La extrema derecha latinoamericana

Los líderes de la ultra se juntaron en Brasil ayer en una cita en la que no faltaron menciones contra Bolivia. La estrella del evento, el argentino Javier Milei, volvió a saltarse protocolos como en España; habló mal de Lula al que ya lo había llamado “zurdito”. Milei fue preparando el terreno de la visita a Brasil a su manera: en un post sobre el intento de golpe en Bolivia atacó a un “perfecto dinosaurio idiota”, que muchos interpretaron como una alusión a Lula, al que sí nombró directamente para llamarle corrupto y comunista. No solicitó audiencia con el jefe del PT y en sus descargas discursivas citó un par de veces a Bolivia donde dijo “se fabrican golpes para ganar un puntito”.

Comparó al país con Venezuela y Cuba, un paralelo que provoca escalofríos -que se parece cada vez más- por una crisis atenuada con un componente militar que a medida que se avanza la investigación del fatídico golpe con tanquetas de plomo y soldaditos de papel en plena plaza Murillo, ha provocado el alza de precios de cientos de productos y el dólar más escaso y caro. Los líderes de la extrema derecha latinoamericana han vuelto a hablar de presos políticos y de la persecución que se ha desatado contra todos los que no piensan igual.

El argentino Milei prefirió presentarse en la Conservative Political Action Conference (CPAC) en el balneario de Camboriú al sur de Brasil en el Estado de Santa Catarina antes que asistir a la Cumbre del Mercosur que comienza este lunes en Asunción del Paraguay. Un expresidente boliviano, afirmó que los procesos de integración regionales están hechos añicos y que no se debe esperar mucho de esas cumbres borrascosas; que en los hechos los países deben lidiar con crisis e inestabilidad política y económica, cada vez peores.

Reunión Lula con Arce

En este escenario incierto mañana se reunirán en Santa Cruz los jefes de Estado de Bolivia Luis Arce y Lula da Silva de Brasil. No quedan muchas tareas en carpeta y aunque Lula que anuncia su arribo con una gran comitiva de empresarios y autoridades. Tratará de ponerle paños fríos a la relación entre Evo Morales y Arce Catacora (como amigos), cuya pelea de intereses mezquinos está hundiendo el país al desastre. Se trata de una pelea peligrosa con un componente especial al que el ex vicepresidente Álvaro García Linera la llamó un “monstruo”.

Lula podría simplemente ser una chispa de transmisión de diálogo. La anterior semana con un dólar que sobrepasó la barrera de 6,3 reales (inédito en los últimos 5 años) convocó de inmediato a mesas de consultas con las principales autoridades del gobierno, incluyendo el presidente del Banco Central (con quien tiene marcadas diferencias porque no lo elige él) y pudo sortear la crisis estabilizando la moneda norteamericana.

En Bolivia, es probable que el deseo del “amigo de Evo y Lucho” Lula no encuentre eco. Las autoridades económicas no alientan ninguna solución en mesa mintiendo descaradamente ante los ojos los 11 millones de bolivianos que tras la farsa del golpe los precios se han estabilizado como por arte de magia. Una flagrante mentira de contradicción fantasmal a la que se debe sumar un 35% más en la cadena de los precios de importación y exportación.