#VibraMéxico: la sociedad civil se moviliza contra las agresiones de Trump

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Foto: OSWALDO RAMÍREZ

La sociedad civil mexicana ha dicho basta. El país más vilipendiado desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca y se reafirmó en su promesa electoral de construir un muro con México, ha tardado 20 días en romper su silencio, pero lo quiere hacer con fuerza. Al igual que en otras partes del mundo, sobre todo en Estados Unidos, y bajo el hastag #VibraMéxico, 77 organizaciones civiles, académicas, empresariales e importantes personalidades de la cultura marcharán este domingo, 12 de febrero, en la capital y en otras seis ciudades del país (Culiacán, Cuernavaca, Mérida, Monterrey, Puebla e Irapuato) en defensa de la dignidad, la unidad y la soberanía del pueblo mexicano frente a las afrentas del inquilino de la Casa Blanca y para pedir el fin de la impunidad y de la corrupción.

A la Marcha Ciudadana por el Respeto a México, en la que participan organizaciones como la Universidad Autónoma de México (UNAM), el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) o el Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM), se van sumando cada día nuevos nombres como Amnistía Internacional (AI), Oxfam y las ciudades de París, Londres o Madrid. La concentración que se prevé más multitudinaria será en Ciudad de México, donde la marcha arrancará a las 12 del mediodía en el Auditorio Nacional y concluirá en el Monumento al Ángel de la Independencia en el Paseo de la Reforma. El único requisito: sin consignas, sin mítines y sin colores partidarios. Solo el himno nacional.

“Resulta muy sorprendente que los mexicanos, que son los más afectados por las políticas del señor Trump no hayan salido a las calles como ha ocurrido en el resto del mundo. Leí una nota el otro día en la que se calculaba que, de cuatro millones de personas que habían salido a manifestarse contra Trump, solo lo hicieron 600 en el Ángel de la Independencia, es decir, el 0,1%. El país más vilipendiado es el que menos ha salido a protestar”, asegura María Amparo Casar, de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, una de las organizaciones impulsoras del acto. Casar insiste en el carácter apartidista y cívico de las marchas -“no son ni a favor ni en contra del Gobierno o de Peña Nieto, sino por la unidad y por la diversidad que es característica de México, contra todos los muros”-  cuyo fin es demostrar la unión y el orgullo que sienten los mexicanos y demandar una estrategia inteligente del Gobierno frente a Trump. A título personal, Casar opina que la pasividad ciudadana en este asunto se debe “a que se trata de una sociedad poco participativa y apática, sin valores que, en estos momentos, está enojada por problemas internos y no se da cuenta del grado de amenaza que representa el presidente republicano”, y recuerda que el 31% de los mexicanos aseguran tener familiares o amigos en Estados Unidos. “No vale con poner un tuit”.

En el mismo sentido, se manifiesta el escritor y director de la revista Nexos, Héctor Aguilar Camín, que ha declarado  su intención de asistir a la convocatoria del domingo. “Creo que la iniciativa toca la fibra de una de las pocas emociones publicas que unen hoy a México. Esa fibra es el rechazo a Trump . Para mí es una marcha de No a Trump y a todo lo que Trump significa para México. No al Muro. No a las deportaciones. No a la discriminación. No a las amenazas. No a la mala vecindad. En suma: respeto por México”, asegura el autor de Adiós a los padres. También el intelectual y director de Letras Libres, Enrique Krauze, una de las voces que más se ha distinguido en la defensa de México frente al presidente republicano, considera la cita ineludible. ” Creo que puede ser útil como ocurrió con las manifestaciones en España contra el terrorismo. En México hay una tradición de protesta social y política siempre ligada a asuntos internos, y no tanto a amenazas procedentes del exterior. Ojalá el domingo sea un éxito. En las redes hay una profunda división entre quienes piensan que lo importante es estar contra Trump y quienes piensan que eso es secundario y que lo importante es estar contra el Gobierno”.

La convocatoria de Vibra México se ha visto embarrada a medida que se ha ido acercando la fecha de la marcha por otras voces que parecen querer sembrar la desunión. De hecho, la rueda de prensa celebrada este miércoles en la Casa del Lago de la capital mexicana para difundir los puntos principales de la marcha en la que participaron María Elena Morena Mitre, de Causa en Común, María Amparo Casar, el rector de la UNAM, Enrique Graue, Sergio López Ayllón, del CIDE, Enrique Cárdenas, de CEEY, y la activista Laura Elena Errejón ha sido la escenificación de un desencuentro. La conferencia ha estado dominada por el llamamiento en paralelo de la marcha Mexicanos Unidos, convocada por la organización Alto al secuestro, de Isabel Miranda de Wallace, el mismo día y a la misma hora que Vibra México, pero con diferente recorrido (desde el Hemiciclo Nacional hasta Juárez). Esta última iniciativa, aunque ambas acaben confluyendo en el monumento al Ángel, ha generado confusión sobre unas intenciones en las que muchos ven una defensa del Gobierno del PRI. Si realmente el espíritu de la división se impone en un momento en que México pide unidad frente al matonismo de Trump se verá el domingo a las 12. “La marcha no es contra el pueblo norteamericano, es contra el discurso de Trump”, concluye Graue.