Vocales revelan un TSE en ruinas y perfilan cambios
El primer informe de auditoría de los nuevos vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) es lapidario. Las nuevas autoridades se encontraron con pocos funcionarios en el Sistema de Fortalecimiento Democrático (Sifde), personal casi inexistente en la dirección Informática, equipos de computación canibalizados, generadores de energía inutilizados y escasa ejecución presupuestaria.
La descripción forma parte del informe presentado por el vocal Antonio Costas, que también mencionó que está fuera de servicio el grupo electrógeno que hace de respaldo cuando se producen cortes de energía del data center secundario. El equipo está sin batería. “Estamos a ese nivel de desperfectos, pero se tiene que corregir”, expresó Costas.
Según el vocal, existe una auditoría en curso que permitirá establecer responsabilidades en las personas que estaban a cargo de todos estos equipos.
Para las elecciones de 2014, los entonces vocales informaron de que se había cambiado todo el equipo electrógeno y que no existía ningún peligro para que se paralice el trabajo; hoy Costas dijo que esos equipos no trabajan por falta de repuestos y precisó que los repuestos no se encuentran en el mercado tradicional.
El TSE sin cooperación
Costas también reveló que la cooperación internacional había suspendido todo tipo de asistencia y el TSE no podía impulsar proyectos de renovación de equipos o asistencia de expertos.
“Necesitamos el apoyo de la cooperación (internacional) a través de consultores, equipos y proyectos; ellos pueden propocionar dinero fresco, desconozco por qué la suspensión, probablemente se deba a la inestabilidad que existía”.
Según declaraciones de la ex vocal Dina Chuquimia, las pugnas internas entre vocales generaron todos los problemas y dijo que la responsabilidad era de la entonces presidenta del TSE.
Los reglamentos
Pero no solo las deficiencias operativas dificultaron las tareas de los vocales; el vocal José Luis Exeni dijo que se cambiarán varios reglamentos.
Dijo que no habrá el control y registro de los que quieren participar en los medios de comunicación y, por el contrario, se dejará a la autoregulación de los medios la difusión de propaganda y campaña
También se descartó el control de redes sociales porque considera que es imposible hacerlo