Una carrera complicada
El vicepresidente Álvaro Garcia Linera ha señalado en un programa de televisión que no será fácil sustituir al jefe del MAS y actual presidente de los bolivianos Evo Morales Ayma en las elecciones de 2019. Que el partido de Gobierno estará en desventaja sin el líder. Ni a Carlos Romero ni David Choquehuanca, dos mencionados como probables sustitutos del jefe les alcanzaría para alzarse con una victoria en las urnas; quien se mueva bajo las sombras en un escenario aparentemente complicado por seguir detentando el poder. El canciller no es un político carismático, es hosco hasta en la forma de hablar lo que no debería ocurrir con un canciller, pero los tiempos han cambiado. El jefe de la diplomacia goza de un espíritu privilegiado que le permite discernir entre el bien y el mal, sabe leer en las hojas de coca, ha impuesto ritos en el Gobierno, es quien, además, es quien mejor saber explicar los atributos de la milenaria hoja; un complemento ideal en la dieta de los bolivianos para sustituir la leche, además es el articulador de la teoría de la hora andina (el reloj que marca las horas al revés). Todos estos rasgos de su personalidad lo proyectan a lo alto del podio. Diríase que David Choquehuanca cuenta con ventajas en la carrera sucesoria. Pero así como tiene un aura que circula por los aires de la plaza Murillo, así, del mismo modo, no es un hombre merecedor de confianzas entre los más cercanos hombres del presidente. La disputa si la hay será reñida para disputarle la sucesión al incuestionable jefe del “proceso de cambio”.