El estudio anual conocido como Índice de Hambre en el Mundo (GHI, por sus siglas en inglés), presentado hoy en Berlín, sitúa a Bolivia como el país de América del Sur con la evaluación más alta en carencia alimentaria.
El documento califica de “moderado” los niveles de hambre con un índice de 15.4 puntos, el más alto de la región. Detrás de Bolivia se encuentra Guyana con 14.5 puntos, Ecuador con 13.9 y Paraguay con 10.4.
En el resto de Latinoamérica, el GHI en Guatemala tiene un nivel “serio” -un escalón por debajo de “alarmante”-, República Dominicana, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Paraguay tienen un índice “moderado”, y el resto de los países, “bajo”.
A comparación de pasados informes, Bolivia presentó progresos sobre esta problemática. El GHI 2013 había situado al país junto con Haití y Guatemala entre los tres países de situación “grave o muy grave”.
El Índice de Hambre en el Mundo considera cuatro parámetros que son la proporción de la población que no recibe suficientes calorías, la de niños con un peso menor al que les correspondería por su tamaño, la de niños menores de cinco años con un tamaño menor al normal y la tasa de mortalidad infantil.
Cerca de 795 millones de personas en el mundo pasan hambre, sobre todo en naciones de la región sur del Sahara (África) y en el sur de Asia,
En 50 países, según el estudio, el nivel de hambre es “alarmante” y siete de ellos son países subsaharianos. República Centroafricana, Chad y Zambia son los tres países del mundo con mayor índice.
De 13 países no se ha podido calcular el GHI por falta de datos pero al menos diez de ellos son motivo de preocupación y podrían estar en una situación “extremadamente alarmante”. Esos diez países, de los que se tienen datos parciales proporcionados por organizaciones no gubernamentales, son Burundi, Congo, Comoras, Eritrea, Libia, Papúa-Nueva Guinea, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Siria.
El informe señala que en las naciones en desarrollo el nivel de hambre ha bajado un 29 por ciento desde 2000.
Los progresos no han sido parejos en todas partes y el hambre sigue siendo un problema grave en muchas zonas del planeta, señala el estudio, realizado conjuntamente por las ONG Welthungerhilfe y Concern Worldwide, y por el Instituto de Estudios sobre Política Alimenticia.
Para lograr la meta de eliminar el hambre por completo en 2030, el comisionado de la ONU para la lucha contra el hambre, David Nabarro, recomienda, en un ensayo incluido en el documento, identificar las zonas más críticas y los grupos más afectados.
También es necesario, según Nabarro, establecer diferencias dentro de un mismo país para identificar zonas especialmente afectadas.