Los Yungas, paraíso fiscal de autos chutos

0
509

Los motorizados son internados pagando Bs 500 en las trancas de control caminero. Se conoce que los propietarios son productores cocaleros. Se encontraron varias tiendas de donde obtienen combustible.

Los pobladores de Coroico, Caranavi, Irupana, Chulumani, Chicaloma, La Asunta, Cajuata, Quime, entre otras, que corresponden a Nor y Sud Yungas demuestran en sus eventos sociales que en dichas localidades pregona la mayor cantidad de vehículos “chutos” e indocumentados que circulan sin placas de control y adquieren combustible de tiendas.

Pese a existir una debilitada presencia policial del Organismo Operativo de Tránsito (OOT) u otras reparticiones de la institución del orden, ellos sólo se acomodan a esa realidad si quieren continuar trabajando en dichas localidades, por lo tanto, no existe ninguna acción de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) y menos del Control Operativo Aduanero (COA) que pueda operar en dichas poblaciones donde el transporte indocumentado está en manos de los cocaleros.

Mario Cisneros, uno de los personajes que interna vehículos indocumentados, confirmó a este medio de comunicación que dichos motorizados llegan a ser internados por las rutas oficiales haciendo una supuesta cancelación de Bs 500 en cada puesto de control. Posteriormente, estos vehículos son vendidos a productores de hoja de coca, quienes utilizan con preferencia minibuses carri, vagonetas Crig, Caldina o un 4×4 con la finalidad de ser utilizados para el trasporte de taquis de coca a vías accesibles y su posterior traslado a buses.

Otro tipo de motorizados internados son las motocicletas que en su mayoría son para varones, de 2.500 de cilindrada de diferentes marcas, pero con mayor preferencia de nacionalidad china.

“Cuando vendemos los vehículos, ellos no necesitan para su circulación placas de control ni nada, porque ellos han llegado a un acuerdo con el Municipio que realizarán el pago de sus impuestos por el uso de las calles y como el combustible se puede comprar en las tiendas desde 10 a 20 litros, no tienen ninguna razón por la que estos motorizados salgan a las ciudades y lleguen a ser decomisados y los del COA nunca llegarán a estos sectores”, reconoce Cisneros.

La internación de los vehículos indocumentados de procedencia del contrabando o como resultado de robo es lo que menos se averigua o investiga en dichas localidades, donde los uniformados solo cumplen la tarea que les permite los lugareños dentro de sus usos y costumbre, pero no así las normas nacionales como la Ley de Aduana, Código Penal o la propia Constitución del Estado (CPE), porque la única autoridad vigente es la presión social.

Los lugareños recuerdan que sólo en una oportunidad un grupo de efectivos policiales realizó un operativo en carretera donde dos vehículos indocumentados, denunciados como robados, estaban a punto de ser secuestrados por funcionarios policiales de La Paz, pero una turba de productores de la hoja de coca cercó a los efectivos, quienes abortaron la operación con la finalidad de proteger su integridad.

En el recorrido, se verificó que de 10 vehículos que circulan estas poblaciones sólo uno posee placa de control, pero existe la duda si dichas placas son originales o clonadas, mientras que de 10 motorizados, por lo menos dos de ellos son producto de robo y el restante corresponde a vehículos “chutos”.

Uno de los motorizados que se encuentra parqueado en la puerta de una vivienda, por ejemplo, tiene el registro de una placa de control con el número 2805-KLP o el vehículo 2888-XER que sólo presentaba una sola placa de registro y en el caso de un vehículo oficial del Gobierno Autónomo Municipal de Irupana de marca Nissan tampoco posee placa de control, como constató este medio de comunicación.

En pasados días, la presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB), Marlene Ardaya, confirmó que un estudio realizado por Inteligencia del COA estaría analizando el modo de internación de los vehículos indocumentados en poblaciones rurales, además de ser esta instancia la que realice un proceso en contra de las autoridades municipales que permitan la internación de vehículos chutos, declaraciones que sólo originan una mueca de risa en las poblaciones yungueñas, conscientes del poder que les otorgan sus propias organizaciones.