Bolivia ha sufrido cambios radicales en la última década, acompañados estos del surgimiento de grupos de infl uencia en todos los ámbitos de la vida nacional; somos por naturaleza un país
altamente politizado. Quizá no exista en AL una voluntad democrática tan arraigada como la nuestra. En este ambiente de transformaciones se dice con facilidad simplista que los clanes
dominantes son lo que tienen en sus manos el control del poder político. Sin desmerecer esa realidad, porque no deja de ser cierta, durante todos estos años nuestros líderes han ido perdiendo su mirada hacía los jóvenes que por antonomasia son el futuro en cualquier sociedad. dat0s, que en su próxima edición editará su revista número 200, ha sido de alguna manera participe de la readecuación al cambio. Cada momento importante de Bolivia y el mundo ha sido reflejado en nuestras páginas. Hemos publicado entrevistas, hemos ensayado reportajes de investigaciones que nos colocaron a la vanguardia por la forma de sentir el olor y el gusto al papel; pensando en un público ávido por el conocimiento y la información.
16 años después han surgido ante nuestros ojos nuevos focos de atención: los diarios digitales, las tablets, los smarphones que han revolucionado la forma de mirar el mundo sin ensuciarse las manos.
Todo es mucho más rápido e inmediatista que antes. Y a pesar de que ahora los resultados se miden en horas, el funcionamiento institucional sigue siendo tediosamente pesado.
Faltando pocas horas antes de entrar a la imprenta y cuando ya las placas estaban esperando por tirar tinta al papel sobre los presidentes de Venezuela y los Estados Unidos en Tapa, sobrevino una revelación que dio origen en pocas horas a una nueva Portada, la que les presentamos en la presente edición.
Qué dicen, qué piensan, qué hacen los Millennials (nacidos entre 1980 y antes del 2000); jovenes de la generación Y que se han convertido en una mayoría inescrutable, tan influyente como los líderes políticos por su número, tamaño y tendencias, que es imposible dejar de ver, convivir o mencionar de ellos.
Son los que decidirán mañana el futuro de la sociedad. Se calcula que hasta el 2025 sean el 75% de la población mundial. No es poca cosa. Por eso, se habla de generaciones ajadas y de las que llegan para conquistar o continuar lo que éstas han podido dejar bien o para cambiar lo malo. Estamos viviendo una transformación silenciosa, una revolución generacional que como todo lo que genera dialéctica tiene un proceso de respuesta que canaliza y conforma el nuevo tejido social.