
“Durante décadas, Estados Unidos ha apoyado a sus amigos y disuadido a sus enemigos. Ahora, Trump está presionando a sus aliados y buscando acuerdos con adversarios como Rusia. Los aliados europeos y asiáticos ya no pueden tener la certeza de que Trump o un vicepresidente como J.D. Vance lucharán junto a ellos si ocurre lo peor. En todo el mundo, los aliados temen que “América Primero” signifique que quedarán en segundo, tercero, o incluso último lugar. (…) Europa debería colaborar más estrechamente con Japón y Corea del Sur en comercio, tecnología y defensa. Eso ayudaría a preservar un orden liberal alternativo, aunque muy inferior al original.” Así comienza la nota de tapa de la última edición de The Economist titulada “La nueva política internacional norteamericana” ilustrada con una mano apretando el globo terráqueo.