Simbolismos y señales de la Nueva Era

Por Carlos Rodriguez san Martín
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tapa revista datos, edición 250
Foto: Revista Dat0s. Edición 250

Hay quienes afirman que la humanidad está atravesando un cambio de era. Una transición. Esa no parece una especulación es más bien muy creíble dadas las particularidades de la configuración planetaria, sus entramados simbolismos y las señales que se advierten con sucesos como la guerra en Ucrania, el desarrollo de la inteligencia artificial, el cataclismo que podría sobrevenir sobre el planeta si no se le pone fin a la energía fósil, el entramado peligroso de las disputas por el poder que se concentran ya no en un solo Estado o Nación, sino en la nueva configuración mundial.

editorial, revista dat0s 250El surgimiento de la China como una potencia no parece un hecho aislado. Los chinos se han preparado para este momento durante décadas; las alianzas en la geopolítica planetaria marcan un nuevo rumbo, la crisis económica y financiera que ha puesto a los bancos centrales de todo el mundo de cabeza para controlar la inflación subiendo las tasas de interés y encareciendo el costo de vida, algo que en la cabeza racional de cualquier persona parecería una locura.

Qué papel ocupa en toda esta configuración geoestratégica América Latina. Argentina devastada por una crisis económica no parece tomar curso, Chile ha pasado del estallido social a repudiar las reformas de su presidente de izquierda, Perú ha silenciado las protestas con transacciones de una economía en apariencia estable, en Colombia se escucha el sonido de sables y así el continente parece disuadido a encontrar rumbo. Bolivia es un querubín al lado de todos. Con desbalances y ajustes parece un tobogán que salta en un periodo de transición moderado.

En esta edición el lector encontrará estos y otros temas; una entrevista con el embajador de Brasil en Bolivia, la potencia sudamericana a ritmo de marcar agenda en este escenario impuesto por el nuevo orden global.


The economíst. donald TrumpDonald Trump tiene una oportunidad real de convertirse en el futuro presidente de los Estados Unidos. Sin embargo, la influyente The Economist defenestra de entrada al expresidente indicando que cualquiera que se preocupe por la democracia, el conservadurismo o la decencia, debería esperar que sea golpeado por otro candidato republicano.

 

 

 

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