Personajes 2019: Luis Barbery

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Foto: Revista dat0s 228

 

Revolución industrial en marcha. Con el lema de que el desarrollo no puede esperar, amplios sectores del empresariado asentado en Santa Cruz quieren a Bolivia entre los países más productivos de la región.

Luis Barbery se ha convertido este año en el nuevo presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB). El empresario es presidente ejecutivo de la Corporación UNAGRO, la industria que en los últimos años ha realizado importantes inversiones para cambiar la matriz energética basada en el consumo de combustible fósil por el etanol, energético más amigable con el medio ambiente. El empresariado asentado en la región del oriente está dispuesto a diversificar su producción apuntando convertir a Bolivia en un atractivo polo de desarrollo regional. Paraguay, sin ir lejos se ha convertido en el tercer exportador mundial de soja, generando una disociación entre el vivir bien y el negocio que define el comercio en el mundo. En una conversación que sostuvimos con el empresario manifestó que aguardan que el nuevo Gobierno defina políticas que incentiven el aparato productivo y fijen en su agenda la producción industrial del etanol. Comisiones mixtas ya estaban avanzando en la normativa que regule la relación y los negocios. “Estamos confiados que Bolivia iniciará la era de un nuevo ciclo”, aseguran desde las cámaras empresariales del Oriente.

Rápidos y audaces

Siempre desde las cámaras de la empresa privada se expresa la intensión de convertir al departamento en un polo de desarrollo. “Queremos convertirnos en la locomotora del desarrollo nacional. Desde aquí nos encargamos en generar el 80% de la demanda de alimentos de Bolivia, si se nos da la oportunidad; vamos a convertirnos en un factor clave para cambiar la matriz productiva. El ciclo de la minería y de los hidrocarburos está en declive después de más de 100 años de extractivismo. Nosotros estamos visualizando otros negocios; es la era de los agronegocios”, aseguran los empresarios cruceños.

Articulados en acuerdos de mediano plazo es lo que podría generar condiciones para avanzar políticas de Estado que dinamicen la economía nacional. “Paraguay tiene la primera flota de embarcaciones de pequeño y mediano porte del mundo por donde exporta su producción de soja. Nosotros podríamos convertirnos en algo igual, hay la decisión de hacerlo”, dice en alusión al proyecto de la Hidrovia. Los empresarios cruceños aportarán su parte en generar condiciones de infraestructura para el puerto.

Sobre etanol un experto con el que conversó dat0s dijo que la mezcla es altamente beneficiosa porque aumenta el octanaje del motor. “Es donde Bolivia debería apuntar para depender menos de la importación de gasolina. El Estado ahorraría mucho si impulsa la producción de alcohol anhidro (etanol) que se obtiene de la caña de azúcar”. Se hablan de inversiones en el orden de los US$ 1.600 millones. En marzo del año pasado el sector cañero de la región, los empresarios privados de Santa Cruz y el Ministerio de Energía ya firmaron acuerdos para asegurar la producción de 80 millones de litros del “combustible verde”. Los agroindustriales cruceños anunciaron casi al finalizar el pasado año millonarias inversiones para potenciar una solución a los derivados del petróleo que han fomentado una sangría en la economía nacional. Bolivia subvenciona el carburante a razón de 6 litros por 10 que se consumen en el mercado interno. Le cuesta al Estado alrededor de US$ 550 millones al año. Esa cifra que se incrementa cada año podría reducirse a la mitad en caso de que se generen las condiciones para ampliar la frontera agrícola de caña de azúcar. Los ingenios comprometidos están construyendo la infraestructura con una inversión que supera los US$ 135 millones en plantas y en la construcción de obras civiles.

Este ingenio ha invertido el año pasado algo más de US$ 15 millones para poner a andar una moderna planta deshidratadora de etanol con una capacidad de producción de 300.000 litros por día y la cogeneración de energía eléctrica capaz de generar electricidad a partir del vapor con una amplitud de 40 megavatios por hora. Los otros ingenios han sido tan audaces como el primero. El ingenio sucroalcoholero AGUAÍ ha apostado con una inversión de US$ 10 millones para la diversificación del agro cruceño. Apenas supo que se estaban gestando los acuerdos entre el sector público y el privado, destinó esa inversión que puede sumar en el tiempo. Se trata de una planta deshidratadora y un tanque de almacenamiento.

Los conocidos ingenios Guabirá y La Bélgica recorren similar camino. El primero ha desplegado ya a lo largo de 2018 esfuerzos para generar una inversión cercana a los US$ 32 millones para ampliar tierras de cultivo y la instalación de una planta deshidratadora que ha sumado en la modernización tecnológica del ingenio. Entretanto, La Bélgica se encuentra en una fase de consolidar sus proyectos con una inversión por encima de los US$ 40 millones en los mismos objetivos.

Estas cuatro plantas con instalaciones de última generación se han puesto en la vanguardia y son consideradas las precursoras de escribir una nueva historia del ciclo productivo de energía limpia y renovable que suman un decidido aporte al desarrollo nacional.

 

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