Uruguay irá a segunda vuelta en sus elecciones más disputadas en 15 años

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El gobernante Frente Amplio (FA) y el opositor Partido Nacional (PN) tendrán que decidir en segunda vuelta a finales de noviembre quién llevará las riendas de Uruguay en los próximos cinco años.

Con la totalidad de los votos escrutados por la Corte Electoral, Daniel Martínez, del oficialista FA, obtuvo el 39,2% de los votos, mientras Luis Lacalle Pou, del centroderechista PN sumó un 28,6%.

En Uruguay se precisa contar con el 50% más uno de los votos para ganar en primera vuelta, pero como ninguno lo consiguió los dos candidatos más votados irán al balotaje, que se celebrará el 24 de noviembre.

Tras conocer los resultados de las proyecciones, Martínez aseguró que comenzó “el camino del diálogo” con otras fuerzas políticas y llamó a “apostar por la estabilidad y no a los ajustes” durante la segunda vuelta.

Sin embargo, Ernesto Talvi, el candidato del Partido Colorado (PC), que quedó en tercera posición con el 12,3% de los votos, anunció que apoyará al candidato del PN en la segunda vuelta.

De hecho, en la noche del domingo Lacalle habló de avanzar en un gobierno “multicolor”, que incluiría no solo al tradicional PC, sino también a otros como Cabildo Abierto (10,9%), Partido de la Gente (1,1%) y Partido Independiente (1%), a quienes agradeció.

Uruguay fue a las urnas este domingo para elegir su presidente y renovar su Parlamento, en unos comicios en los que está en juego la continuidad de un modelo de izquierda que gobierna hace 15 años y la posibilidad de un cambio hacia la derecha.

Por lo pronto, lo disputado de estas elecciones quedó plasmado en la fragmentación del Parlamento más fragmentado y la conformación de un inédito tetrapartidismo (FA, PN, PC y Cabildo Abierto).

Los uruguayos también votaron por una reforma constitucional que incluye el establecimiento de una fuerza policial militar, que si bien no obtuvo los votos suficientes, logró 46,7%.

Uruguay ha sido considerado por mucho tiempo un bastión de paz y estabilidad en una región a menudo turbulenta, pero un aumento en la criminalidad en los últimos años alimentó un debate sobre cambios constitucionales para mejorar la seguridad.

Daniel Martínez y el “hacerlo mejor”

Martínez, que aspira a la presidencia tras 15 años del FA en el poder, escribió en Twitter tras la victoria parcial: “Uruguay tiene que seguir creciendo, distribuyendo la riqueza y siendo una tierra de justicia“.

Como candidato oficialista, el ingeniero socialista de 62 años basó su campaña en la necesidad de un cuarto gobierno de izquierda consecutivo para “no perder lo bueno” y, a su vez, “hacerlo mejor”.

“Hay que tratar de sacar todo ese ruido de que el país es un desastre”, afirmó en un acto de campaña Martínez, quien es considerado la renovación del partido.

Martínez lleva años en la política uruguaya y hasta fue electo alcalde de Montevideo en 2015, cargo de alto prestigio al que renunció en abril de este año cuando se confirmó su candidatura a la presidencia.

Sin embargo, no es un líder natural dentro del FA como Tabaré Vázquez, el primero en ocupar la presidencia por esa agrupación, y José Mujica, el exguerrillero que se volvió un símbolo para la izquierda mundial.

De resultar electo en noviembre, Martínez no solo tendría que negociar dentro de su partidouna coalición de izquierda que abarca facciones diversas sino también dentro del Parlamento, donde el Frente Amplio tendrá que gobernar sin mayoría por primera vez en sus 15 años en el poder.

Como ya había hecho sobre el final de la campaña, tras conocerse los resultados, Martínez apeló al “diálogo” con otras fuerzas políticas y, para ello, aludió a figuras históricas referentes de los tres grandes partidos: Líber Seregni (fundador del FA), Wilson Ferreira Aldunate (PN) y José Batlle y Ordóñez (PC).

“Los uruguayos somos un pueblo inteligente y va a elegir a quien le ofrece garantía y no un cheque en blanco”, aseguró.

Luis Lacalle Pou y el “es ahora”

Lacalle, con solo 46 años, irá a su segundo balotaje representando al PN. En las elecciones anteriores, el abogado y actual senador perdió en segunda vuelta con Vázquez.

El mensaje de hoy es de una alternancia plural, no es alternancia de un partido solo“, dijo Lacalle el domingo de noche.

Y agregó: “En el Uruguay que se viene van a convivir diferentes verdades, se acabó el país de una verdad que arremete”.

No en vano el eslogan de su campaña es “Lo que nos une”, al cual suma la etiqueta o hashtag “es ahora”, en referencia a la necesidad de un recambio democrático.

Pero Lacalle tiene una cantidad de etiquetas concebidas sobre su persona, quizás más evidentes que en otros candidatos, las cuales debe tirar abajo para sumar votos que vengan de fuera de su partido.

“Tenía la idea de él como una persona de una familia acomodada, hijo de un expresidente (Luis Alberto Lacalle), que vive en un barrio privado y que no tiene ni idea de la realidad que lo circunda”, reconoció la semana pasada en la radio Carve el periodista Alfredo García, quien publicó un libro sobre el candidato.

A esto se suma la etiqueta que desde el Frente Amplio se le suele colocar, haciendo un paralelismo entre Lacalle y el presidente de Argentina, Mauricio Macri, quien acaba de perder la reelección.

El que sea elegido finalmente en la segunda vuelta asumirá el cargo el 1 de marzo de 2020 por cinco años.

 

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