El boliviano Jorge Banegas entre los 7 mejores guardaparques del mundo
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Comisión Mundial de Áreas Protegidas (CMAP), le han entregado el reconocimiento.
Jorge Banegas, nació en San José de Chiquitos. Allí creció rodeado de naturaleza. Jorge dice que toda su vida fue apegada a proteger la biodiversidad, una actitud impulsada en especial por su padre. “Mi papá es indígena y siempre nos inculcaba a proteger y conservar el medio ambiente, ellos hacían uso de los recursos, pero siempre respetando su uso correcto porque de estos recursos se sacaba para la alimentación y lo necesario para sobrevivir. Es por eso que yo decidí ser guardaparque para continuar esa labor, no fue fácil, pero era mi oportunidad para hacer algo por la conservación de la naturaleza”, relata Jorge con mucho cariño que inició su carrera en los años 2000.
Con el paso de los años y los cargos que postuló afrontó responsabilidades, que requerían constante preparación. Mediante teleconferencia explica que se formó en Gestión y Actualización en Temas Estratégicos para la Conservación y Ecoturismo. Fue el primer Guardaparque que realizó una investigación sobre la especie de chancho endémico del Chaco en peligro de extinción (Parachoerus wagneri), comúnmente conocido como “solitario”. El caso le abrió fronteras para presentar los resultados sobre una especie que no se había identificado -hasta entonces- en peligro de extinción. A su vez, fue pionero, con su dirección de turno, en impulsar por primera vez el Turismo de Naturaleza en el Área Protegida Kaa-Iya. En cada palabra pronunciada, exterioriza su espíritu dedicado a que las comunidades del entorno del Área Protegida cuenten con alternativas productivas amigables con la conservación para sus medios de vida locales.
Jorge es jefe de protección del Parque Nacional y Área Natural Kaa-Iya del Gran Chaco. Allí ejerce como servidor público del Servicio Nacional de Áreas Protegidas, parte del Ministerio de Medio Ambiente y Agua. También cumplió funciones en otras áreas protegidas nacionales como el Parque Nacional Noel Kempff Mercado y Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Otuquis. Su interés: conocer características de otras ecorregiones e intercambiar experiencias de estrategias de protección y desarrollo social en torno a las áreas protegidas.
Jorge Banegas lleva 22 años cuidando el Parque Nacional del Gran Chaco Kaa-Iya, el área protegida más grande de Bolivia con una extensión de 3 441 115 hectáreas. Junto a él se suman 20 guardaparques de orígenes chiquitanos y guaraníes, un equipo que resguarda con esmero el sagrado territorio indígena.
¿Cuáles son las mayores dificultades que afronta un guardaparque?
La vida de guardaparque es linda, tiene que gustarte, debes tener vocación, es un trabajo muy sacrificado y muy riesgoso. Uno puede salir a hacer patrullajes y se puede encontrar con diferentes situaciones que ponen en peligro nuestra vida; hay que tener capacidad de tomar buenas decisiones. Para eso que nos preparamos constantemente”.
¿Los problemas se han multiplicado?
Los problemas siempre han estado y siempre van a estar, pero actualmente se han multiplicado más, si bien antes había problemas como la cacería y algunas acciones ilegales, ahora nos enfrentamos a un desmonte a gran escala, esto se ha ido multiplicando hace 8 a 10 años. A eso suman los asentamientos ilegales y eso va unido a los incendios ilegales en las áreas protegidas, razón por la que nos encontramos en alerta constantemente. Por otro lado, también debemos atender la tala ilegal de árboles; la actividad del narcotráfico: pistas ilegales, fábricas de droga, y últimamente la presión de la minería. Como todos saben, las actividades que mueven grandes cantidades de dinero son aquellas que llevan por detrás grandes riesgos que ponen en peligro nuestras vidas.
¿En cuanto a los beneficios por su labor que nos tiene que decir?
Actualmente la mayoría de los guardaparques tienen contratos eventuales, sin recibir nada, hay muchos guardaparques que llevan 30 años de servicio y se han retirado sin ningún beneficio, a eso se suma la falta de ítems, cada vez se reduce el personal, si antes éramos aproximadamente 500 guardaparques a nivel nacional, ahora somos de 300 a 315 y encima no hay recursos económicos para la parte operativa, no se están cancelando los sueldos puntualmente, después de dos meses se les cancela. No son problemas actuales, son problemas de muchos años, pero ahora más que nunca necesitamos este apoyo, porque nosotros somos el personal que da la cara para proteger nuestras áreas protegidas.
¿Cuáles son sus necesidades apremiantes?
Lo primero, estabilidad laboral, necesitamos los ítems para los guardaparques, que el Estado se haga cargo de nosotros; segundo, inyectar recursos económicos para la parte operativa y equipos para realizar nuestro trabajo. Esto es importante porque muchas veces nos ha pasado que el fuego nos ha rebasado, porque la capacidad humana no es suficiente y encima no tenemos el equipo de primera respuesta, como la cisterna que sirve para que nosotros nos organicemos para hacer línea defensiva y podamos responder adecuadamente antes de que sea una quema incontrolable. Personal capacitado siempre va a ver y la voluntad siempre ha existido, es por eso que necesitamos de este apoyo.
Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a la Revista dat0s digital para continuar disfrutando del contenido exclusivo que tenemos para ofrecer.