Hola Vesty querido, te escribo muy triste y desolado por lo que está sucediendo en nuestro país. Te quiero decir que, el paraíso que fue Bolivia ya no lo es más, la ignorancia de los gobernantes de los ultimo 15 años y el actual gobierno, han calcinado en estos últimos años más de 10 millones de hectáreas del “bosque boliviano chiquitano” único ecosistema con esas características en el mundo, que quedó en cenizas. También el horror y la ambición no perdonó a nuestra amazonia que sin rubor le prendieron fuego, en el Beni, Pando y en el Norte de La Paz. Lo mismo hicieron en el Sur Este y el Valle de Utuquis fue otra víctima, lo mismo que las pampas de Moxos, tampoco tuvieron piedad en hacer arder a las Áreas Protegidas y las Reservas Naturales tanto de los bosques amazónicos como del chaco. Las incandescentes llamas arrasaron todo tipo de plantas entre esa grandeza vegetal se perdieron, tesoros maderables casi extintos como mara, roble, nogal y muchos otros árboles de finas maderas como los cuchis, los toborochis, los quebrachos, ceibos, orquídeas y un millar de otras especies preciosas. La fauna corrió la misma suerte y aun peor. Fue horrible, ver los esqueletos calcinados de millares de animales de diversas especies. Te recordé mucho viendo una víbora carbonizada al las cuales tu defendías y cuidabas tanto.
Hoy todo el mundo se lava las manos y los responsables de velar, cuidar y conservar la naturaleza se pelotean y desaparecen. Los héroes como siempre, fueron los pueblos originarios, evitando que se quemen sus chacos y sus mismos pahuchis. También llegaron incontables jóvenes que arribaron de las ciudades, convirtiéndose en los verdaderos conservacionistas. Los improvisados bomberos nos enorgullecieron por su incansable y peligroso trabajo. Pese a que el tremendo humo que llegaron de las quemas a todas las ciudades, la misma población se conformó viendo el horrible espectáculo desde sus cómodos hogares por la televisión.
La pregunta que me hago es cómo serán castigados estos maleantes que incluso se atreven a presentarse a radios y canales de tv a defender sus actos delincuenciales y criminales.
Querido amigo me despido con esperanza de que el Ser Divino obre castigando a los causantes intelectuales y ejecutores de tremendo ecocidio.