Adepcoca confirma bloqueo de rutas y Policía tiene sitiada Trinidad Pampa

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Policías de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) y de otras unidades de élite se pasean por  la plaza principal y las calles de Trinidad Pampa a la vista de los pobladores que, extraordinariamente, se reunieron ayer para enterrar a Miguel Coico, un joven dirigente cocalero apuñalado la noche del sábado.

La presencia de 300 efectivos en esa comunidad se hizo efectiva ayer con la distribución de 25 vehículos policiales a un lado del camino entre Trinidad Pampa y El Choro Grande. En   esa población  hay unos cinco coches apostados en los alrededores de la plaza.

En ese lugar, a las 15:30 terminó la misa que ofrecieron para el alma de Miguel Coico, de 22 años, quien murió luego de ser apuñalado por un grupo de personas la noche del sábado, en medio de un conflicto cocalero entre los comunarios.

El joven fue velado en la Unidad Educativa Franz Tamayo, en la plaza de Trinidad Pampa. Luego de la misa, su cuerpo fue llevado al cementerio. “¡Justicia para Miguel Coico!”, gritaron  los pobladores de las provincias de Sud Yungas, Nor Yungas e Inquisivi que asistieron al entierro.

“No pude estar con él, no he hablado con él. Me enteré que murió cuando me llamó mi hija”,  recordó Lidia Quispe, la madre del fallecido, mientras lloraba al lado del ataúd de su hijo. Ella había llegado minutos antes de la ciudad de La Paz, después de ver en el hospital a su otro hijo y a su sobrina  que resultaron heridos en el mismo ataque.

Coico dejó a su esposa en estado de gestación; juntos planeaban comprar una casa. “Estoy embarazada de dos meses, quién me va a responder, quién va a ver por mi hijo”, cuestionó Deyana V. P., de 17 años.

El cuerpo de Miguel Coico fue enterrado pasadas las 16:30. Los dirigentes cocaleros sostienen la hipótesis de que pobladores afines al MAS están tras el asesinato del joven.

Mientras el dirigente Coico era enterrado en la localidad de  Trinidad Pampa, la dirigencia de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) confirmaba un bloqueo indefinido de caminos de los Yungas desde mañana.

Esta medida la asumen después de denunciar que el Gobierno “promueve” organizaciones paralelas en ese sector y propicia un nuevo mercado de comercialización de coca.

“El Gobierno hace oídos sordos, sigue con su intransigencia de habilitar otros mercados. La zona originaria ancestral definió para este miércoles bloqueo, se nombró un comité de autodefensa, la medida es de manera indefinida”, explicó ayer el dirigente de Adepcoca  Gerardo Ríos a Radio Fides.

El líder cocalero negó que los ejecutivos quieran perpetuarse en la dirigencia de esta entidad, como  afirmó el viceministro de Régimen Interior y Policía, José Luis Quiroga.

Asimismo, Adepcoca pide la anulación del doble talonario de control para los productores y el cierre del mercado ilegal de la coca de la zona de  Chuquiaguillo, el cual no está contemplado en la Ley 906. Esta norma define sólo dos espacios para la venta: el de Adepcoca de La Paz y el de Sacaba en Cochabamba.

Ríos recordó que durante los 15 días que los productores yungueños estuvieron movilizados en la ciudad de La Paz buscaron acercamientos con autoridades, pero no consiguieron respuesta a sus demandas.

Mientras el Gobierno no convoque a un diálogo, el inicio del bloqueo  se mantendrá. El abogado de Adepcoca, Omar Durán, adelantó que si hay un acercamiento, la medida de presión no se llevará a cabo.

Los 300 policías permanecerán en Trinidad Pampa hasta que el Gobierno emita otra instrucción.

Los pobladores, entretanto,  realizan sus actividades con normalidad.

 

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