Salman Rushdie: Una década debajo la tierra
Salman Rushdie, el autor del polémico libro “Los versos satánicos” y objeto de la fatwa (sentencia islámica) ha publicado la historia de una década en la clandestinidad, una autobiografía que es resonante con el momento en que se multiplican los eventos en el mundo musulmán contra la película “La inocencia de los musulmanes” que generó una ola de violentas protestas en el mundo árabe y derivó en un cruento ataque contra el consulado de los Estados Unidos en Benghazy en el que murió el embajador norteamericano acreditado en Libia. “Sería difícil hoy la publicación de un libro crítico contra el Islam”, declaró el escritor de 65 años hablando con la BBC sobre la película que ha sido producida en los Estados Unidos. El nuevo libro de Rushdie se titula “Joseph Anton”, su apodo cuando él estaba escondido para escapar de la fatwa decretada por el ayatolá Jomeini en 1989, en la que ordenaba a los musulmanes matar al autor de “Los versos satánicos”, un libro considerado blasfemo por el Islam.
Escrita en tercera persona, “Joseph Anton” es una crónica de los nueve años en los que el autor británico de origen indio tuvo que cambiar de domicilio constantemente custodiado por hombres armados. Se acuerda de lo que escribió en su diario en la época: “Estoy amordazado y atado (…) Yo quiero jugar al fútbol en el parque con mi hijo; llevar una vida común, lo que se ha vuelto un sueño inalcanzable para mí”. Escogió el nombre de Joseph Antón en honor de sus autores favoritos, Joseph Conrad y Chekhov Anton. Para sus guardaespaldas y oficiales de policía responsables de su protección, no era más que “Joe”. Hoy en día, Rushdie vive la mayor parte del tiempo en Nueva York.
Aunque en 1998 Irán aseguró que la fatwa no se aplicaría en su contra, el sucesor de Jomeini en 2005 dijo que Rushdie era un apóstata y que lo podían matar. El Gobierno del conservador Mahmoud Ahmadinejad, aseguró en 2007 que la fatwa seguía siendo válida en su caso. La fundación religiosa iraní aumentó hace pocas semanas a 3.3 millones de dólares la recompensa por su asesinato, con el argumento de que si Rushdie hubiera muerto no se habría filmado la película “La inocencia de los musulmanes”.
Rushdie declaró a la televisión india NDTV que la película era “el peor video que se ha producido”, pero que no puede haber justificación “para el asesinato y el caos”. El autor de la polémica obra es plenamente consciente de los riesgos inherentes por ofender a los seguidores del Islam. Sus memorias contienen un relato sobre el asesinato del traductor japonés del libro “Los versos satánicos” y la muerte de su colega italiano, apuñalado en su casa.
Trechos más ligeros del libro evocan a los custodios que se encontraban a cargo de su protección. Principalmente “Fat Jack” y “Dennis the horse”, que transgredieron algunas reglas para hacer soportable su detención, dejándolo, por ejemplo, ir al cine, una vez que las luces se apagaban. Ellos también se llevaron a su hijo a un campo de deportes de la policía para jugar un encuentro improvisado de rugby. Una vez, “Fat Jack” – especialista en tiro – uso su talento para ganar un oso de peluche que se lo regaló a su hijo.
Otro episodio: un plan sofisticado desarrollado por sus guardaespaldas cuando Rushdie tuvo que ir al hospital para recibir tratamiento dental. “Habían preparado una carroza fúnebre para llevarme anestesiado en una bolsa”.
Vivir en la clandestinidad ha tenido un impacto significativo en su vida privada. Se separó de su segunda y de su tercera esposa a las que admite haberlas traicionado. El final de la fatwa en 1998 fue una victoria. Sin embargo, 14 años más tarde, Rushdie lamenta que las publicaciones que critican el Islam sigan siendo atacadas por los extremistas con un “vocabulario medieval”. Según él son siempre las mismas acusaciones: la blasfemia, la herejía, la injuria y la ofensa.
Mahoma
La actriz georgiana Anna Gurji, que participo de la película “Innocence of Muslims” (La inocencia de los Musulmanes en traducción libre del inglés”, dijo en una carta pública al site del escritor norteamericano Neil Gaiman, que fue engañada para ser seleccionada para actulr en Desert Warrior (Guerrero del Desierto). Editado y doblado, la película desencadenó manifestaciones de protesta en todo el mundo árabe por su contenido que pone en ridículo al profeta Mahoma, retratado como un mujeriego y un aprovechador.
De acuerdo a la versión de la actriz, “el film trataba sobre la caída de un cometa en un desierto” y la lucha que este hecho provocó entre las tribus porque creían que el artefacto tenía poderes mágicos. “Un año más tarde, la película fue doblada (sin permiso de los autores), los diálogos fueron cambiados drásticamente y la película fue transformada en una obra anti-islámica. Se cambiaron hasta los nombres de los personajes. El personaje con el que interactuaba George, se modificó por Mahoma”, aclaró la actriz.