El peligro de una guerra nuclear

Mientras Kamala Harris hace campaña interna desplazándose a la frontera con Texas (paso de la migración ilegal), el candidato republicano Donald Trump, mostró su talla tomando el pulso de la guerra en Ucrania. Se reunió con el presidente ucranio Volodymyr Zelensky para reforzar su argumento de que en su presidencia se buscará un acuerdo de paz para poner fin a la guerra.

En ese plano, Zelensky enfrenta un 50 por ciento de posibilidades de que Trump esté en condiciones de privar a su gobierno de las armas que necesita para defender su territorio; no tiene otra opción que cooperar con la propuesta de Trump (especialmente después de haberse reunido públicamente con Kamala Harris a principios de la pasada semana).

Zelenski firma munición para Ucrania en Scranton, EEUU  | UKRAINIAN PRESIDENTIAL PRESS SER EFE

La humillación para Zelensky fue tener que permanecer en silencio mientras Trump afirmaba que Vladimir Putin quiere poner fin a la guerra. “Quiere que termine, y quiere que termine lo antes posible. Quiere que se lleve a cabo una transacción justa”, de acuerdo al candidato republicano. Mirando a Zelensky, Trump afirmó que “quiere que se detenga, y estoy seguro de que el presidente Putin quiere que se detenga. Y esa es una buena combinación porque queremos tener un trato justo para todos”.

El método preferido de Trump para resolver problemas insolubles, especialmente aquellos en los que su propia posición es políticamente impopular, es invocar un acuerdo justo indefinido que a todo el mundo le guste. A Trump se lo critica porque sobreestima la fuerza de la “claridad moral” como estrategia diplomática, pero tomando en cuenta su amistad fáctica con el líder ruso tiene una enorme verdad.

Y los hechos de esta guerra son perfectamente claros: Rusia inició la guerra; la guerra continúa porque Rusia se niega a abandonarla, considera que Ucrania es parte del Imperio Ruso, la memoria histórica no solo para Putin sino para los rusos es fundamental. La preocupación latente de que más envíos de armas a Ucrania por el actual Gobierno norteamericano y el uso de misiles transcontinentales, amenazan la paz mundial.

El Kremlin ha declarado que no permitirá ataques con estas armas sobre Moscú, que su respuesta será la guerra nuclear y prevenirla es un factor que rendirá votos en las elecciones de noviembre.