El insólito drama diplomático de Evo Morales
Este miércoles tuvo lugar un episodio de diplomacia internacional -o de la falta de ella- que ha dejado a muchos estupefactos: el avión presidencial de Bolivia, con el mandatario Evo Morales a bordo, fue forzado a aterrizar en Austria después de que cuatro gobiernos europeos (España, Italia, Portugal y Francia) no le dieron permiso para volar en su espacio aéreo.
La razón: rumores de que Edward Snowden, el exanalista de inteligencia estadounidense que filtró datos del espionaje de su país, iba a bordo.
Bolivia calificó el acto de “agresión”.
Pero, ¿es legal negar el espacio aéreo de un país a un jefe Estado de una nación soberana cuando la única supuesta transgresión es especulación no comprobada de llevar a bordo a un informante?
BBC Mundo consultó al profesor Antonio Remiro Brotons, catedrático de derecho internacional de la Universidad Autónoma de Madrid, y le planteó seis preguntas sobre el caso.
¿Fue un acto legal?
Yo lo describo como un acto claramente dudoso. Este no es un avión cualquiera, es un avión presidencial que lleva a bordo a un jefe de Estado y como tal, goza de total inmunidad y de la misma inviolabilidad y libertades que tendría dentro de su propia nación.
Una medida de estas caracterísitcas, de prohibir su sobrevuelo, tiene que ser muy justificada: por ejemplo que el propio presidente está siendo perseguido por un delito internacional. Pero cuando no es así, como en este caso, se trata de abuso clarísimo de su soberanía que pone de relieve la falta de decoro de muchos gobiernos.
Un Estado puede decidir cerrar su espacio aéreo pero, cuando se ha hecho, es porque un dirigente político está perseguido o vinculado a una medida de sanción, como en casos de crímenes internacionales, o para ejercer presión a países vinculados con estos crímenes.
En este caso se trató de un avión presidencial, con un jefe de Estado a bordo, donde no había ninguna razón para que un gobierno le impidiera el tránsito y sobrevuelo de su espacio durante una conducta pacífica.
La medida que llevaron a cabo los países europeos estuvo basada en un rumor, que resultó no ser cierto. Y claramente es una acción que no es acorde con el derecho internacional.
¿Cuál es el status de un avión presidencial?
Un avión presidencial tiene un estatus especial, goza de total inmunidad. Y con mayor razón cuando el va a bordo el jefe de Estado.
Una medida de estas características, de prohibir su sobrevuelo, tiene que ser muy justificada: por ejemplo, que el propio presidente está siendo perseguido por un delito internacional.
Pero cuando no es así, como en este caso, se trata de abuso clarísimo de su soberanía que pone de relieve la falta de decoro de muchos gobiernos.
¿Si Snowden hubiera estado a bordo, hubiera sido legal cerrar el espacio aéreo?
El avión salió el miércoles de Viena. Se especuló que Snowden iba a bordo, algo que no ha sido confirmado. Pero aún cuando el rumor sea cierto y el sujeto vaya en el avión, Bolivia tenía perfecto derecho a darle transporte en su avión si intentaba que este señor fuera cobijado por su país.
Porque Snowden está siendo acusado por otro país (EE.UU.) que está buscando la extradición por un delito que ellos dicen ocurrió dentro de su territorio.
Snowden no está acusado de ningún delito internacional y, por lo tanto, tiene derecho a ser protegido por otro país que así lo autorice, y esto incluye su transporte en el avión presidencial.
Si no había bases, ¿por qué los cuatrro países cerraron su espacio aéreo a Bolivia?
Es claro que aquí estamos hablando de acto de hostigamiento clarísimo. No hay otra explicación para que estos gobiernos europeos se hayan prestado a este tipo de maniobras.
“Se está hostigando a naciones que discrepan de la intención de Estados Unidos y ha quedado evidente la acttitud de servilismo de gobiernos que, a pesar de haber sido víctimas de actos ilegales, se han puesto al servicio de un actor ilegal y por lo tanto mostrando su falta de integridad.”
En primer lugar, ni París, Lisboa, Madrid o Roma aclararon primero la situación. Y nadie debería jugarse las relaciones bilaterales con otro país, en este caso Bolivia, o como mínimo una enemistad, simplemente para hacerle caso a otro país.
Está claro que estos países han sido objeto de medidas clarísimas por parte de un gobierno (EE.UU.) que se ha enemistado con un país latinoamericano.
Pero ahora deberán también enfrentarse a su propia opinión pública en momentos en que la misma opinión pública europea está agradecida por las revelaciones de Snowden de que estamos siendo objeto de espionaje y de violación de nuestra propia privacidad, una acto claramente ilegal.
Que los gobiernos europeos, frente a un acto ilegal, se pongan al servicio del mensajero en lugar de la víctima es bochornoso e inaceptable.
¿Existen antecedentes de casos similares?
Los casos que ahora recuerdo han sido casos en los que se ha forzado un aterrizaje porque el perseguido era un sospechoso de terrorismo o de violar una ley internacional.
En el pasado se han invocado las leyes de terrorismo para realizar este tipo de actos, como forzar un aterrizaje o prohibir un vuelo.
La situación ahora es muy diferente. Lo que ocurrió ahora es que se está hostigando a naciones que discrepan de la intención de Estados Unidos y ha quedado evidente la actitud de servilismo de gobiernos que, a pesar de haber sido víctimas de actos ilegales, se han puesto al servicio de un actor ilegal y por lo tanto mostrando su falta de integridad.
Usaron una alternativa de cerrar su espacio aéreo para perseguir una causa ilegal, donde debía haber prevalecido el derecho de inmunidad de un jefe de Estado.
¿Cómo puede responder Bolivia?
Desde el punto de vista jurídico Bolivia ha sido objeto de un acto manifiesto de hostilidad y a partir de aquí tiene derecho a tomar medidas de retorsión frente a estos gobiernos que actuaron en su contra.
Las medidas de retorsión son medidas que son legales, pero de un nivel menor a una medida de represalia.
Una medida de represalia es una medida ilegal: cuando se ha cometido una acción ilegal y se responde con otra medida ilegal.
Una medida de retorsión es una medida legal pero inamistosa. Puede incluir convocar al embajador, suspender relaciones, suspender visados a personas del país, verificar el nivel de inversiones o cesión de servicios, etc.
Los gobiernos que han tomado esta medida estúpida y torpe realmente deberían haber sopesado todo esto. Cabe suponer que la relación con el país al cual están sirviendo es para ellos más importante que respetar la soberanía de otro país.