Republicanos culpan a Obama de crisis migratoria

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El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Boehner, fustigó este jueves al mandatario de su país, Barack Obama, por pedir fondos de emergencia para afrontar la crisis humana en la frontera con México por el masivo arribo de menores centroamericanos indocumentados que viajan sin acompañantes adultos, y aseguró que “no le daremos un cheque en blanco” por considerar que “el mandatario causó el problema y ahora quiere que el Congreso acepte más de lo mismo”.

Por el contrario, los congresistas demócratas Luis Gutiérrez y Raúl Grijalva exhortaron a la Casa Blanca a no demorar la revisión de su política de deportaciones debido a la crisis humana creada por la llegada al país de 57 mil niños provenientes principalmente de Honduras, Guatemala y El Salvador desde octubre pasado.

“Tenemos una verdadera crisis, pero los niños están atrapados en medio y, por desgracia, es una crisis sólo del presidente”, dijo Boehner en rueda de prensa, en la que destacó que las acciones de Obama han dado la “falsa impresión” a los niños y sus padres de que al entrar al país sin documentos se les permitirá quedarse en Estados Unidos.

“Nuestra prioridades son claras, cuidar de esos niños, regresarlos a salvo a su casa, a sus países y sus familias y asegurar la frontera”, remarcó el legislador republicano, quien apoyó la revisión de la ley aprobada en 2008 durante la presidencia de George W. Bush, que hace casi imposible repatriar a los menores si antes no se presentan ante un juez migratorio.

Obama envió la semana pasada una carta a líderes en el Congreso, en la que propone dar al Departamento de Seguridad Nacional una nueva autoridad para procesar el retorno y traslado de los niños centroamericanos tan rápido como se hace con los de México.

La ley estadunidense permite que niños mexicanos y canadienses sean enviados de vuelta a su país de origen rápidamente, aunque los oficiales de la Patrulla Fronteriza tiene autoridad para determinar si son elegibles para quedarse en Estados Unidos. Los menores que provienen de países que no colindan con Estados Unidos, incluidos los de Centroamérica, deben recibir protecciones legales adicionales antes de ser deportados.

El mandatario, que enfrenta presiones políticas para detener el ingreso de niños migrantes por la frontera de Texas con México, también solicitó al Congreso el martes pasado 3 mil 700 millones de dólares en fondos de emergencia para abordar la crisis.

La líder demócrata de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, manifestó que prefiere que la ley sea modificada para dar a los niños mexicanos las mismas protecciones que a los de Centroamérica, e indicó que el problema no debe ser obstáculo para que Obama reciba rápidamente los fondos de emergencia que busca.

El legislador demócrata Luis Gutiérrez aclaró que hay una crisis humana en la frontera y hay otra dentro de Estados Unidos con 11 millones de inmigrantes sin la debida documentación. “Vamos a defender el derecho de los niños de acudir ante un juez, pero el día en la corte ya llegó para los inmigrantes que están aquí, algunos durante décadas”, agregó.

Expresó su expectativa de que el presidente Obama extienda beneficios migratorios a través de una orden ejecutiva a quienes ampara un proyecto de ley aprobado en junio de 2013 por el Senado, pero que la mayoría republicana en la cámara baja rehusó abordar.

Gutiérrez dijo que la orden ejecutiva debe suspender las deportaciones de los padres de cuatro millones de niños nacidos en Estados Unidos y de los 600 mil inmigrantes menores de 30 años que fueron traídos a este país por sus padres durante su niñez, cuyas deportaciones la Casa Blanca suspendió en 2012 a través de un programa conocido por sus siglas en inglés DACA.

Anoche, en California, más de un centenar de activistas y simpatizantes de menores indocumentados que se encuentran detenidos en albergues temporales realizaron una vigilia en la ciudad de Murrieta.

La semana pasada, algunas personas que se oponen a la presencia de estos niños realizaron manifestaciones de protesta y bloquearon el paso a autobuses del gobierno que llevaban a los menores a un centro para ser procesados, y los vehículos tuvieron que dirigirse a otro destino.

En la vigilia, que se realizó en el centro cívico de la localidad, participaron personas provenientes de otras ciudades de los condados de Los Ángeles, Riverside y San Bernardino con carteles que rezaban “Igualdad para todos” y “Los inmigrantes son bienvenidos aquí”.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, firmó una nueva ley que instaura la entrega de cartas de identidad municipales para los residentes que la deseen, incluidos inmigrantes indocumentados.

Explicó que este carnet ayudará a los cerca de 500 mil inmigrantes sin papeles que se calcula que viven en Nueva York a abrir una cuenta bancaria, alquilar una vivienda, acceder a escuelas o guarderías, anotarse en bibliotecas públicas e incluso presentarse en entrevistas de trabajo.

En Guatemala, en tanto, el tema de la migración infantil no se está tomando como prioridad y en las condiciones que está actualmente el Estado es incapaz de responder a una deportación masiva de niños, afirmó Leonel Dubón, representante de la organización no gubernamental Refugio de la Niñez.

De acuerdo con el sitio digital, Dubón consideró que Guatemala debe responder al llamado de Estados Unidos de una emergencia y no sólo lanzar una campaña para decir que los niños no se vayan.

“Lo que se hace es insuficiente e insignificante comparado con la dimensión del problema. Las autoridades guatemaltecas han tenido una reacción muy tibia y tardía”, opinó.

Actualmente, 11 mil 466 menores guatemaltecos están retenidos en albergues de Estados Unidos, y la Casa Blanca se niega a aceptar un pedido de la Organización de Naciones Unidas de aceptarlos como refugiados y amenaza con deportarlos.