Las lluvias y la declaración de emergencia

A través de un decreto supremo, el Gobierno de Bolivia declaró “Situación de emergencia nacional”, debido a las intensas lluvias en el país, en particular en los departamentos de Beni, Pando, La Paz y Cochabamba, que afectan a cerca de 10.000 familias y extensas zonas agrícolas.

La medida permite a las gobernaciones y alcaldías utilizar recursos económicos con el fin de atender desastres y emergencias, así como transferir al Ministerio de Defensa recursos económicos necesarios para atender a los damnificados.

Los efectos de las lluvias, atribuidos al fenómeno meteorológico de La Niña, golpearon con particular dureza e intensidad a seis barrios de Cobija virtualmente anegados de agua hasta los techos, a causa del desborde del río Acre, afectando a cerca 1.000 familias, las cuales están albergadas en colegios, iglesias, locales y el coliseo a la espera de mayor solidaridad.

Algunas familias han sido evacuadas al Brasil, que permitirá a los equipos de Defensa Civil pasar por territorio brasileño para llegar a los lugares inundados de Bolivia según informa un comunicado de la Embajada de ese país en La Paz.

Otro caso, que felizmente no reporta víctimas fatales, es el de la pequeña ciudad fronteriza de Bolpebra, ubicada en la frontera trinacional de Bolivia, Perú y Brasil, de donde nace su nombre, que fue arrasada por el desborde de los ríos, al extremo que se deberá construir una nueva población.

En la ciudad de La Paz, en el barrio de Achachicala, una niña de cinco años y sus padres murieron sepultados por el derrumbe de tierra sobre su precaria vivienda. Otro anciano murió en similares circunstancias en un barrio de las inestables laderas que circundan esta ciudad.

En la agricultura, aún no se tiene una estimación precisa de las pérdidas y áreas afectadas, pero se calcula que más de 9.000 hectáreas han sufrido los rigores climatológicos.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología informó que en varias regiones de la región andina, los valles y el oriente, las lluvias excedieron el promedio para febrero debido al fenómeno climático de La Niña que este año llegó con lluvias tardías y más intensas que en años anteriores.