Lucha libre de mujeres
Cientos de mujeres cachascanistas se juntan todos los fines de semana por distintos lugares de La Paz y El Alto para practicar una disciplina que antiguamente solamente era disputada por hombres. Los legendarios Huracán Ramírez, El Santo, Blue Demon hicieron celebre la lucha libre que se importó al país hace ya más de cuatro décadas y atraía a miles de fanáticos por la capacidad de los luchadores en hacer piruetas y desafíos muy a lo mexicano; los duelos en los que uno de los luchadores además de perder en la lucha cuerpo a cuerpo perdía algo más que su honor. Cuando la sangre que en realidad era una tina roja brotaba en medio de la pelea, la lucha se hacía intensa invitando al público a compartirla con demostraciones de adhesión, burla o rechazo. Aunque se dice que todo era simulado y que en realidad los saltos y las contorciones requerían mucho ejercicio y preparación, ninguno de los titanes quería verse expuesto al escarnio de la derrota, por lo que a veces se presenciaban peleas muy en serio, mientras la gente deliraba en sus butacas.
Lo que sorprende es que esta disciplina ha comenzado a popularizarse entre mujeres de pollera. La típica mujer del occidente boliviano es aguerrida y luchadora por naturaleza, la que muchas veces comanda la economía y es pilar del hogar; muy temperamental y ligeramente varonil por su contextura física: gruesa y poco ágil, aunque en esta mueva faceta demuestra precisamente lo contrario. Difícilmente se podría suponer que la lucha libre se haya popularizado en este segmento de la sociedad, pero son cada vez más los barrios que albergan gimnasios especializados donde estas mujeres se entrenan en sus momentos de ocio. Se sabe que en promedio reciben un pago simbólico que sale de la recaudación por la venta de entradas. No necesariamente por la parte monetaria más mujeres están dispuestas a subirse al cuadrilátero, más simpatizantes se suman al espectáculo y más fotógrafos atraídos por la curiosidad han asomado su lente a los coliseos improvisados que se arman semana tras semana para recrear la escena.
La foto que ilustra esta página es una de las seleccionadas por el jurado de la exposición World Press Photo que recorre el mundo entre las mejores de la muestra y que se podrá ver en Bolivia a partir del 23 de julio en el Museo San Francisco. El fotógrafo es el italiano Daniele Tamagni, que recibió el 2.º premio Artes y Entretenimiento Reportajes Gráficos por esta foto en la que se ve a Carmen Rosa y Julia la Paceña combatiendo en un acto benéfico en el patio de una escuela.