Abogado ratifica presión a Pinto
Fernando Tiburcio, abogado en Brasil del senador Roger Pinto, confirmó ayer que el Gobierno de ese país presionó al boliviano para que renunciara a su condición de asilado.
Tiburcio agregó que la propuesta de Brasil incluía además condiciones como la salida de Pinto a un tercer país sin salvoconducto y la promesa de no criticar al Gobierno de Evo Morales.
El abogado del senador Roger Pinto, el brasileño Fernando Tiburcio, además de confirmar varias revelaciones publicadas por el diario Folha, cuenta en esta entrevista (vía correo electrónico) algunos detalles de las negociaciones entre Brasil y Bolivia, para solucionar el caso.
Pinto reside actualmente en Brasil como asilado. Alegó que era víctima de persecución política por el Gobierno, sin embargo, para esta instancia el senador opositor es un fugitivo de la justicia boliviana.
Tiburcio respondió a la entrevista enviada por Los Tiempos.
– ¿Hubo algún tipo de presión del Gobierno de Brasil a Roger Pinto para que renunciara a su condición de asilado?
– Sí. Y no sólo esto, la propuesta indecente hecha al senador Pinto pasaba por otros cuatro puntos: el envío a un tercer país; asumir el riesgo de salir de la Embajada de Brasil sin un salvoconducto; no criticar al Gobierno de Evo Morales en el país de destino y permitir que representantes de la Justicia de Bolivia ingresasen a la Embajada para tomarle declaraciones. Esos hechos, sumados, constituyen uno de los peores momentos de la diplomacia brasileña.
– ¿Cuál fue la actitud del Gobierno de Brasil en el tiempo que Pinto estuvo en la embajada de Brasil en La Paz?
– El Gobierno de Brasil tuvo una postura muy débil, cediendo a presiones del Gobierno de Bolivia para limitar su derecho a expresarse libremente y limitar su derecho de recibir visitas.
– ¿Qué opciones tenía Pinto durante su estadía en la embajada? ¿Es verdad que le ofrecieron una salida a Uruguay?
– El senador Pinto fue bien tratado por todos en la misión brasileña en La Paz. Sin embargo, el espacio donde estaba confinado era pequeño y no contaba con ventanas que se pudiesen abrir. Usaba un baño que era compartido con el personal de seguridad de la Embajada.
Uruguay parecía ser una de las posibilidades en la época. Hoy sabemos que el objetivo era trasladar a Pinto a Venezuela o Nicaragua. Conversaciones fueron mantenidas, fuera de los canales diplomáticos convencionales, con la embajadora de Venezuela en La Paz, Cris González.
No se concretaron porque la embajadora se ausentó de Bolivia por la muerte del presidente Hugo Chávez. El plan incluía retirar a Pinto en un avión militar venezolano.
– Qué opina de la actitud de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño de vetar la designación de un embajador de Bolivia en Brasil, mientras el Gobierno no les entregue documentación del caso Pinto, tal como informó la revista Folha.
– Creo que el Senado de Brasil dio un recado claro al Gobierno de Brasil: que no tolerará que la diplomacia brasileña sea conducida teniendo en cuenta una perspectiva de orden ideológica. El Senado de Brasil está empeñado en rescatar la credibilidad del Itamaraty, hoy muy desgastada.
– Desde su perspectiva, cuál fue la dimensión del problema que generó la otorgación de asilo al senador Pinto en la relación Brasil-Bolivia.
– Es enorme el potencial de perjuicios para Bolivia como consecuencia del caso Pinto. Evo Morales cometió un tremendo error político al no permitir que un salvoconducto fuese otorgado a Pinto. Las relaciones entre los dos países se vieron muy afectadas. Hoy hay una fuerte presión en el Parlamento de Brasil para que nuestro país no haga concesiones de orden económico a Bolivia, como en el caso del gas.