Aléx Zapata, pintor y músico: Nunca me encerré en un callejón sin salida
¿Te consideras un artista versátil?
Definitivamente, durante mi carrera, siempre experimenté, siempre busqué nuevas maneras de ver las cosas. Siempre he sido pintor, pero dentro de la pintura, he viajado mucho.
¿Qué pretendes lograr?
Busco perderme en el trabajo. Si miro el reloj y veo que han pasado tres horas desde la última vez que lo miré, algo anda bien. Si sólo pasaron 10 minutos, algo anda muy mal.
Participas en la formación de una banda de música, ¿cuál es el propósito?
La música abre otra parte de mi cerebro, otra parte de mi espíritu. Soy mucho más espontáneo y me siento más libre. La música es una forma de comunión, es lindo compartir con otros. La pintura es algo mucho más solitaria; los meses en el taller alistando cuadros son casi siempre ejecutados en soledad. En cambio la música es hecha en equipo y luego compartida en vivo con cientos de personas.
¿Cómo sigues la secuencia de una composición en la pintura?
Depende qué esté pintando, si estoy pintando en vivo, la composición se define sola, como cuando una gota de petróleo cae en el agua, se expande hacia afuera hasta donde llegue. Si tengo una idea para un cuadro antes de empezar, tomo varias fotos de referencia, luego hago un dibujo para unir las ideas. Ya pintando hay que usar mucha imaginación para volverla creíble. Pintando cuadros abstractos es mucho más parecido a componer música, empieza con una idea, esa idea crea otra idea, luego hay que encontrar armonía para unir las ideas. Es un lindo proceso de descubrimiento.
¿Muchos críticos de arte mencionan tu pintura como una de las mejores?
Me he esforzado mucho por años, estudiando, experimentando, siempre buscando una nueva inspiración. He tenido épocas de estancamiento, pero siempre me di cuenta de eso y luché para salir. Me alegra saber que hay críticos que reconocen mi trabajo.
¿Cómo consigues la conexión con el espectador o eso es algo que no te interesa?
Hablando de pintura, no lo hago intencionalmente, es un lindo accidente, a los que les guste, bien, y los que no, ni modo.
¿Y con la música?
Cuando los músicos dan toda su energía, el público lo devuelve. Esa conexión es algo muy lindo.
Estamos por vender 2015, ¿qué has hecho este año de lo que te sientas feliz?
Saqué el disco (Just Set It Free) con mi banda The Badsongs; tuve una exposición con mi hijo Adrian en la Galería Blanco. Compartir eso con él fue muy especial, su entusiasmo fue contagioso y me cargo las pilas. Luego de hablar por muchos años de hacerlo, junto con mi esposa Andrea y nuestros hijos Adrian y Luciano, viajamos al Salar de Uyuni, fue increíble y me inspiré mucho.
¿Qué proyectas para el siguiente año?
En este momento estoy pintando sin tener una exposición planeada. Me gustaría juntar primero los cuadros y luego ver dónde exponerlos. Con mi banda The Badsongs, estamos componiendo el siguiente disco para lanzarlo en 2016.
¿Cómo te cargas energía?
El balance entre mi pintura y la música es lo que me carga las pilas. Uno me hace extrañar el otro.