Desde enero hasta la fecha, en cinco países de la región y Europa se incautaron cargamentos de droga proveniente de Bolivia. El caso más reciente y el más escandaloso es el de España, donde se retuvo casi media tonelada de cocaína en el aeropuerto de Barajas. En la región también se confiscó el material ilícito en Chile, Brasil, Argentina y Paraguay.
A inicios de junio se conoció que en la Administración de Aduanas de España se incautaron 478 kilos de cocaína en un vuelo procedente del aeropuerto de Viru Viru, Santa Cruz. Estos narcóticos fueron transportados en una aeronave que la estatal Boliviana de Aviación (BOA) alquiló a la empresa española Wamos Air, el hecho causó revuelo a nivel internacional.
Esta es una de las mayores incautaciones que se hizo en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, considerando que en el 2022 sólo hallaron cinco casos en los que pasajeros procedentes de Bolivia trataron de internar droga en sus maletas. La agencia estatal española remarcó que lo habitual es encontrar droga en maletas de pasajeros, pero no en la carga aérea.
En la región
El 31 de mayo, el Ministerio Público de Chile informó que lograron desbaratar una banda criminal compuesta por bolivianos y chilenos, que intentaba ingresar desde Bolivia hacia la Región Metropolitana de ese país un cargamento de dos toneladas de droga valuada en 10 millones de dólares.
A mediados de mayo, autoridades brasileñas y europeas desmantelaron una organización criminal investigada por el tráfico de más de 17 toneladas de cocaína desde América del Sur hacia Europa y según la Policía de ese país la droga era producida en Bolivia. “Un total de 15 individuos fueron arrestados y se incautaron bienes por un valor de más de 80 millones de euros (unos 87 millones de dólares)”, dice un comunicado de la Oficina Europea de Policía (Europol).
En otro caso, el 28 de marzo fue detenido Jorge Adalid Granier Ruiz, alias “El Fantasma”, en el Estado brasileño de Mato Grosso. Tras las investigaciones se determinó que Granier era, en realidad, el principal proveedor de cocaína producida en Bolivia para cárteles de droga de Argentina y que una de sus técnicas de entrega era “bombardear” sus cargamentos desde avionetas. Los narcovuelos de esta persona lograban transportar en cada viaje entre 380 y 400 kilos de droga, servicios por los cuales cobraba 300 mil dólares. Fue apodado “el narco fantasma” por su “proeza” de llevar con éxito 925 kilos de cocaína líquida desde Santa Cruz hacia Madrid, España, en 2006.
El 6 de marzo, una investigación de policías paraguayos dio a conocer que una sola organización de narcotraficantes transportó desde Bolivia a Paraguay cerca de 400 toneladas de cocaína en 961 narcovuelos desde el año 2020 hasta esa fecha. Los cargamentos de droga eran trasladados desde suelo boliviano en aeronaves con matrícula boliviana, las cuales bajaban en pistas clandestinas situadas en la extensión de la Reserva Natural Cabrera – Timané, de 125.061 hectáreas, que está ubicada en el distrito de Bahía Negra, departamento de Alto Paraguay, límite con Bolivia, precisamente.
En ese punto era descargada la sustancia, que luego era alzada a aviones con matrícula paraguaya. Éstos eran pilotados principalmente por Gilberto Esteban Sandoval Giménez.
En las primeras semanas de enero se incautaron al menos 851 kilos de cocaína provenientes de Bolivia en Paraguay y Chile producto de tres operativos. En el primer caso, la Policía antinarcóticos de Paraguay realizó la “Operación Halcón 2” en el departamento de Alto Paraná, donde se incautó de una avioneta Cessna 206 con matrícula boliviana CP – 2038 con 265 kilos de pasta base de cocaína, distribuida en 260 “panes”. Según el informe de la Fiscalía paraguaya, la droga estaba valuada en 1,4 millones de dólares.
Entre el 15 y 17 de enero se realizaron otros dos operativos en Paraguay y en Chile, donde se incautaron en total 586 kilos de cocaína proveniente de Bolivia, valuados en siete millones de dólares. El 17 de enero, la Aduana chilena interceptó una carga de cocaína boliviana de alta pureza (clorhidrato) en Ollagüe. Eran 166,1 kilos valuados en cuatro millones de dólares. La droga estaba oculta en un camión cargado con concentrados de zinc, proveniente de Potosí y su destino era Corea del Sur.
El 15 de enero, en Paraguay la Policía realizó el operativo “Aurora”, en el que se incautaron 420 kilos de cocaína y se detuvo a seis personas. La operación permitió interceptar una aeronave proveniente de Bolivia en una pista clandestina de una zona rural del departamento de Misiones (suroeste). Se presume que la carga de droga tenía como destino Argentina. La droga secuestrada estaba dentro de unas bolsas selladas y está valuada en unos tres millones de dólares, informó el vocero de la Secretaría Nacional Antidrogas, Raúl Riveros.
Unodc alerta que el principal destino de la droga es Europa
El Informe Mundial sobre la Cocaína 2023, publicado en marzo por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), dice que la droga producida en Bolivia tiene como principal destino Europa. El reporte señala que los narcotraficantes se valen de nuevas técnicas y prueban nuevas rutas.
“Bolivia, un país sin litoral que comparte fronteras con cinco países, funciona hasta cierto punto como país de tránsito, además de país de origen de la cocaína. Aparte de la cocaína que ingresa a Bolivia a través de la frontera con Perú, el tráfico de cocaína desde Bolivia ocurre hacia el este y el sur (de su territorio), hacia Brasil, Paraguay, Argentina y Chile”, señala parte del informe de la Unodc.
En ese primer punto, la Unodc desvirtúa el discurso del gobierno de Luis Arce, cuyo ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, dice que Bolivia es solo un territorio de tránsito de la droga producida en otros países. Al contrario, el informe revela que grupos como Comando Vermelho y Primer Comando de la Capital operan en el país, incluso se habla de un tercer grupo, “Familia do Norte”.