Iglesia pide declarar zona de desastre al Beni

Obispos de la Iglesia Católica y el Defensor del Pueblo se sumaron ayer al clamor de las autoridades benianas para que el Gobierno central declare a ese departamento zona de desastre ante el azote que viene sufriendo por las riadas e inundaciones.

El Gobierno, a través del ministro de Defensa, Rubén Saavedra, reiteró que no lo hará porque “la capacidad de atención del Estado aún no ha sido rebasada”.

Ante esta nueva negativa del Gobierno nacional, la Gobernación de Beni informó que realizan un análisis para plantear una demanda legal en contra del Ejecutivo nacional.

“El instrumento más fácil y además adecuado a la gravedad y envergadura del desastre es declarar zona de desastre porque eso pone a disposición enseguida de todos los medios para poder atender de inmediato y hay que dejar de lado toda clase de intereses”, manifestó el arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti.

La autoridad religiosa dijo que este pedido es de los obispos del oriente que evaluaron la situación que viven las poblaciones de esta parte del país y consideran que el Gobierno tiene que declarar desastre en Beni, “no debería esperar más, y escuchar el clamor que surge de todos los lados, sobre todo es el clamor de los más pobres, de los más necesitados”.

Gualberti agradeció la solidaridad de los fieles y entregó 452.364 bolivianos recaudados en la colecta dominical en las parroquias de Santa Cruz. El dinero fue repartido en partes iguales a los vicariatos apostólicos de Reyes y Trinidad (Beni) y de Pando para la compra de alimentos y medicamentos para la atención de los damnificados por las inundaciones.

Pese a que las aguas empezaron a descender en los municipios benianos afectados por las inundaciones y el desborde de los ríos, ahora empezó la emergencia sanitaria por la propagación de las epidemias y los riesgos de contaminación.

Ante la magnitud de los problemas ocasionados por los fenómenos naturales, las autoridades departamentales de Beni y de varios municipios pidieron al Gobierno declarar zona de desastre para permitir la llegada de una mayor ayuda humanitaria internacional para los más de 30.000 damnificados en Beni.

“En base a lo que determina la Ley 2140 invocamos a las autoridades gubernamentales a que se declare inmediatamente como zona de desastre a los departamentos de Beni, Pando y La Paz”, declaró Villena.

Relató que en Beni las familias damnificadas viven hacinadas en carpas, junto a sus animales domésticos y con los alimentos racionados.

“Creemos que las acciones no son suficientes y que no hay la capacidad suficiente para enfrentar el problema sin poner en riesgo la vida y la seguridad de los habitantes, especialmente si no hay voluntad política para establecer un mando único de coordinación y acción entre los distintos niveles de Gobierno”, agregó Villena, quien recorrió el fin de semana las regiones afectadas en Beni.

Por otra parte, el Defensor pidió que se suspendan las fiestas de Carnaval por el desastre que se vive en el país. “No hay razón para que se dé rienda suelta a una alegría que no tendría que ser puesta de manifiesto frente al drama y el dolor de nuestras y nuestros hermanos”, dijo.

En respuesta al pedido de los obispos y el Defensor, el ministro de Defensa aseguró que el Gobierno “está llegando a los lugares más alejados”, donde se registraron emergencias y dijo que los mejores testigos son los afectados, “cuyas necesidades son atendidas oportunamente”.

Acusó al Defensor del Pueblo de hacer política con los desastres naturales y con las familias damnificadas, al asegurar que el Gobierno movilizó hasta la fecha más de 900 toneladas de ayuda. “De un tiempo a esta parte, lo único que hace el Defensor es emitir opiniones políticas”, agregó  Saavedra.