FAB perdió $us 500 mil por cuatro motores que funcionaron solo un año
La Fuerza Aérea Boliviana (FAB) perdió más de medio millón de dólares por cuatro motores adquiridos en 2015 y que estuvieron en funcionamiento sólo un año. Los artefactos fueron comprados mediante un proceso por excepción a la empresa SAE.
El entonces comandante de la FAB y actual comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Juan Gonzalo Durán, es quien firmó los contratos respectivos.
En un informe del 25 de agosto, enviado al jefe del Departamento IV de Logística, Miguel Ángel Albis, el coronel Miguel Cabezas explica los detalles por los cuales los cuatro motores dejaron de funcionar en un año. Habían sido comprados para las aeronaves BAe 146-200 para Transportes Aéreos Militares (TAM).
El motor con el número de serie LF- 05319 (1) fue instalado el 25 de junio de 2015 y fue removido el 22 de junio de este año. “El motor presentó ruido en despegue, partículas metálicas en el chip detector categoría 3”, señala un cuadro referido al tema.
El motor costó 364.430 dólares y fue usado sólo el 57% de su capacidad debido a que a partir de las fallas técnicas sólo voló 1.869 ciclos y quedaron 1.403. Por tanto, la pérdida económica fue de 156.266 dólares, de acuerdo con los documentos de la FAB.
Un ciclo es el periodo entre el despegue y el aterrizaje de una aeronave. Se usa esta unidad de medida para aspectos de mantenimiento del artefacto.
Sobre el motor LF- 05324C (2), el documento indica que fue instalado el 27 de julio del año pasado y removido el 11 de agosto de este año. Presentó “daños severos en los vanes de la primera etapa, rajadura en los estatones de la misma etapa”.
En este caso el costo del aparato fue de 230.570 dólares y la pérdida económica por no haber volado el total de ciclos llega a 44.122 dólares.
El motor LF-05908AC (3) fue comprado en 320 mil dólares. Se instaló en el avión el 8 de abril del año pasado y fue sujeto de remoción el 2 de marzo de 2016. Presentaba “partículas metálicas en el chip detector categoría 3”, según el informe que tiene la FAB.
Al no haber cumplido con la cantidad de ciclos y al haber llegado al 40% de funcionamiento, se conoce que la pérdida fue de 191.574 dólares.
El último motor que quedó fuera de funcionamiento es el del número de serie LF-05582AC. Fue instalado el 8 de abril de 2015 y fue removido el 23 de julio de este año.
El aparato dejó de operar por un “rozamiento en la segunda etapa (HPT) y severos daños en el disco rotor”.
El artefacto costó 370 mil dólares y tuvo un uso del 54%. Debido a las fallas dejó de funcionar por lo que hubo una pérdida económica de 171.389 dólares.
Entre las conclusiones del informe sobre la situación de los motores se indica que se compraron cinco de la empresa SAE, de los cuales queda uno solo que continúa en funcionamiento con el número de serie LF-05651AC.
“Se han tenido muchos problemas de funcionamiento desde el inicio de sus operaciones y que en la mayoría de los casos han sido la causa para sacar del servicio a los mismos”, es una de las conclusiones.
Asimismo, el documento se refiere a la pérdida económica. El TAM, al no haber alcanzado los márgenes disponibles estipulados en las “hojas de discos” de los motores ocasionó perjuicios y pérdidas por dos causas:
“Por no cumplir itinerarios programados al tener que verse obligado a sacar las aeronaves fuera de vuelo originando la pérdida de un lucro cesante y, un segundo aspecto que involucra pagar por ciclos no operados en estos motores”, dice el informe.
No obstante, al margen de los perjuicios económicos, “se ponía en riesgo la vida de las personas que volaban por tener motores con fallas”, asegura un denunciante que prefirió el anonimato.
La recomendación que hace Cabezas es efectuar un reclamo formal a la empresa SAE “a objeto que pueda realizar acciones correctivas para restablecer la operatividad de los motores”.
Dos aviones parados por falta de aparatos
Como consecuencia de la remoción de cuatro motores que funcionaron durante un año y ya están fuera de servicio hay dos aeronaves BAe 146-200 (FAB-105 y FAB-106) “en condiciones no operativas”.
El 10 de julio Página Siete publicó una nota sobre la FAB y la adquisición de los motores. La fuerza castrense regularizó la compra de cuatro motores meses después de que ingresaran al país y ya estaban instalados en aeronaves. La modalidad de la adquisición posterior fue por excepción, proceso que no coincide con las condiciones de la norma.
Se trata de tres motores modelo ALF-502R-5, con números de serie LF-05319C, LF-05324C, LF-05651AC y el motor modelo JT8D-17, con el número de serie 688448. Las cuatro compras las autorizó el entonces comandante de la FAB, Juan Gonzalo Durán, actual comandante de las FFAA.
La FAB respondió en julio
Este medio pidió una información oficial a la FAB sobre la situación de los cuatro motores que dejaron de funcionar, pero no se tuvo éxito.
Sobre la compra irregular de los aparatos y el proceso por excepción que eligió la fuerza castrense para adquirirlos, la FAB respondió en julio lo siguiente:
“Respecto a las consultas de su periódico, hacerles conocer que de manera institucional respondimos formalmente a los requerimientos de peticiones de informe debidos. Si este caso ya se encuentra en la jurisdicción ordinaria, serán las autoridades competentes quienes realicen los requerimientos debidos”.
El 7 de octubre el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, fue interpelado en la Asamblea Legislativa. Sobre el tema dijo que hace más de 50 años se hacían compras directas y nunca hubo problema.