Lluvias dejan 42 muertos, 31.000 familias afectadas y una ciudad de la Amazonía inundada

La época de lluvias ha dejado en Bolivia al menos 42 muertos, 31.000 familias afectadas o damnificadas e inundaciones en zonas de los nueve departamentos del país, pero en particular en la ciudad amazónica de Cobija, fronteriza con Brasil y que fue declarada “zona de desastre” porque el agua ha llegado a los techos. 

Al menos 42 personas han muerto y 31.000 familias han resultado afectadas por las lluvias en Bolivia. Las cifras corresponden a un cómputo oficial desde noviembre pasado, pero que en los últimos días ha crecido “de forma considerable” debido a la intensidad de las precipitaciones, según los últimos datos proporcionados por el viceministro de Defensa Civil, Juan Calvimontes, este miércoles 28 de febrero.

Adicionalmente, se reportó la destrucción completa de 837 viviendas y graves daños a otras 519 casas en todo el país. Las autoridades de los municipios afectados continúan informando a los medios el aumento de daños y damnificados.

Además, cerca de 800 personas han sido evacuadas de forma aérea, terrestre o fluvial por los estragos causados por las lluvias en las carreteras o en poblaciones vecinas a ríos.

Las inundaciones han golpeado tanto en la zona andina como en la Amazonia y en los valles del centro país, pero los departamentos en alerta roja con riesgo de desastres son La Paz y Pando, cuya capital es la ahora inundada Cobija.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) confirmó, además, que “las precipitaciones de febrero han superado por mucho los niveles históricos, especialmente en los departamentos de La Paz y Potosí”.

En el departamento de La Paz, hay 23.373 familias afectadas o damnificadas, lo que corresponde al 80 % del total nacional.

Pese a las peticiones del Gobierno para que la ciudad de La Paz sea declarada en situación de desastre, el alcalde Iván Arias, de línea opositora, descartó tomar esa medida porque están haciendo, según dijo, los trabajos necesarios para controlar las cuencas.

Declaran “zona de desastre” en ciudad de la Amazonía

La peor inundación la sufre actualmente el municipio de Cobija, en la Amazonía boliviana y fronterizo con Brasil, aunque no se han reportado víctimas mortales debido a operaciones preventivas tomadas ante la inminencia de las riadas, dijo a France 24 la alcaldesa del lugar, Ana Lucía Reis.

En una rueda de prensa, Reis confirmó que Cobija ha sido declarada “zona de desastre” y que no tiene recursos para enfrentar la crisis por lo que pidió ayuda al gobierno central.

El desborde del río Acre en Cobija ha sobrepasado los 16,5 metros, un nivel histórico ya que 2012 la cifra más alta alcanzada había sido de 15,55 metros, dijo el jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos de Pando, el capitán Ernesto Roca.

Más de 3.500 familias han sido evacuadas a zonas seguras y albergues. Cobija tiene alrededor de 100.000 habitantes.

Según imágenes de dron difundidas por el gobernador de Pando, Regis Richter, en varios lugares, el agua ha cubierto incluso los techos de las viviendas, escuelas y centros médicos.

La población cobijeña usa lanchas para movilizarse en sus calles y avenidas. El puente internacional que une Cobija con la ciudad brasileña vecina de Brasileia también está bajo el agua.

El pronóstico para Cobija es de seis días más de lluvias intensas, según el Servicio de Meteorología e Hidrología de la zona.

Según el viceministro Calvimontes, las Fuerzas Armadas están trabajando para “salvaguardar la vida” de la población de Cobija, pero advirtió que la situación de la ciudad es “muy complicada, de manera que la situación en Pando tiende a agravarse porque el nivel del agua sigue subiendo”. 

De momento, hay 13 municipios declarados en todo el país como zonas de desastre, y 317 municipios en alerta naranja, que ya están sufriendo inundaciones.

Bolivia, con una población de 12 millones de habitantes, tiene un total de 337 municipios.

Las intensas lluvias que golpean a Bolivia contrastan con la sequía que asoló varias regiones del país en 2023, cuando la falta de agua afectó a cerca de medio millón de habitantes y más de un centenar fueron declarados municipios en situación de desastre