A poco más de un mes de las elecciones de octubre se supondría que todas las miradas de dat0s posarían en los candidatos a la presidencia, en un momento tan crucial en el que no se escuchan propuestas para salir de una triple crisis y de los vectores que aparecen en los informes de organismos internacionales que miden el incremento de los niveles de pobreza en la región, la caída del PIB -calculado en Bolivia en -5%- y en los índices de desempleo ya de por sí dramáticos. A pesar de estas cifras que podrían alentar esfuerzos a la unidad, ninguno de los líderes políticos ha escatimado esfuerzos para atacar al adversario y la oportunidad de oro que tenían para unirse y de presentar propuestas juntos al momento de crisis que vivimos, han sido destacadas en sus ambiciones presidencialistas. Se han valido de la crisis para profundizar la división y a pocos días de cerrar esta edición se escuchaban en sectores políticos como única admonición, ráfagas entusiastas de que las encuestas son el norte de quienes van primeros. Nadie se ha propuesto en los estudios que nos presentan como la panacea levantar un perfil sobre las prioridades inmediatas de la ciudadania y si podrán nuestros políticos enfrentar la triple crisis sin converger programas concertados. Esa tarea ha sido postergada como si al día precediera la noche, tan básico como eso en la oscuridad completa.
Ningún partido o agrupación podrá por separado germinar las bases de un despegue si no cuenta con el apoyo del otro, sino intuye que es capaz de lograr pactos identificando a los actores clave del desarrollo. El país tiene innumerables fortalezas, aunque de atención periférica; si esto sigue igual no habrá Gobierno que dure cuando hay que reconstruir la salud, la educación, la empresa y fortalecer nuestra capacidad innovadora. La grieta es una constante y nadie se pregunta, o quiere ignorar si las demostraciones de fuerza de uno y otro nos hacen mejor. Valiéndonos de nuestra capacidad numérica, 20 años, el lector se encontrará en esta edición con una variedad de temas. Un reportaje especial de Beni, región posterga como ejemplo del no me importismo de siempre. Y para aquellos a los que les gusta la ficción -una historia real- sobre la increíble historia de una mujer que no transó su libertad.
Coronavoucher
Tan atinada como siempre, la revista Veja destaca en su edición de septiembre la capacidad que ha tenido el presidente Bolsonaro de atender con bonos -ya van tres de 600 reales como 150 dólares- la emergencia sanitaria una de las peores del mundo. Muchas poblaciones no habían tenido en su vida un apoyo económico tan importante y hay gente que afirma no haber visto tanto dinero junto en su vida. Pero como todo tiene colores contrapuestos, hay quienes se preguntan si el remedio para enfrentar la pandemia no atenuará el apoyo que recibe el presidente brasileño cuando deje de entregar los tan bien calificados coronavouchers.