Rusia ha anunciado el lanzamiento de prueba de su nuevo misil balístico intercontinental: el Sarmat.
Moscú asegura que es el misil más poderoso del mundo de su tipo, capaz de evadir los sistemas de defensa actuales y lo que es más peligroso: puede portar ojivas nucleares.
El cohete voló casi 6.000 kilómetros desde el cosmódromo de Plesetsk, en el noroeste del país, hasta la península de Kamchatka, en el extremo oriental ruso.
El anuncio de este miércoles llega en plena tensión por la invasión de Ucrania y preocupa especialmente en Occidente.
De hecho, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha asegurado que el misil servirá como advertencia a sus enemigos.
“No tiene rival”
“Hará que se lo piensen dos veces quienes, en medio de una retórica frenéticamente agresiva, intentan amenazar a nuestro país”, dijo el mandatario.
Putin compareció en televisión para destacar las cualidades del nuevo misil que, asegura, garantizará la seguridad de Rusia frente a cualquier amenaza externa.
“Tiene las características tácticas y técnicas más altas y es capaz de superar todos los medios modernos de defensa antimisiles. No tiene rival en el mundo y no lo tendrá durante mucho tiempo“, afirmó.
Cada uno de los cohetes Sarmat podría portar hasta 10 o más ojivas, según el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos.
Se considera misil balístico intercontinental (ICBM por sus siglas en inglés) aquel que es capaz de alcanzar un objetivo a más de 5.500 kilómetros.
Es el que cubre un mayor rango, por encima de los de alcance intermedio o IRBM (3.000 a 5.500 km), de alcance medio o MRBM (1.000 a 3.000 km), de corto alcance o SRBM (300 a 1.000 km) y tácticos o BRBM (menos de 300 km).
Amenaza nuclear a Europa y EE.UU.
El mayor peligro del Sarmat es que podría convertirse en el activo más valioso del arsenal de armas nucleares de Rusia.
“Es el misil más poderoso y con mayor alcance de destrucción de objetivos en el mundo, por lo que aumentará significativamente el poder de combate de las fuerzas nucleares estratégicas de nuestro país”, aseguró Putin.
Así, si Rusia despliega los Sarmat a ambos extremos del país con ojivas atómicas, situaría a Europa y Estados Unidos dentro de su rango de ataque nuclear con este nuevo misil que, según el Kremlin, es más difícil de interceptar que otros ICBM más antiguos de su arsenal.
Tras invadir Ucrania el 24 de febrero, Putin hizo referencia al poder nuclear de Rusia como modo de advertencia a cualquiera que se interpusiera en su camino.
Ya entonces amenazó a Occidente con “consecuencias que nunca ha visto en su historia”.
Días después puso en alerta máxima a las fuerzas nucleares de Rusia, algo que EE.UU. y los países de Europa observaron con preocupación.
“La perspectiva de un conflicto nuclear, que antes era impensable, ahora vuelve a estar en el ámbito de lo posible”, advirtió el pasado 14 de marzo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.