Realpolitik

Por Carlos Rodriguez San Martín
0
818
evo morales, marcha política en La paz
Foto: Juan Karita | AP

Los dos estados plurinacionales que hay en este momento en Bolivia, uno dominado en las calles que ha llegado del Chapare, donde se define la suerte del país; una mediana Republiqueta que se permite el gusto de recibir ingresos millonarios (la libra de coca ha subido en los dos últimos meses de 20 a 45 bs), se empodera anunciando un bloqueo nacional de caminos. Al jefe de estas organizaciones poderosas hablar o no hablar con Luis Arce le importa poco; se lo transmite a su manera, bajo presión, para decir lo que se viene sino cambia a sus ministros, que renuncie al cargo, que nadie le impedirá ser candidato.

Para qué perder el tiempo asistiendo a reuniones con el presidente si se da el lujo de dirigir el movimiento más organizado del país (con cédulas en todas partes del territorio). Y esos originarios que aparecen en las fotos con el presidente no sirven para nada ante su dimensión de cacique, que tiene los suficientes recursos para sostener semanas a la hilera de sus devotos fieles que desde la cabecera de la marcha no se ve dónde termina. Para que reunirse con Arce si en los hechos Evo es más fuerte, intocable y para colmo de males, lo subestiman.

Quien mejor si no Evo para trabajar su imagen a los ojos del mundo. Comiendo la comida que se vende en los pueblos, hablando con la gente como él, concediendo entrevistas en las que se pone a punto del llanto contando sus recuerdos, sus orígenes, su pobreza; hablando de cómo sacó de la pobreza a millones de campesinos analfabetos y a las clases desposeídas que están de nuevo por tocar fondo.

El salvador Evo ha vuelto triunfante, que nadie se le ponga al frente. Su meta (está definida) es volver a ser presidente. Ha organizado puntos de protesta en La Paz, ya tiene trazado su mapa de bloqueos de carreteras. Que le importan a él los incendios; ha declarado en los viejos tiempos (modernos) que se chaquea para comer.

Estos dos dignos congéneres (Evo y Lucho) están sembrando pánico e inestabilidad entre los ambientalistas que viven con un amen en la boca, esperando por los siglos de los siglos que se declare Desastre Nacional y caminan encorvados tratando de encontrar una explicación del aire impuro que respiran.

Estos dos personajes componen el cuadro de la realpolitik a los que grupalmente se los conoce como arcitas y evistas (más desde luego son los evistas curtidos y reforzados).

Estos dos exaliados (o aliados en las sombras) se disputan el poder para las elecciones de agosto del próximo año. Uno acorralado por la serie de desaciertos de su administración, atina un gabinete desprolijo en Santa Cruz e instruye que se bombardeen las nubes, no se sabe a ciencia cierta si para que siga ardiendo el bosque o para detener el fuego. El caos es el elemento que los sostiene a Evo y a sus huestes y al Gobierno, al que no se lo baja de ineficiente.