Crece incautación de droga en los últimos cuatro años

De enero al 15 de septiembre de este año la fuerza antidroga se incautó de 226,4 toneladas de droga, entre marihuana y cocaína. Esta cantidad es superior y en algunos casos el doble de la decomisada en los últimos cuatro años.

El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, informó hace días que del total de droga confiscada hasta septiembre hay 12,5 toneladas de cocaína, entre clorhidrato y cocaína base, y 213,9 toneladas de marihuana. “Tenemos solvencia moral para elogiar resultados de nuestra estrategia, porque hay resultados”, aseguró.
No obstante, las 226,4 toneladas secuestradas en los nueve meses de este año resulta el doble o casi el doble de lo confiscado en 2013, 2014, 2015 y 2016.
De acuerdo con los datos que tiene el Viceministerio de  Defensa Social, el secuestro de clorhidrato de cocaína (en su máxima pureza) ha ido aumentando con los años; mientras que el de pasta base disminuyó.
Lo que ocurre con la marihuana es diferente. En 2013 la Policía decomisó 73 toneladas, pero en 2014 la cantidad subió  a 173. Al siguiente año (2015), la cantidad confiscada bajó y llegó hasta las 83 toneladas, sin embargo, en 2016 volvió a subir y alcanzó las 118 toneladas incautadas.
En estos nueve meses  la Policía encontró  213,9 toneladas de marihuana, casi el doble de lo decomisado el año pasado.

Características del decomiso

La droga que engrosa la cantidad de las incautaciones cada año en el país es la marihuana. 
En 2012 se notó la gran diferencia con la cocaína. La cantidad total de sustancias controladas confiscadas alcanzó las 443 toneladas, de las cuales 407 correspondieron a cannabis.
Esto se debe, según las autoridades policiales,  a que la mayoría de la marihuana es hallada en plantaciones de grandes dimensiones en diferentes lugares del país. Por ejemplo, en enero de este año la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico  encontró 33,7 toneladas de plantaciones de cannabis en la población de Colomi, en Cochabamba, en una extensión de 100 x 150 metros.
En este caso, hubo una afectación al narcotráfico de 100 mil dólares, según la Policía.
En cambio, en agosto de este año  la fuerza antidroga decomisó cinco toneladas de marihuana que eran transportadas en paquetes tipo ladrillo. Tres personas de nacionalidad paraguaya fueron detenidas en posesión de la droga que iba a ser transportada a Brasil.
Según la FELCN, la marihuana  ingresa por Paraguay. Ésta es la primera ruta del cannabis, Bolivia es utilizada como puente para que luego los traficantes envíen la mercancía empaquetada hacia Brasil, Chile, Perú y Argentina, entre otros países.
Por otro lado, efectivos antidroga encontraron grandes plantaciones en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Las áreas rurales son las propicias para que el cannabis crezca y se expanda puesto que la planta no requiere ningún tipo de cuidado específico.
El viceministro Cáceres aseguró que ahora los efectivos antidroga confiscan más droga por la cantidad de operativos que se hacen. En lo que va del año ya se superó las 7.900 acciones policiales para encontrar droga. Finalmente, se destruyó 2.339 fábricas de droga, 27 laboratorios de cristalización y 22  de reciclaje.

El foco está en la marihuana gourmet

La fuerza antidroga tiene otro foco que atacar: la marihuana creepy o gourmet. Este año hubo tres incautaciones millonarias y la Policía trabaja con diferentes estrategias para intervenir el transporte de esta nueva droga.
En agosto de este año, un tractocamión escondía en un doble fondo 338,8 kilogramos de marihuana creepy  cuyo destino final era Chile. 
El hallazgo de la droga ocurrió en la frontera entre Perú y Bolivia, en la población de Yunguyo, después de que el motorizado lograra pasar los controles de Colombia y Ecuador días antes.
La marihuana creepy es cultivada en Colombia. A esta hierba se la cultiva en invernaderos, lo que produce que su concentración de THC (Tetrahidrocannabidol) cause mayores efectos entre las personas que la consumen, más que el cannabis tradicional.
Las otras incautaciones de marihuana gourmet fueron menores; sin embargo, Bolivia sigue siendo considerado un país de fácil acceso para el tránsito de droga y esta nueva también.
Trabajos de inteligencia permitieron dar con estos cargamentos y actualmente se mantienen las estrategias para impedir que esta droga siga ingresando al país.