Renuncia de Morales desata temor y destrozos en La Paz y Cochabamba

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Foto: Erbol

Los vecinos de las ciudades  de La Paz, El Alto y Cochabamba experimentaron, durante la noche de ayer, miedo y zozobra por el ataque de grupos de choque a bienes públicos y privados, horas después de la renuncia del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera.

En el occidente se produjo una serie atentados que empezó aproximadamente a las 18:30 con la interrupción del suministro de agua potable diversos barrios de las urbes paceñas.

Los ciudadanos denunciaron que el servicio básico se cortó en El Alto, Ciudad Satélite, La Ceja, Nuevos Horizontes, Ferrepetrol, 16 de julio, puntos de Río Seco, Santiago Segundo, El Kenko, Alto Lima, El Tejar, Bella Vista (Colindante con Obrajes), Obrajes, sector condominio Verde Olivo, Chasquipampa, Achumani y en Obrajes por el sector de la avenida Mecapaca.

También se reportó que no hay agua en el Cruce de Villas, Pampahasi, Bajo Sopocachi, Villa Armonia, Villa de la Cruz. En Bello Horizonte, plaza El Condor, el suministro es muy débil.

En la ciudad de El Alto, los grupos de choque atacaron propiedades de la Alcaldía de El Alto, los predios de la avícola Sofía y letreros colgados en pasarelas.

En la ciudad de La Paz, los hechos más graves ocurrieron en la zona sur. Turbas golpearon a vecinos de Chasquipampa y Cota Cota. También atacaron los parques de estacionamiento de buses Pumakatari en las zonas de Chasquipampa y Alto Achumani.

El fuego convirtió en chatarra los vehículos.

Desde su cuenta en Twitter, el alcalde de La Paz, Luis Revilla, denunció que grupos organizados por diputados y candidatos del MAS por la zona sur y El Alto estaban asaltando las estaciones de La Paz Bus y del hospital La Portada, y amenazando las casas de las autoridades municipales. “Estamos presentando las denuncias penales respectivas”, anunció.

Los vecinos de la Eloy Salmón, Tumusla, Huyustus y sectores de la avenida Buenos Aires se organizaron y encendieron fogatas para evitar el ataque de las turbas que bajaron rumbo al centro.

La gente solicitó auxilio mediante redes sociales y lamentó la ausencia de personal de seguridad en las calles por horas.

Por su parte, los grupos radicales advirtieron que continuarán asediando a las ciudades porque no están de acuerdo con la salida de Morales y convocaron a más organizaciones.

La situación se agravó con la quema de la vivienda de la periodista de Televisión Universitaria Casimira Lema y del rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) Waldo Albarracín.

Página Siete y Televisión Universitaria replegaron a su personal porque temen por su integridad. En el caso del medio impreso, se anunció que se suspendió la impresión de ejemplares.

Los destrozos comenzaron el sábado luego de toma de medios estatales por algunos vecinos.

 

MILITARES SALEN A LAS CALLES A CONTROLAR

Las Fuerzas Armadas salieron a poner orden en las vías tras escuchar el clamor de auxilio de los vecinos.

Los militares, a su paso, pedían a las familias que no salgan de sus viviendas y aclaraban que no existe toque de queda, debido a que en las redes existían rumores de esa situación. La Policía apoyó con esta labor, después de varias horas de espera de la gente.

En Cochabamba se reportaron incidentes en inmediaciones de la terminal de buses y en la zona norte, y se alertó sobre posibles saqueos en el mercado La Pampa. Éstos fueron neutralizados por la Policía y la Resistencia Cochala.