff y Neves, la presidenta vencería con un 47% de los votos, mientras Neves obtendría un 39%, según el Datafolha. En julio, los sondeos apuntaban a un empate técnico entre los dos: un 44% para Rousseff y un 40% para su opositor.
El apoyo a la ambientalista no es una sorpresa. En abril de este año, antes de que se definiera quién sería el candidato a la presidencia de la alianza entre Campos y Silva, el Datafolha hizo una encuesta en la que ella sumaba un 27% de las intenciones de voto, mientras Neves tenía un 16% y Rousseff un 39% del apoyo.
Algunos expertos creen que la conmoción con la muerte de Campos podría darle la victoria a Silva. El abogado y escritor Antonio Campos, hermano de Eduardo Campos, aseguró en una entrevista a EL PAÍS este fin semana que un sondeo interno del PSB mostraba que Silva iría a la segunda vuelta y que vencería a Rousseff.
Para Renato Meirelles, presidente del instituto Data Popular, el poco tiempo de campaña es algo que favorece a la nueva candidata. “Tenemos 45 días hasta las elecciones, lo que es muy poco para deshacer la figura de Silva. A estas alturas, es mejor como imagen que como candidata”, sostiene. Eso porque ella se beneficia de la conmoción de los brasileños por la muerte de Campos. No obstante, tendrá que responder cómo lidiará con cuestiones fundamentales, como el combate a la inflación, la retomada del crecimiento y el aumento de empleos.
Son esos flancos que deberán ser atacados por los opositores de Silva, así como su falta de experiencia en cargos ejecutivos. Neves tiene la ventaja de haber sido gobernador del Estado Minas Gerais por dos mandatos, entre 2003 y 2010, y de presentar la mejora de diversos índices, como el de la seguridad y educación. La presidenta Rousseff necesitará, a su vez, subrayar los éxitos de su Gobierno para mantener el liderazgo en las encuestas. El politólogo Rafael Cortez, de la consultoría Tendencias, sostiene que el reto de la presidenta es trabajar en la reconstrucción de la imagen de su administración. “Si no lo hace, la tendencia es que gane Marina”, argumenta. Sin embargo, la encuesta de este lunes también muestra que la evaluación del mandato de Rousseff ha mejorado respecto a hace un mes: los que consideran a su Gobierno como óptimo o bueno ha pasado del 32% al 38% de los entrevistados, mientras los que creen que es malo o pésimo ha bajado del 29% al 23%.
Cortez también subrayó que es normal que Silva haya presentado un crecimiento: además de la conmoción, tiene poco rechazo de los electores y parece personificar el cambio que desea el 70% de los brasileños. Según el Datafolha, solo un 11% de los entrevistados la rechazan, mientras un 18% a Neves y un 34% a Rousseff. Para Cortez, el reto de Silva es mantener este elevado apoyo. Una tarea difícil, pues ella ha ganado el respaldo de un grupo que utiliza su voto como protesta y no el de sus adversarios. “Este aumento no es lo suficiente”, afirma.
La encuesta del Datafolha divulgada este lunes entrevistó a 2.843 electores en 176 municipios los días 14 y 15 de agosto; es decir, justo después de la muerte de Campos en un accidente de avión. Neves comentó a través de un comunicado que el resultado de la encuesta era esperado. “Hoy, soy el conductor de un proyecto para Brasil. Un proyecto que incluye la retomada del crecimiento, la mejora de los índices sociales y de la eficiencia del sector público […] Me fío de que estaremos en la segunda vuelta y listos para vencer las elecciones”.