Los lobos de Wall Street

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Un amigo del London School of Economics, reacciona ante el anunció del Gobierno de destinar el 5% de las AFPs en un Fondo de Inversión. La reacción es similar a un test de polígrafo. Dices la verdad o mientes. El caso se trata para él de algo más que una prueba, es un paradigma que hay que asumir; la consecuencia de un paradigma, evitando el margen de error, en lo posible. Yo digo: “Me parece que una premisa del mercado es que el dinero circule”. “Sí -contesta mi amigo del LSOE- bien dicho, buena observación pero no puedes prestar plata a un sector endeudado”. Otro amigo, empresario cruceño, me lleva a conocer una monumental obra. Subimos al décimo piso en un ascensor escoltado de ruidos estridentes a metal y de allí me enseña el panorama. Me dice dos cosas: “Este va a ser en los próximos cinco años el mejor edifico de Santa Cruz”. Y sigue entusiasmado: “Los cruceños hemos sido derrotados, nunca vamos a volver a invertir en el campo por miedo a que nos quiten nuestro patrimonio. El miedo no se nos pasa con nada. Nosotros hemos invertido el dinero de la plata de la soja y el algodón en el negocio inmobiliario, en comprar franquicias, construir malls, en torres de negocios; los bancos nos prestan, lo vamos a seguir haciendo, pero meter plata en el campo, te la regalo, ni loco”.

Mi amigo del LSOE observa: “Sabes qué haría si tendría que administrar inversiones de la plata del fondo de pensiones, ´la invertiría en un equipo de lobos de Wall Street, nuestros bolivianos que se instalen en Nueva York; inglés perfecto y se dediquen a comprar acciones de las empresas más rentables del mundo”. Mueve las manos, los dedos, se emociona, lanza más ideas: “La economía es como un paradigma. La idea de invertir el 5% del fondo de pensiones en si no es mala, hasta diría que es muy inteligente, pero entregar 150 millones a un sector que con esa plata pagará sus deudas del año pasado, ni loco”.

El agro cruceño no está endeudado, le va muy bien, la banca le presta porque no tiene mora, paga al día, lo que le pasa al agro cruceño es que le da miedo invertir su plata en el campo por volver a ser derrotado. Todos esperamos que nos vaya bien. Las reglas del mercado juegan a variables, al tiempo, a la especulación, a una apuesta en su momento ligada a las decisiones que tome la política. Pero en ninguna circunstancias todas estas ideas, variables o paradigmas como quiera llamárselas, pueden perder la confianza. Los economistas coinciden que este es un factor vital, la confianza de no estar ni sentirse derrotados, de creer en el otro, de fomentar el crecimiento, de saber arriesgar.