Crece violencia contra la mujer pese a las leyes del Gobierno

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Foto: EFE

A pesar de la entrada en vigor de la norma contra la violencia de genero, casi 100 mujeres murieron en el primer semestre del año

Casi diez mujeres han muerto en Bolivia cada mes a manos de sus parejas durante el primer semestre de 2014. Con un total de 98 víctimas fatales, el país andino registra las tasas más altas de América en violencia física contra las mujeres y el segundo en violencia sexual.

La Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) acaba de pedir al gobierno de Evo Morales que declare el estado de “alerta nacional” ante la situación de peligro en el que se encuentran las bolivianas, mientras que la delegación de la ONU en La Paz considera que es de “necesidad inmediata la vigencia de mecanismos que garanticen y protejan los derechos de las mujeres”.

La violación y asesinato de una joven modelo y bioquímica en Santa Cruz, el pasado fin de semana, y la muerte de otra joven en avanzado estado de gestación en El Alto, entre otros hechos similares registrados durante agosto, han estremecido a todo el país. Hasta el extremo de que el asunto se está incluyendo en las demandas ciudadanas a los partidos políticos como punto de alta prioridad en las plataformas electorales de los comicios de octubre próximo.

Las denuncias por actos violentos ejercidos contra las mujeres suman miles, pero no suelen prosperar y llegar a los tribunales, mucho menos a una sentencia. De un centenar de casos apenas dos culminaron con sentencia en meses pasados. En los últimos días, un tercer caso por violación y muerte de una pequeña de diez años culminó con una sentencia de treinta años de cárcel. Un juez de La Paz dictó la pena al terminar un proceso judicial, que duró 15 años, contra el acusado, un ex regente de una escuela a la que asistía la víctima que, este agosto, habría cumplido 25 años.

La oficina jurídica de la Mujer en Cochabamba informa que se han registrado 4.000 denuncias de mujeres afectadas por hechos de violencia en su contra a lo largo del primer semestre del año. De otro lado, el Centro de Información de Desarrollo de la Mujer (CIEM), que trabaja con un observatorio especializado, ha establecido que de los 59 feminicidios – como la ley boliviana califica a la muerte de una mujer por su condición de mujer- registrados entre enero y junio, un total de 21 corresponden al departamento de Cochabamba. Le sigue La Paz con 16, Santa Cruz con ocho, Oruro con seis, Potosí con cuatro y un caso en Beni.

Se calcula que cinco de cada 10 víctimas de homicidio son mujeres menores de treinta años en el departamento de Santa Cruz, según datos del PNUD sobre desarrollo humano; la Organización Panamericana de la Salud considera que siete de cada 10 mujeres bolivianas han sufrido alguna forma de violencia dentro de los 16 tipos de violencia que una mujer puede sufrir.

Una ley sin financiación

La ley promulgada por el gobierno de Morales para proteger a la mujer contra todo acto de violencia y la creación de una fuerza especial de lucha contra la violencia no termina de aplicarse. La razón principal es que la misma disposición no señala las fuentes de financiación necesarias para poner en marcha los sistemas de protección a la mujer.

La columnista del periódico Página Siete Ana María Galindo ha criticado las debilidades del texto de la ley y el hecho de que “son las mismas instituciones machistas, burocráticas, corruptas -que actualmente son corresponsables de la impunidad de la violencia contra la mujer- las encargadas de garantizar su cumplimiento”.

A poco más de un año de vigencia de la ley, los organismos dedicados a prevenir la violencia contra la mujer reconocen que, en lugar de bajar, la violencia va en aumento en relación al pasado 2013, cuando el balance arrojó 174 muertes violentas de mujeres mientras que en el primer semestre ya bordea el centenar. En el caso específico de “feminicidio”, a lo largo de 2013 se dieron 110 casos y en los primeros seis meses de esta gestión suman 59.

El presidente Evo Morales ha pedido públicamente disculpas por las desafortunadas declaraciones del candidato a senador del partido oficialista por Cochabamba, el médico Ciro Zabala, en torno a la violencia contra la mujer.

Zabala afirmó que la vestimenta provocativa y la borrachera de las mujeres “las expone a que se cometa el delito”, lo que le ha valido la condena en las redes sociales y, entre grupos ciudadanos dolidos aún por el asesinato de mujeres, dos de ellas en estado de gestación, muy alejadas del estereotipo que tiene el profesor universitario Zabala.

Morales atribuyó esas declaraciones a la inexperiencia política pero, de momento, no ha podido borrar del todo la imagen “machista” de su partido a poco más de dos meses de las elecciones generales.