El Congreso de Perú declaró a Evo Morales persona “non grata” y le prohibió el ingreso. Es el segundo candado que se aplica en contra del expresidente, puesto que la Superintendencia de Migraciones aprobó un veto similar, pero que estaba siendo impugnado por la vía legal en el vecino país.
La nueva decisión política, aprobada por 74 votos a favor, 40 en contra y cuatro abstenciones, se dio en el contexto de la ola de protestas que afecta a Perú y por las opiniones esgrimidas por autoridades de ambas naciones.
La respuesta de Morales llegó vía Twitter. “Los ataques de congresistas (peruanos) que justifican la represión sangrienta contra su pueblo con tal de aferrarse al poder nos confirman que estamos en el lado correcto de la historia. No nos cansaremos de denunciar las graves violaciones de derechos humanos que sufren nuestros hermanos peruanos”.
También ayer, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, rechazó la acusación de la presidenta peruana, Dina Boluarte, sobre el envío de munición a su país por parte de los Ponchos Rojos.
“No existe desvío de armas desde el Estado Plurinacional de Bolivia hacia la República de Perú; esa versión falta a la verdad”, sostuvo Del Castillo poco antes de señalar que la frontera está vigilada por la Policía para evitar que ingrese coca de contrabando.
Considera que la mandataria peruana busca crear “una cortina de humo” sobre la violación de derechos humanos.
Boluarte pidió a la Fiscalía que investigue el ingreso de municiones y armas a Perú desde Bolivia.
El vicecanciller Freddy Mamani informó ayer que se envió una nota de protesta y lamentó que esa declaración provoque un “deterioro de las relaciones” entre los dos países.