Ayer iniciamos este recorrido con la peor noticia de 2024: los incendios que devoraron 9 millones de hectáreas
Este miércoles seguimos este lamentable recorrido que en su peor versión ha devastado lo intangible, lo que tiene un valor intrínseco en sí que es la riqueza de su hábitat, este quizá sea incluso peor que la tragedia económica ya que es invalorable e incuantificable.
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Siempre de acuerdo a información de la Misión Británica MB y de la ONG Tierra, 40% de los incendios de este año se registraron en áreas protegidas, quiere decir que la riqueza que alberga el bosque se ha diezmado con el fuego; 30% corresponde a áreas comprendidas en TIOCs y el restante 30% son áreas productivas.
La misma investigación sostiene que los responsables de los incendios han sido grupos que se denominan Interculturales (45%) que gestionan y operan con avasalladores conectados y protegidos por algún nivel oficial. Un segundo grupo de responsabilidad (35%) son hacendados o propietarios de más de 100 hectáreas de tierra; y 20% son campesinos.
Los incendios que devastaron 9 millones de hectáreas han destruido asimismo 12% de las especies animales que habitan el bosque. Se trata por lo tanto de una catástrofe incuantificable ya que según expertos muchas de estas especies son únicas en el mundo. Además, se han quemado 38% de especies forestales también algunas únicas del mundo; se han perdido 42% de especies vegetales; 15% de acuíferos y 11% de especies acuáticas.
Estos son los datos alarmantes que convierten los incendios en la peor tragedia de los últimos tiempos de la humanidad, comparado con la devastación de las guerras o los cataclismos que siguen la destrucción por algún fenómeno, este, lamentablemente, provocado por la mano del hombre.
Mañana, el negocio del chaqueo.