Cruzando el Amazonas. 500 kilómetros de integración

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Recorrimos la ruta sin ningún tipo de guía para ver qué ocurre en la zona de construcción de la carretera ante las constantes denuncias y críticas que pretenden restar la importancia de esta obra de vertebración caminera que está a cargo de la empresa china CRCCI. Partimos desde Riberalta.

Allí consultamos la impresión de los pobladores sobre la obra. Las personas con las que hablamos tienen mucha expectativa por la conclusión de la carretera.

Indican que acorta el tiempo de viaje de un punto a otro en el tramo que une a las poblaciones de Rurrenabaque y Riberalta. La gente afirma que antes del ingreso de la empresa constructora el viaje en época seca demoraba alrededor de 20 horas en flota para llegar a Rurrenabaque.

Actualmente, con el mantenimiento y mejora miento de la ruta, los pobladores demoran 12 horas y de acuerdo a los ingenieros encargados de la construcción se estima que cuando se concluya la carretera, el tramo Riberalta – Rurrenabaque podrá unirse en seis horas y media a una velocidad promedio de 80 Km/hora. El chofer de una flota que hace el recorrido por la carretera cuenta que en época de lluvias “sabías cuando salías, pero no cuando llegabas a Rurrenabaque”. “Con los camiones cargados de madera, prácticamente desaparecía la carretera”, asegura.

En el “Tramo Cuatro” el despliegue de personal y maquinaria es sorprendente.  Actualmente, entre profesionales, operadores y obreros están trabajando en esta obra de ingeniería con tecnología avanzada alrededor de 1.800 personas; existen alrededor de 1.200 equipos entre maquinara pesada y volquetas; 21 campamentos y van sumando nuevos frentes de trabajo con más equipos y personal. Se estima que en la actualidad se han generado más de 1.500 fuentes de trabajo indirectas.

Llegando al “Triangulo”, intersección que conecta el camino con el río Sena, visitamos un campamento de trabajadores de CRCCI con todas las comodidades.

Aquí se observa una larga fila de viveros para el suministro de verduras que más tarde serán procesadas en los alimentos de los trabajadores. Los habitantes de la pequeña comunidad aledaña manifestaron que su relación con los trabajadores de la empresa china es escasa.

“Trabajan desde las 7 de la mañana hasta horas de la noche de lunes a sábado”, dicen. Mientras avanzamos entre desvíos y señalizaciones, cruzamos caravanas de volquetas que transportan material desde Rurrenabaque a todos los tramos donde se está construyendo la carretera.

Paramos en la población de Yata. Allí apreciamos la portentosa altura del puente que marca el nivel del nuevo terraplén con el cual el caserío queda metros abajo.

Mientras comíamos en una pensión del lugar, la dueña del negocio nos explicó que aquella zona se inunda en época de lluvias, afectando la actividad del comercio.

De quedar abajo la carretera, las flotas, camiones y otros vehículos ya no pararían por provisiones y la fuente de ingresos de estos comerciantes se extinguiría Prosiguiendo la travesía, llegamos a Santa Rosa, desde donde el camino está más averiado y a pesar de que se observaba movimiento de personal, maquinaria y material de construcción, el despliegue es más lento, en vista a que el diseño final de este tramo fue aprobado recién en mayo. Es el “Tramo Dos”. También en la zona se ha establecido una fábrica de tubos que se usan para la instalación de alcantarillas.

Pasando Santa Rosa las cosas cambian. Luego de haber viajado sobre una carretera que parecía asfaltada, atravesamos un tramo duro, con mucho polvo. Si bien seguimos cruzando caravanas de volquetas a los costados, encontramos inmensos tubos para las alcantarillas.

Los encargados de la obra explican que la diferencia se debe a que el diseño final recién fue aprobado hace algunos meses. Afirman que con el ingreso de la eva autoridad de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) Vladimir Sánchez, se destrabaron los trámites que obstaculizaban el desarrollo de la obra. Asimismo, pudimos comprobar que se trabaja con más personal y equipo para nivelar el avance del “Tramo Dos” con el resto de la obra.

Pernoctamos en Reyes. El panorama que se describe aquí es que la carretera que une las poblaciones entre Reyes y Rurrenabaque, está prácticamente culminada.

Los pobladores albergan muchas esperanzas porque la carretera sacará del estancamiento al municipio, atraerá al turismo y terminará con los agónicos períodos de inundaciones e incomunicación que se ha estado viviendo todos los años en época de lluvias. Un hecho que no es desconocido en el resto del país.

Los pobladores de esta hospitalaria región aseguran que la carretera sacará del estancamiento a su municipio y brindará nuevas posibilidades en el área del turismo y el comercio. Impulsará la región. “Lo que se nos ha informado es que además se acabará la agonía de las inundaciones”.

Como en todos los lugares en los que nos detuvimos a hablar con la población expresan su satisfacción.

“Vamos a sacarnos de encima esa sombra negra que nos amenazaba cada época de lluvias y nos dejaba incomunicados”. Como nos habían adelantado esta ruta está prácticamente terminada, resta que se coloque asfalto sobre una plataforma compacta y se concluyan los trabajos para el tendido de la red de alcantarillado.

Finalizando el recorrido, rumbo a Rurrenabaque, nos encontramos con una fila interminable de volquetas esperando transportar material a la ruta. Ahí nos informan que por el tipo de suelo de la carretera había que transportar todo el material para la conformación del terraplén, desde Rurrenabaque al resto de la vía. Es decir, realizar un acarreo hasta de 500 kilómetros, una más de las dificultades con las que tropieza la construcción de la obra.

Pugnas políticas y desarrollo

En Riberalta consultamos con los vecinos sobre las denuncias que apuntan la lenta ejecución de la obra.

Sus respuestas fueron categóricas. Dicen que las críticas “buscan protagonismo político antes de las elecciones generales de octubre”. Sobre una posible recisión de contrato, consideran que son opiniones de gente que no es consciente de las necesidades de transporte y de vertebración caminera que requiere la zona para salir de su atraso. “Son denuncias sin fundamento, los que están pidiendo que se rescinda el contrato, lo hacen para postergar nuestro desarrollo”, afirman.

En Rurrenabaque, realizamos la misma consulta. Aquí los pobladores consultados restaron importancia a esta clase de denuncias y expresaron que se las realiza por cuestiones políticas y sin mayor conocimiento de las necesidades de las poblaciones beneficiarias de la carretera.

En resumen, los pobladores con los que conversamos a lo largo de todo el recorrido expresaron  indistintamente su complacencia con las obras de la carretera y consideran que aumentará el tráfico de personas y mejorará el comercio.

 

 

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