Trump prescinde de su segundo jefe de campaña en dos meses

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El jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, presentó este viernes su dimisión en medio de una oleada de acusaciones por sus presuntos vínculos con el gobierno prorruso de Ucrania. La noticia llegó en momentos en que el candidato republicano aterrizaba en Luisiana, el Estado afectado por graves inundaciones, a pesar de que su gobernador ha pedido que no se utilice políticamente la catástrofe natural. Es el segundo responsable de la campaña de Trump relevado en los últimos dos meses trasel cese de Corey Lewandowski.

“Esta mañana, Paul Manafort ofreció, y yo lo acepté, su renuncia de la campaña”, dijo Trump en uncomunicado en el que no menciona en ningún momento los controvertidos vínculos con Moscú de quien fuera el responsable de su campaña electoral desde junio.

Manafort es un experimentado lobbista que contaba en su lista de clientes a dictadores como Mobutu Sese Seko o al filipino Ferdinand Marcos. En los últimos años trabajó para el presidente ucranio prorruso Víktor Yanukóvich. The New York Times reveló esta semana que su nombre figura en un libro de contabilidad del partido prorruso en Ucrania como destinatario de 12,7 millones de dólares. El lobbista ha negado haber recibido el pago. La Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania publicó la pasada noche el registro de 22 pagos destinados a Manafort por trabajos realizados para Yanukóvich o su partido, aunque subrayó que aunque su nombre aparezca en los registros no pueden confirmar que el estadounidense recibiera el dinero, ya que la firma acusando recibo del monto “podría ser de otra persona”, informa la agencia AFP.

El peso del poderoso lobbista empezó a declinar a comienzos de esta semana, cuando Trump hizo su segunda gran remodelación de equipo en medio de una caída en las encuestas. Aunque Trump nombró jefe de campaña a Steve Bannon, director del ultraconservador Breitbart News, aseguró en un primer momento su intención de mantener a Manafort en el equipo.

La noticia de la dimisión de Manafort llegó cuando Trump aterrizaba en Luisiana, donde intensas lluvias han causado fuertes inundaciones que han dejado ya 13 muertos y unas 40.000 viviendas dañadas. La visita no ha sido bien recibida por el gobernador de Luisiana, el demócrata John Bel Edwards, quien ha advertido al candidato republicano en contra de venir a hacerse solo una foto de campaña.

“Le damos la bienvenida a Luisiana pero no para un posado ante las cámaras. En vez de ello, esperamos que considere la posibilidad de trabajar como voluntario o hacer un donativo contundente al fondo de ayuda a las inundaciones para ayudar a las víctimas”, dijo Edwards, según el diario Politico.

Trump llegó a Luisiana en su avión privado y acompañado por un fuerte dispositivo de seguridad con el que rápidamente se trasladó hasta Greenwell Springs, una comunidad en las afueras de Baton Rouge donde se reunió con algunos de los damnificados.

Lo que lamenta el candidato políticamente incorrecto

La inesperada gira de Trump -que no figuraba en su agenda- se produce horas después de que en un mitin en Charlotte, Carolina del Norte, dijera “lamentar” algunas de las cosas que ha dicho y que han podido causar “daño personal”. Sus palabras distan de una disculpa abierta y ni siquiera especificó qué es lo que lamenta. Aun así, han sorprendido en un candidato que en los últimos meses no ha dudado en hacer carrera insultando y atacando a inmigrantes, minorías étnicas o religiosas y hasta a veteranos, familiares de soldados muertos en combate o mujeres.

“A veces, en lo más caluroso de un debate, y hablando de muchas cosas, no eliges las palabras correctas o dices algo equivocado. Yo he hecho eso”, dijo Trump la noche del jueves. “Y créanlo o no, lo lamento. Lo lamento especialmente cuando puedo haber causado daño personal”, añadió con una media sonrisa. “Hay demasiado en juego para que perdamos tiempo con estos temas. Pero una cosa sí digo: les puedo prometer eso, que siempre diré la verdad”, agregó entre aplausos.

Trump leyó todo su discurso, incluida su inusual disculpa, en un teleprompter. Otro gesto poco habitual en un candidato que meses atrás atacó a sus rivales por usar esta ayuda en sus discursos. “Siempre he dicho que si te presentas para ser presidente, no se te debería permitir usar un teleprompter porque no te permite saber si el candidato es inteligente”, dijo en un discurso de precampaña a finales del año pasado. Trump empezó a hacer uso de este apoyo a finales de marzo aunque en la mayoría de sus comparecencias ha hablado sin seguir un guion. Sí usó un teleprompter en su discurso de aceptación de la nominación republicana en Cleveland en julio y en otras alocuciones formales, como su discurso sobre política internacional esta semana en el que volvió a indignar a musulmanes e inmigrantes al reclamar un “escrutinio extremo” y hasta un examen ideológico a quien quiera entrar en EE UU.

El primer anuncio de televisión del candidato Trump

La renovación del equipo de campaña de Trump, con la entrada de un personal que se encuentra entre los más combativos contra el establishment republicano había provocado dudas acerca de la intención del candidato de reconducir su campaña hacia caminos más tradicionales en una final electoral. Desde entonces Trump ha vuelto a usar el teleprompter, casi se ha disculpado y hasta ha sacado, este mismo viernes, su primer anuncio de televisión ya como candidato oficial, algo que le reclamaba su partido y que el magnate neoyorquino había ignorado hasta ahora.

El anuncio sin embargo no se desvía de su estilo agresivo y antiinmigrante. Titulado “Dos Américas: Inmigración” este primer spot acusa a su rival, la demócrata Hillary Clinton, de querer permitir un Estados Unidos “fraudulento” en el que “refugiados sirios llegan en oleadas” y se permite “que se queden inmigrantes ilegales condenados por crímenes” frente a la “América segura de Donald Trump” que “mantendrá fuera” de sus fronteras a “terroristas y a peligrosos criminales”.