Venezuela cumplirá con su amenaza de abandonar la Organización de Estados Americanos (OEA).
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, lo anunció este miércoles en respuesta a la convocatoria de una reunión extraordinaria de cancilleres para debatir sobre la crisis en Venezuela que aprobó la OEA minutos antes.
“Nuestro retiro de esta organización no es coyuntural. Tiene que ver con la dignidad de nuestro pueblo“, expresó la jefa de la diplomacia venezolana.
Rodríguez informó que su país iniciará el jueves el proceso de retiro “definitivo” del ente multilateral, que ha denunciado como “injerencista”.
De concretarse la salida de Venezuela, el organismo internacional estaría ante una situación sin precedentes desde que fue creado en 1948.
La decisión del gobierno de Nicolás Maduro llega en un escenario de protestas opositoras que iniciaron a finales de marzo y que a menudo son contenidas y dispersadas por la policía y la Guardia Nacional.
El país atraviesa una crisis económica aguda, con escasez de alimentos básicos y medicinas, y se enfrenta a altas cifras de violencia.
La OEA se había pronunciado el pasado 3 de abril sobre la situación venezolana con una resolución que hablaba de una “grave alteración inconstitucional del orden democrático” en ese país.
Y el secretario general del organismo, Luis Almagro, ha sido una de las voces internacionales más críticas con la gestión de Maduro.
Una postura que ha condenado el mandatario venezolano, quien acusa al ente continental de haberse convertido en un “tribunal de inquisición” para perseguir a su país.
Pero, ¿qué significa que Venezuela inicie el procedimiento para abandonar la OEA?
¿Impacto simbólico?
Al ser la OEA fundamentalmente un espacio de diálogo político, el impacto de la decisión venezolana será principalmente simbólico.
El organismo nunca ha tenido el poder para imponer sanciones económicas, como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ni tiene el carácter de gobierno supranacional de la Unión Europea, por lo que las relaciones de Venezuela con el resto de países del hemisferio se seguirán definiendo a nivel bilateral.
La oposición venezolana, sin embargo, seguramente presentará la medida como una nueva prueba de que la Venezuela de Nicolás Maduro no pertenece al concierto de las naciones democráticas.
Y la decisión de Caracas ciertamente evidencia el creciente aislamiento de su gobierno a nivel internacional.
Pero el gobierno, por su parte, ya ha utilizado la figura del enemigo externo para tratar de cohesionar a su base.
Y también ha insistido en que está dispuesto a discutir “constructivamente” la situación de Venezuela en otros foros regionales, como la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).
Su auto exclusión de la OEA, sin embargo, cierra un posible espacio de mediación y diálogo para tratar de encontrar salidas a la crisis venezolana.
Y puede terminar provocando el endurecimiento de las posiciones de algunos países, incluyendo algunos que hasta hace poco Venezuela contaba entre sus aliados, como Argentina y Brasil.
Dos años y una deuda millonaria
Por lo demás, aunque Venezuela presentará su carta de renuncia al organismo este jueves, el procedimiento para salir demorará dos años.
“Como en cualquier tratado internacional, existe un periodo en el cual el país permanece vinculado”, le explicó a BBC Mundo Dante Negro, director del departamento de Derecho Internacional de la OEA.
El artículo 143 de la Carta de la OEA, el documento por el que se rige el ente desde 1948, establece que el país quedará desvinculado “después de haber cumplido con las obligaciones” contempladas en el texto.
Una de ellas significa saldar cualquier deuda económica que tiene pendiente Venezuela como país miembro y que según reportó la agencia de noticias EFE es de más de US$8 millones.
Según Negro, los compromisos monetarios de los países miembros guardan relación con los criterios socioeconómicos de cada territorio.
Además, el vicepresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Freddy Guevara, planteó este miércoles que el Ejecutivo necesitaría “modificar la Constitución” para abandonar la OEA.
“Te explico: necesitas la modificación de la constitución y 2 años para lograrlo. Así que… no te vistas que no vas”, escribió en su cuenta de Twitter el diputado del órgano legislativo dominado por la oposición.
Guevara respondía así al mensaje que dejó previamente Maduro en su Twitter: “Como Jefe de Estado en uso de mis Atribuciones Exclusivas de acuerdo con la Constitución he ordenado el inmediato Retiro de la OEA…”.
Pero a la advertencia de Guevara hay que agregar que el Tribunal Supremo de Justicia considera a la Asamblea Nacional en “desacato” y ha considerado “nulas” sus actuaciones, uno de los motivos detrás de la ola de protestas que vive el país.
¿Podría la OEA expulsar a Venezuela antes?
Aunque Venezuela comience el proceso de salida de la OEA, el organismo internacional todavía podría decidir suspender al país.
Para que esto suceda, se requiere de la celebración de una Asamblea General Extraordinaria en la que dos tercios de los 35 estados miembros voten a favor de la suspensión.
Así ocurrió con Cuba en 1962 y con Honduras durante un breve periodo tras un golpe de Estado en 2009, aunque ambos países hacen parte de la organización multilateral en la actualidad.
Por el momento, se llevará a cabo la reunión de consulta de cancilleres, que está prevista en la Carta de la OEA.
Esto es distinto a la Asamblea Extraordinaria que contempla el artículo 20 de la Carta Democrática del ente.
Hay quienes consideran, sin embargo, que la sesión con los cancilleres podría ser un paso previo a la convocatoria de la asamblea que tendría facultades para suspender a Venezuela.
Venezuela en la OEA
La OEA surgió en 1948 con el propósito de “promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención”.
Pero para el gobierno venezolano, el organismo ha atentado contra su soberanía nacional.
El fallecido expresidente Hugo Chávez, quien gobernó entre 1999 y 2013, mantenía que la OEA solo servía “a los intereses del imperio y del capitalismo mundial en el continente”.
Durante su mandato, Chávez operó para ganarse la simpatía de la mayoría de países miembros, especialmente los que eran gobernados por líderes de izquierda con un discurso anti Estados Unidos.
También tejió lazos económicos con países del Caribe y Centroamérica, a los que apoyaba con petróleo en condiciones preferenciales bajo el convenio Petrocaribe.
Pero este miércoles durante el Consejo Permanente, 19 países acordaron que una sesión especial de cancilleres para tratar la crisis en Venezuela es necesaria.
Entre ellos estuvo Argentina, Bahamas, Barbados, Brasil, Canadá, Chile, Colombia y Costa Rica.
También Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Uruguay.
Los 10 países que votaron en contra de la convocatoria extraordinaria fueron, además de Venezuela, Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Ecuador, Haití, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Surinam.