Mientras unos apagan el fuego, otros siguen quemando

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Foto: Fuad Landívar /El Deber

Cuando el número de incendios forestales había bajado a 18 el martes pasado y los bomberos y voluntarios que combaten el fuego podían dar un respiro, este fin de semana nuevamente se desbordaron las quemas al extremo de que ayer había 51 incendios activos en 11 municipios cruceños.

Las autoridades indican que dos son las posibles causas para este fenómeno, una es el clima, es decir, no llueve en la zona desde hace varios días y los fuertes vientos reavivan las llamas; y la segunda causa es que hay gente que sigue prendiendo fuego deliberadamente, haciendo caso omiso a la Ley de Declaratoria de Pausa Ambiental.

En Santa Cruz, las primeras quemas se fueron registrando desde marzo; sin embargo, a mediados de julio cobraron fuerza. En todo julio hubo 2.858 quemas, mientras que en agosto la cifra subió a 10.844. Desde mediados de agosto el fuego es combatido por aire y por tierra Según el Sistema de Alerta Temprana de Incendios Forestales (Satif), de la Gobernación, el domingo había 379 nuevos focos de quema, principalmente en los municipios golpeados por los incendios.

“Esta situación (de incendios) aún no termina, seguimos en un riesgo latente, pues todos los días tenemos focos de quemas nuevos”, dijo la secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación, Cinthia Asin, al pedir a la población que tome conciencia porque las condiciones climatológicas y de sequía hacen que una quema salga de control y se convierta en un incendio.

Esta situación llevó al secretario general de la Gobernación, Roly Aguilera, a exigir una mayor fiscalización sobre los chaqueos. “Hemos pasado de 1 millón a 2 millones de hectáreas quemadas. Continuamos con los asentamientos ilegales y un descontrol absoluto sobre las quemas”, indicó Aguilera

El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, pidió a quienes están en la Chiquitania, vivientes o visitantes, que ayuden a no prender fuego, pues los resultados pueden ser lamentables. “Este es un fuego macabro que puede terminar muy mal. Hasta ahora estamos hablando solo de ocho viviendas afectadas, ninguna comunidad ha sido evacuada ni arrasada por el fuego, pero si sigue este fuego macabro, en que nosotros apagamos las llamas, por un lado, y a nuestras espaldas las vuelven a encender, sean estos agricultores, estancieros o saboteadores, ¿dónde vamos a quedar?”, reflexionó la autoridad. Insistió en que es necesario tomar conciencia porque no hay fuerza policial ni militar que alcance si se intenta hacer control a los miles de hectáreas que tiene la Chiquitania.

Las denuncias de los bomberos

 

A esto se suman las denuncias de bomberos y voluntarios, que indican que mientras ellos aplacan las llamas hay gente que las prende. En las últimas horas se conoció que un grupo de voluntarios, llegados de Cochabamba a Concepción, decidió abandonar el lugar y retornar a sus casas, cansados de que se generen nuevos chaqueos en lugares en donde ya se había trabajado y mitigado las llamas.

“Somos de Cochabamba y muy decepcionados nos vamos, hemos visto pobladores en moto que nos seguían (…), y vimos en la comunidad de Fortaleza que cuando estamos logrando apagar el fuego, viene un comunario a decir que por qué lo estábamos apagando, que ellos iban a volver a prender el fuego. Realmente eso pasó, todo el trabajo que hacíamos nosotros no sirvió de nada”, lamentó uno de ellos.

En otro video se observa una reunión nocturna de comunarios y bomberos, donde una voluntaria acusa a un grupo de colonos de prender fuego cerca de una comunidad llamada Palestina, en Concepción. La bombera mostró una lata de alcohol como prueba de que los colonos prendieron fuego en la zona.

“Me ha pasado en otra comunidad, (un sujeto) era como un perro detrás de mi cola, porque mientras apagamos el fuego en la noche, a la mañana siguiente en otro lado (encendían fuego)”, expresó otro voluntario. Ayer, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó de que se han abierto cinco procesos contra gente que fue encontrada prendiendo fuego.

Incendios activos

 

Sobre el avance del fuego, Cinthia Asin informó de que las brigadas contra incendios estaban desplazadas ayer en 51 incendios forestales activos, de los cuales 11 estaban en Concepción; 10 en San Ignacio de Velasco; 10 en San Matías; cinco en San Antonio de Lomerío; cuatro en San Javier; tres en San Rafael; tres en Roboré; dos en Charagua; uno en San Miguel de Velasco, uno en Puerto Suárez y uno en San José de Chiquitos.

El alcalde de Concepción, David Mollinedo, expresó su preo – cupación porque el fuego llegó a nuevas zonas, como Palestina y Madrecita, y avanza hacia Palmarito, sumando tarea a los bomberos. Además, el denso humo y los fuertes vientos dificultan las tareas por vía aérea. En San Matías, los incendios también pusieron en apuros a bomberos y efectivos del Ejército.

Se tuvo que evacuar a pobladores de la comunidad Candelaria a lu – gares seguros, luego de que dos familias vieron sus viviendas y cultivos arrasados por las llamas. Una acción similar se ejecutó en el municipio de Roboré, donde autoridades municipales y brigadistas evacuaron a varias familias de la comunidad Yororoba, distante 10 km de Roboré, debido a que el fuego amenazaba las viviendas.

Evacuan a un soldado

El director del hospital Germán Vaca Díez, de Roboré, Juan Padilla, informó de que ayer por la mañana fue derivado hasta la capital cruceña un soldado del Ejército en estado inconsciente. El efectivo, que forma parte de las brigadas contra incendios, aparentemente sufrió un desmayo producto de una caída y como su cuadro se agravó fue trasladado en avioneta hasta Santa Cruz de la Sierra.

“No tengo muchos detalles, aparentemente sufrió un golpe por una caída. Le dimos los primeros auxilios y fue derivado a la capital para que reciba atención especializada”, indicó el médico.

Pedido al Gobierno

El secretario general de la Gobernación reiteró el pedido al Gobierno nacional para que lance la declaratoria de desastre nacional, con el fin de que se active mayor ayuda de la cooperación internacional.

Roly Aguilera ve necesario un apoyo externo más afectivo para sofocar las llamas y para que exista un plan posincendio.

“Está claro que no tenemos como país la capacidad logística ni de conocimiento ni de tecnología para enfrentar un desastre de las magnitudes que tenemos..

¿Qué aguardamos?, que vengan las lluvias de enero para que aplaquen los incendios.

Ya hemos sufrido un deceso y hasta ahora no se declara desastre nacional”, dijo. Sin embargo, el viceministro de Presupuesto, Jaime Durán, aseguró que el Estado boliviano tiene la capacidad económica pa – ra atender la emergencia por los incendios forestales y dijo que esto se demostró con el importante despliegue de recursos, técnicos, financieros y humanos, que se concretó hasta el momento. Según Durán, hasta el momento se destinaron $us 11 millones para atender los incendios. Reite – ró que están a disposición los re – cursos necesarios para combatir la emergencia.