Rezo por la paz entre israelíes y palestinos
El Papa reunió a Shimon Peres y Mahmud Abbas en una jornada de plegaria cargada de sentido político.
“Para hacer la paz se requiere coraje, mucho más coraje que para hacer la guerra”, dijo el papa Francisco en el histórico encuentro para rezar por la paz que ayer mantuvo en los jardines vaticanos con el presidente de Israel, Shimon Peres, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas (también conocido como Abu Mazen). El Papa había propuesto este encuentro durante su reciente viaje a Tierra Santa, y curiosamente fue rápidamente aceptado por las dos partes en conflicto.
Las delegaciones fueron llegando al Vaticano poco después de las 18, hora italiana, en sendos grupos de automóviles que se detuvieron en la Casa de Santa Marta, donde vive el papa Francisco. Cada delegación llegó separadamente y tanto Peres como Abbas fueron recibidos individualmente en la puerta de Santa Marta por el Pontífice que los saludó con besos y abrazos, muy sonriente. Peres y Abbas tuvieron separados encuentros privados con Francisco, donde hablaron, se supone, de temas relacionados con las negociaciones entre las dos partes.
Luego se encontraron Peres y Abbas, ante el papa Francisco que sonreía satisfecho. Se dieron un abrazo y todos se encaminaron al pequeño micro que los condujo a los jardines vaticanos. En el micro, gracias a una cámara de la televisión vaticana, se pudo ver al Papa sentado junto a al presidente palestino y frente a ellos, Peres, el patriarca ortodoxo Bartolomeo -que el Papa invitó a la jornada de plegaria- y el custodio de Tierra Santa, el franciscano Pierbattista Pizzaballa, que acompañó al Papa durante sus encuentros en Tierra Santa. Se los vio sonrientes y conversando animadamente. Francisco, Abbas, Peres y el patriarca, al bajar del micro caminaron parsimoniosamente hacia el lugar de la plegaria donde habían sido dispuestos tres sillones centrales y uno de lado, para el patriarca ortodoxo como invitado especial.
“La presencia de ustedes aquí es una señal de fraternidad”, dijo Francisco en su mensaje al concluir las plegarias. Y recordó que los hijos de ambas naciones están “deseosos de paz” y por eso pidió a israelíes y palestinos “recorrer el camino del diálogo para que triunfe el amor y la amistad”, para que los hijos de estos pueblos, caídos en los enfrentamientos, “no lo hayan hecho en vano”. “Para hacer la paz se requiere más coraje que para hacer la guerra (…) Coraje para decir sí al encuentro y no al desencuentro, sí al diálogo y no a la violencia, sí a las negociaciones y no a las hostilidades, sí al respeto de los pactos y no a las provocaciones, sí a la sinceridad y no a los dobles sentidos”, agregó el Pontífice, pidiéndole a Dios el coraje para que todos puedan decir: “Nunca más la guerra”. “Shalom, pace, salam”, concluyó Francisco citando el saludo típico judío y musulmán y traduciéndolo al italiano.
Peres estuvo muy gentil con el Papa. “Durante su histórica visita a Tierra Santa -le dijo al final de las plegarias- nos impresionó el calor de su corazón, la sinceridad de sus intenciones, su modestia, su gentileza. Usted ha tocado el corazón de la gente independientemente de su fe o nacionalidad. Usted se ha presentado como un constructor de puentes de hermandad y de paz.” Y agregó que “todos tenemos que poner fin a los gritos, la violencia y el conflicto. Todos necesitamos paz, paz entre iguales”, y recordó que él vivió momentos duros de la guerra y que nunca dejará de hacer todo lo posible para lograr la paz, para lograrla pronto, “aun si eso requiere sacrificios y compromisos”.
El presidente Abbas pidió a Dios “la paz en Tierra Santa, en Palestina, en Jerusalén y en su pueblo, y hacer de ella una tierra segura para todos los creyentes, un lugar de plegaria y culto para las tres religiones monoteístas, judía, cristiana y musulmana, y para todos los que quieran visitarla como está establecido en el sagrado Corán”, dijo.
La celebración había comenzado con las plegarias en hebreo realizadas por varios rabinos, seguida de la católica y la musulmana. Un grupo musical de cuerdas acompañó los intervalos entre una y otra plegaria con piezas clásicas adecuadas a cada religión. Estuvieron presentes en la ceremonia, entre otros, el cardenal secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, varios exponentes israelíes y palestinos y tres representantes argentinos, el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, el rabino Abraham Skorka y el dirigente musulmán Omar Abboud, éstos últimos, amigos personales del Papa que viajaron con él a Tierra Santa.
Al concluir la ceremonia y después de un prolongado saludo entre las delegaciones que dio la impresión de un cierto entendimiento, los cuatro principales protagonistas de esta jornada plantaron un olivo, pocos metros más adelante, como símbolo de paz y de esa reunión. El Papa, Abbas y Peres fueron luego a la Casina Pio IV donde los dos presidentes tuvieron un encuentro de 20 minutos. Los contenidos de esta reunión, que no se conocieron por ahora, no parecen haber despertado muchas esperanzas de la parte palestina, según algunos analistas, sobre todo por la actitud del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que al parecer se mostró bastante molesto por la participación de Peres en el encuentro.