Según ONU la impunidad criminal crece en América Latina

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La impunidad del crimen sigue siendo un talón de Aquiles del desarrollo de América Latina, e incluso va a peor. La ONU, en su Estudio Mundial sobre el Homicidio 2013, presentado este jueves en Londres, alerta de lo siguiente: “La tendencia a la baja de la tasa de condenas en América que se ha registrado en años recientes es alarmante, ya que los niveles de condena no han ido a la par de las crecientes tendencias de homicidios desde 2007, lo que se traduce en que la impunidad ha aumentado”.

La tasa de condenas en la región es de 24 por cada 100 víctimas. En Asia es de 48 por cada 100 y en Europa de 81 por cada 100. “En el continente americano”, se lee en el informe, “el nivel de impunidad es elevado, lo que quizás se deba en parte a que la gran intensidad de crímenes que allí ocurren consume los recursos destinados a la justicia penal”.

Este jueves por la mañana, en la Ciudad de México, el representante de la oficina anti-crimen de Naciones Unidas para México, Centroamérica y el Caribe, el italiano Antonio Mazzitelli, apuntaba el motivo que considera fundamental para que la impunidad no remita: “Lo de América Latina es una cuestión de saturación. Las fuerzas policiales y los sistemas judiciales no tienen la capacidad de investigar y judicializar seriamente”.

Su descripción de las necesidades policiales y procesales en la región indica lo elemental de las carencias al respecto: “La policía tiene que preservar la zona del crimen, recoger las pruebas y permitir que el fiscal lleve el caso a la justicia. Y las declaraciones de los testigos no deben tener fallos, se tienen que poder comprobar. Fortalecer esas capacidades debería permitir una tasa de judicialización más alta”.

En 2012, América (incluidos EE UU y Canadá) fue el continente en el que hubo más asesinatos. Fueron 157.000 muertes, el 36% del total mundial de homicidios intencionales: 437.000. En segundo lugar estuvo África (31%), luego Asia (28%), en cuarto lugar Europa (5%) y de última Oceanía, con un 0,3%. La tasa global de homicidios es de 6,2 por cada 100.000 habitantes. En América Central la tasa se multiplica hasta 27 por cada 100.000 y en América del Sur llega hasta 23 asesinatos por cada 100.000 habitantes, aunque en algunos países de esta subregión como Chile, Argentina y Uruguay los niveles bajan hasta tasas cercanas a la de Europa.

En América destaca el peso de los homicidios relacionados con el crimen organizado, que son un 30% del total. En Asia y Europa esta categoría de asesinatos supone menos de un 1% del total. Esto, según se matiza en el informe, “no necesariamente significa que la delincuencia organizada o las pandillas predominen más en América”.

Mazzitelli explica ese matiz utilizando un ejemplo de su experiencia personal. “Yo vengo del sur de Italia, donde la ‘Ndrangheta [la mafia local] controla el territorio, y cuando un solo grupo controla el terreno no se producen tantos homicidios. Es la pelea por el territorio entre diferentes grupos lo que genera los homicidios. Otro factor que reduce el crimen es que se note la presencia de las instituciones”.

El funcionario de la ONU, que lleva cuatro años trabajando en México y en el entorno, también ofreció su opinión sobre otros dos puntos rojos de esta área. Con respecto a la tregua entre pandillas en El Salvador: “Seguramente es positivo. Todo lo que logre reducir los homicidios y generar procesos en que la violencia sea reemplazada por desarrollo e inclusión, es bienvenido”. Sobre el surgimiento de autodefensas civiles en el estado mexicano de Michoacán: “Pienso que la mayor parte de las autodefensas quieren desmovilizarse, pero con un compromiso real de las instituciones para mantener la seguridad y promover el desarrollo de la zona”.