El proceso de cambio del MAS se acobardó un poco

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El funcionario hace un análisis de las razones de su alejamiento como de las políticas del Gobierno y realiza recomendaciones.

Ramiro Llanos,  exdirector de Régimen Penitenciario,  considera que el proceso de cambio que impulsa el presidente Evo Morales  prefirió mantener un statu quo y “se acobardó” en llevar adelante las reformas prometidas.
Llanos fue director de Régimen Penitenciario en dos oportunidades. Entre  2006 y 2009, y desde mayo de 2012 hasta el viernes pasado. En sus gestiones llevó adelante ajustes en  el sistema carcelario  y en el manejo de los centros penitenciarios. En esta entrevista habla también de las causas de su alejamiento.
¿Qué opina del denominado proceso de cambio?
Que se acobardó un poco. Les da miedo, ya nadie quiere hablar de revolución o socialismo ni de comunitarismo. La gente se dedicó a cuidar sus pegas; eso es lo malo del proceso y hay que volver a los bríos del inicio. Hay que cambiar al país y -en mi caso particular- las cárceles. Conozco el tema (penitenciario) y seguro habrá otras personas que dominan sus áreas y tienen que animarse a cambiar las cosas.
El presidente (Evo Morales) habla de transformaciones radicales en las cárceles, de una nueva ley de penitenciarías, pero les da miedo aprobarla. Prefieren estar tranquilos, estables, en statu quo. La revolución cuando empieza, como el Presidente necesita leyes, (pero) luego  viene el statu quo. Lo que pasó ahora es que la gente quiere el statu quo con las leyes del neoliberalismo, eso no puede ser. 
¿Qué recomendación le da a su sucesor?
Lo primero que debe hacer es aprobar la ley de penitenciarías; el resto está hecho. La ley está expresando  institucionalizar y desconcentrar el régimen penitenciario.
Luego que continúe por la senda; que no se acobarde ante la Policía y que no tenga miedo ante los internos. Se necesita mucho coraje para este cargo porque supuestamente todos son santos, unos ángeles, pero por detrás no. Debe tener mucho cuidado, estudiar cada caso. Le deseo éxito y espero que no suceda  como el pasado y que la delincuencia vuelva a reinar en los centros penitenciarios.
¿Qué objetivos considera que están detrás de su retiro?
Nadie quiere control. Todos quieren robar en las cárceles, todos quieren farrear y hacer lo que se les da la gana.   El cambio genera malestar en algunas personas. Y creo que son las mismas causas de mi primer alejamiento en el 2007. Seguro que en el futuro me volverán a nombrar. Tengo la experiencia y visión para cambiar las cárceles en Bolivia.
¿A qué se dedicará ahora?
A dar clases en la Universidad Pública de El Alto (UPEA) en la materia de criminología. Continuaré escribiendo, hace poco publiqué  un libro de criminología y trabajo en otro.
No abandonaré el tema del régimen penitenciario. Siempre estaré escribiendo y reflexionando sobre las cárceles a través del control social y de los medios.

 

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