
Estoy algún tiempo escribiendo esporádicamente aquí en dat0s, asumo que algún lector ya se acostumbró a mis constantes preguntas, sin embargo, pienso que es oportuno explicar la razón y es que aprovecho este espacio para hacerlo, esta razón es la “complejidad”. Últimamente he estado pensando mucho en la idea de complejidad, inspirado por un lado en la manía que le tengo a los fractales y, por otro lado, la contratapa de un libro de Edgar Morin que leí y hablaba sobre que hay que tomar al ser humano como un conjunto de muchas cosas.
A partir de un par de charlas, una más apacible que la otra, me surgió la pregunta: ¿Cuál es el sentido del pensamiento complejo? Quizás esta cuestión se presente de una forma muy pragmática en la duda: ¿Para qué sirve complejizar? Me pasó lo inevitable, me puse a pensar en esta última pregunta.
Complejo, complejizar y complejidad son términos que producen cierto agobio ante la sencillez de un mundo que exige trabajar por partes (especialización). Hay personas e ideas que tienen muchísimo éxito por su unicidad simple (simplicidad), entre los seguidores de esta simpleza se ve que mucha de esta gente asume lo simple como un todo o quizá como algo único, una meta deseable a fin de “democratizar”.
De esto último he podido ver actitudes que sólo inclinan la balanza por la plata o por algún objeto que los ha seducido, pero vivir en ese sentido: ¿se puede llamar “vida plena”, a tener un sentido? Simplificar no es complejizar, aunque posea alguna relación. Esto no responde la pregunta: ¿Para qué sirve complejizar? Spoiler no tiene una respuesta definitiva, ni creo que la haya.
Sin embargo, tengo respuestas transitorias (es más creo que sólo tenemos respuestas transitorias). Cuando vemos un mundo con los mismos matices (plata, velocidad sencillez) pienso en frases como: “Desconéctate de todo lo que no le da luz a tu vida” lo que me deja pensando: en tanta luz ¿no se pierden las formas? O planteamientos curriculares para la escuela centrados en liderazgo, salud (física y emocional) y ventas, ¿el mundo es solamente un gran mercado? ¿Compramos alegrías? ¿se puede enseñar a sentir? ¿se puede enseñar a no lastimar? ¿se puede enseñar sin tener presente alguna negatividad?
Es clara la idea de simplificar el mundo, especializarse, pero: ¿El centrarnos en una cosa no nos obliga a olvidar las demás y cómo influyen? ¿no existe un sistema de relaciones? ¿somos un mundo flotando solitario?, si bien parece que estoy en contra de la especialización, supongo que estoy en contra de un efecto de la especialización y es la de creer que una rama del conocimiento explica todo el mundo (también se puede ver esto en la forma en que creemos que una persona va a solucionar todos nuestros problemas). ¿Será así?
En resumen y por el momento pienso que complejizar el mundo nos lleva a considerar nuestras soluciones como respuestas transitorias. ¿Existe una respuesta definitiva? En lo personal espero que no, pues no hay imagen más triste que cuando un problema se agota, eso lo hace digno de sospecha. ¿Era un verdadero problema?
Esta consideración por lo general se centra en preguntas, los cuestionamientos nos abren espacios de complejidad que nos ayudan a considerar el mundo en su riqueza, pensemos en el que pregunta como un explorador, por lo que según la complejidad no nos va a dar una respuesta definitiva o sí (esta última respuesta es digna de revisarse), sin embargo, las preguntas nos van a ayudar a considerar la realidad en una forma más extensa, que enriquece nuestro contacto con el entorno. ¿O no?
Las preguntas que hago son para tratar de darle dimensionalidad al mundo, o una forma de ver el mundo que por especializado se vuelve cada vez más mezquino, quizá pobre en un sentido, por ahora esa es la respuesta a mi empleo de preguntas. Empero, también hay que asumir lo simple porque sin lo simple lo complejo no sería complejo…