Venezuela: El ejército se mantiene leal a Maduro; Rusia advierte a Estados Unidos

0
210

El líder de las fuerzas armadas de Venezuela declaró su lealtad al presidente Nicolás Maduro este 24 de enero y dijo que el esfuerzo de la oposición de remplazarlo con un gobierno de transición equivalía a un intento de golpe de Estado.

El pronunciamiento del ministro del Poder Popular para la Defensa, Vladimir Padrino López, ocurre un día después de que Juan Guaidó, el presidente de la opositora Asamblea Nacional, se autoproclamara presidente encargado de Venezuela en medio de protestas contra el gobierno en todo el país y pidiera a las fuerzas armadas abandonar a Maduro.

La declaración Padrino López fue un retroceso para Guaidó cuyo apego a la legitimidad ha sido respaldado por varios países, incluido Estados Unidos. En otro revés más a la oposición venezolana, Rusia advirtió a Estados Unidos el mismo jueves que no interviniera en Venezuela, un aliado del Kremlin desde hace mucho tiempo.

“Cualquier intervención externa es muy peligrosa”, dijo Dmitri S. Peskov, vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, a los reporteros en Moscú. “Consideramos el intento para usurpar el poder supremo en Venezuela como ir en contra de las bases y los principios del derecho internacional”.

Los líderes opositores tenían la esperanza de que miembros clave de las fuerzas armadas romperían filas con Maduro después de las multitudinarias protestas en todo el país y el apoyo internacional para Guaidó, incluidas las repetidas advertencias del gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre una posible “opción militar” para restaurar la democracia en Venezuela.

No obstante, hasta el momento, los comandantes militares de altos rangos parecen estar del lado de Maduro, aunque expresan su preocupación por las posibles consecuencias de las reivindicaciones de poder rivales.

“Estamos aquí para evitar a todo trance y lo vamos a evitar, un enfrentamiento entre venezolanos”, dijo Padrino López en un discurso televisado y en el que apareció flanqueado por diversos integrantes de los altos mandos. “No es la guerra civil entre hermanos la que va a solucionar los problemas de los venezolanos; es el diálogo”.

 

Padrino calificó la proclamación de Guaidó como “risible” y lo describió como un peón de sectores de la derecha, serviles a Estados Unidos.

“Dan ganas de reír pero tengo que alertar al pueblo de la alta peligrosidad que esto significa para nuestra soberanía nacional”, dijo.

Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Paraguay, Perú, Ecuador, Guatemala y la Organización de Estados Americanos han reconocido a Guaidó como el presidente encargado de Venezuela.

Guaidó juramentó el 23 de enero que lideraría Venezuela hasta que se puedan efectuar elecciones justas. El líder opositor ha argumentado que como presidente de la Asamblea Nacional, un órgano legislativo controlado por la oposición, tiene la autoridad constitucional de asumir el poder después de que Maduro inició un segundo periodo a principios de este mes tras una elección considerada como amañada.

Después de que el gobierno de Donald Trump respaldó la proclamación de Guaidó, Maduro dijo que Venezuela rompería relaciones diplomáticas con Estados Unidos y dio 72 horas a los diplomáticos estadounidenses para abandonar el país.

El Departamento de Estado estadounidense respondió que no hará caso a la orden de partida porque Guaidó ha invitado a Estados Unidos a permanecer en el país.

El apoyo militar a Maduro mostrado este jueves elevó las posibilidades de un punto muerto que los funcionarios estadounidenses esperaban que se resolviera rápidamente.

Los diplomáticos que respaldan a Guaidó confiaban en que miembros clave de las fuerzas armadas cambiaran de bando después de las abundantes muestras de apoyo para Guaidó en las calles de Venezuela, así como por el respaldo de varias naciones en América Latina.

Analistas militares y diplomáticos estaban sorprendidos de que Padrino había permanecido en silencio e invisible en las horas siguientes a la juramentación de Guaidó. Algunos buscaban señales de escisiones dentro de las fuerzas armadas.

 

No obstante, Padrino dijo este jueves que hablaba por un comando unificado.

“Un gobierno paralelo de facto carece de legalidad y de sustento popular”, dijo Padrino al leer un comunicado que, mencionó, representa la postura de las fuerzas armadas. Agregó que la oposición tenía “el oscuro propósito de generar caos y anarquía en nuestra sociedad”.

Hasta el momento, catorce personas murieron en los enfrentamientos entre las fuerzas policiales venezolanas y los manifestantes, así como en otros hechos violentos relacionados con la situación política, según el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos, Provea.

Antes de la declaración de Padrino López, Rusia acusó a Estados Unidos de promover un cambio de régimen en Venezuela y advirtió sobre las consecuencias “catastróficas” de desestabilizar a uno de los aliados clave en Sudamérica del Kremlin.

Moscú ha sido un aliado cercano de Venezuela durante más de una década, al apuntalar su economía deteriorada con miles de millones de dólares en préstamos, así como en apoyo militar.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia emitió una serie de declaraciones mordaces, particularmente en referencia a la posibilidad de una intervención militar estadounidense en Venezuela.

“Las señales provenientes de ciertas capitales que indican la posibilidad de interferencia militar externa lucen particularmente inquietantes”, dijo el ministerio. “Advertimos en contra de tales acciones imprudentes, que amenazan consecuencias catastróficas”.

No especificó cuáles pueden ser dichas consecuencias.

Serguéi Lavrov, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, acusó a Estados Unidos de hipocresía al acusar a Rusia de interferir en las elecciones estadounidenses cuando Washington ha intervenido descaradamente en los asuntos internos de Venezuela.

También dijo que los indicios de una intervención armada eran particularmente alarmantes.

“Esta es injerencia en los asuntos internos del Estado y, como saben, hubo un claro intento de destituir a Nicolás Maduro del poder”, dijo Lavrov en una conferencia de prensa en Argel, la capital de Argelia, donde estaba de visita. También indicó que Estados Unidos ha estado involucrado en planes para “eliminarlo físicamente [a Maduro]”.

“El que Estados Unidos y algunos otros países hayan reconocido al autoproclamado presidente muestra que desempeñaron un papel directo en la crisis de Venezuela”, dijo Lavrov y agregó que un país con dos líderes llevará “al caos y la inestabilidad”.

El ministro dijo que Rusia estaba lista para unirse con otros “países responsables” para lanzar un diálogo nacional entre venezolanos y evitar llamados a derrocar al gobierno legítimo.

Apenas en diciembre, Rusia envió una pequeña flotilla de aeronaves a Venezuela como muestra de solidaridad con Maduro, incluidos dos bombarderos Tu-160 con capacidad nuclear que volaron casi 10.000 kilómetros.

Lo más importante, ha dado a Venezuela más de 10.000 millones de dólares en asistencia financiera en los últimos años. A cambio, Rosneft, la compañía petrolera estatal rusa, ha adquirido acciones en el sector energético de Venezuela.

Venezuela también ha sido uno de los mercados más grandes para las exportaciones de armas rusas a América Latina. Firmó treinta contratos con valor de 11.000 millones de dólares desde 2005 hasta 2013, de acuerdo con la agencia informativa Tass.

Peskov declinó comentar qué podría pasar con los préstamos si el gobierno de Maduro es derrocado, tampoco especuló si Rusia podría ofrecerle asilo, al recalcar que desde el punto de vista del Kremlin él continúa siendo el “presidente legítimo” de Venezuela.